Santa Cecilia

(Manuel Corona)

Por tu simbólico nombre de Cecilia

tan supremo que es el reino musical.

Por tu simpático rostro de africana

canelado do se admiran los matices de un vergel.

Y por tu talla de arabesca diosa indiana,

que es modelo de escultura del imperio terrenal,

ha surgido del alma y de la lira

del bardo que te canta

como homenaje fiel

este cantar cadente,

este arpegio armonioso

a la linda Cecilia

bella y feliz mujer.

Las lánguidas miradas

de tus profundos ojos

que dicen los misterios

del reino celestial.

Y el sensible detalle de amor provocativo

de tus ebúrneos senos y tu cuerpo gentil.

Yo no sé qué provoca

el conjunto armonioso,

tu belleza imperiosa

y tu virtud femenil,

que me siento encantado

y la mente inspirada

de afecto

y de ilusión.

Por ti Santa Cecilia

la más primorosa

mujer divina.

(1918)