Preludio de Girón

El aire toma forma de tornado

y en él van amarrados

la muerte y el amor.

Una columna oscura se levanta

y los niños se arrancan

los juegos de un tirón.

Abuela tus tijeras son rurales

y cortan otros males

pero este viento, no.

Guárdate tu oración, amigo viejo,

e invoca a Peralejo,

que nos viene mejor.

Nadie se va a morir, menos ahora

que esta mujer sagrada inclina el ceño.

Nadie se va a morir, la vida toda

es un breve segundo de su sueño.

Nadie se va a morir, la vida toda

es nuestro talismán, es nuestro manto.

Nadie se va a morir, menos ahora

que el canto de la patria es nuestro canto.

Delante de la columna, al frente,

donde ha viajado siempre

la mira del fusil,

que hable la fértil puntería,

que esa garganta envía

mi forma de vivir.

Con muerte todas las cosas ciertas

grabaron una puerta

en el centro de abril.

Con patria se ha dibujado

el nombre del alma de los hombres

que no van a morir.

(1974)