Elogio del horror

Quién no tendrá una historia extraña

entre los dedos, después de lejos

(tela de araña bailando clara

entre dos espejos).

Quién no tendrá una lenta maña

de descubrir continentes viejos

(ojo de brujo, pie de lagarto,

voz sin consejo).

Cuántos hechizos y sortilegios

se romperán

en gotas de lluvia limpia,

lavando el sol.

Cuántos murciélagos y diablejos

volarán lejos,

buscando lunas frescas

para el horror.

Quién no tendrá una casa en ruinas

donde los átomos no penetren

(muro de hiedra, vieja tortura,

sueño de duende).

Hay que buscar una silla seca

para el amor.