Puede no ser o ser

Puede ser que tu labio inferior me destruya la mente,

o que ame de ti aquella silla de estilo de Oriente.

Puede ser que, por contradecirme, la vida te haga

más amante y perfecta que una princesa rosada.

Puede ser que tú seas el próximo dios de consumo

que amenace con traer un pan y que traiga el ayuno.

Puede que tu portal decididamente no me guste

y que el perro de una tía sorda me ladre y me asuste.

Puede no ser o ser todo, mujer.

Puede no ser o ser. ¿Quién va a saber?

Puede que seas tú. Puede llover aún.

Puede que seas y que no te vea mi mala salud.

Puede ser que tu mano abra puertas por siempre cerradas,

o que a un beso veloz me lo vuelvas de pronto una espada.

Puede ser que tú seas la llave de un cofre divino,

y también puede ser que me estrenes como un asesino.

Puede ser que tú seas la mujer que me falta por darle

el vigor que me da un aguacero a las tres de la tarde.

Puede que seas tú quien comparta este culto a la lluvia

bajo un techo de zinc, sobre un lecho, a las tres de la furia.

Puede no ser o ser todo, mujer.

Puede no ser, o ser. ¿Quién va a saber?

Puede que seas tú. Puede llover aún.

Puede que seas y que no te vea mi mala salud.

(1974)