Yo sé de una mujer

Gustavo Sánchez Galárraga - Graciano Gómez

Yo sé de una mujer que mi alma nombra,

siempre con la más íntima tristeza,

que arrojó por el fango su belleza

lo mismo que un diamante en una alfombra.

Mas de aquella mujer lo que asombra

es ver cómo en un antro de bajeza

conserva inmaculada su pureza

como un astro su luz entre la sombra.

Cuando la hallé en el hondo precipicio

del repugnante lodazal humano

la vi tan inconsciente de su oficio

que con mística unción besé sus manos.

Y pensar que hay quien vive junto al vicio

como vive una flor junto a un pantano.