Ella salió desnuda

Ella salió desnuda de la casa

llevando sólo piel por pertenencia.

No soportó la sopa y la mordaza

y se lanzó consigo y su conciencia.

Se fue por el camino del origen

donde se enamoraba a cada instante.

Fue repartiendo su justicia virgen

y transformando enanos en gigantes.

Sobre su cabeza silbaban

las palabras del viejo, la maldición:

"Pronto tu pasión será nada

porqué por lo que tengas, tendrás valor.

Te cerraré el paso a mi bolsillo

los mercaderes, las caravanas.

Pronto tus ojos no tendrán brillo

y te dirán La Plaza Sitiada".

Peró bajó desnuda los abismos

tan hondo como nunca se había estado,

adonde el hambre pudre con cinismo,

donde el sol era un sueño imaginado.

Y despertó países, continentes,

porqué era así y no se avergonzaba.

Curaba enfermos de paciencia y muerte

con su poción de extracto de granadas.

¡Qué bella es, qué bella caminando,

pero qué bella esa mujer desnuda!

¡Qué tonto es el que no está mirando!

Esa bella mujer se llama Cuba.