Fábula de los tres hermanos

De tres hermanos, el más grande se fue

por la vereda a descubrir y a fundar.

Y para nunca equivocarse o errar

iba despierto y bien atento

a cuanto iba a pisar.

De tanto en esta posición caminar,

ya nunca el cuello se le enderezó.

Y anduvo esclavo ya de la precaución,

y se hizo viejo queriendo ir lejos

con su corta visión.

E, e, e;

e, e, e:

ojo que no mira más allá no ayuda el pie.

U, u, u;

u, u, u,

óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.

De tres hermanos, el de en medio se fue

por la vereda a descubrir y a fundar.

Y para nunca equivocarse o errar

iba despierto y bien atento

al horizonte igual.

Pero este chico listo no podía ver

la piedra, el hoyo que vencía a su pie.

Y revolcado siempre se la pasó,

y se hizo viejo queriendo ir lejos,

a donde no llegó.

E, e, e;

e, e, e:

ojo que no mira más acá tampoco fue.

U, u, u;

u, u, u,

óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.

De tres hermanos, el pequeño partió

por la vereda a descubrir y a fundar.

Y para nunca equivocarse o errar,

una pupila llevaba arriba

y la otra en el andar.

Y caminó vereda adentro el que más

ojo en camino y ojo en lo por venir.

Y cuando vino el tiempo de resumir,

ya su mirada estaba extraviada

entre el estar y el ir.

E, e, e;

e, e, e:

ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve.

U, u, u;

u, u, u,

óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.

(1977)