Que niño luce un barco en el océano

(A Haydée Santamaría)

El más profundo mundo

en todo está de vuelta.

Las formas se adelantan,

destrozan la miseria.

Montañas van abajo,

las aguas se almacenan.

Ha amanecido el ser humano.

En la corriente llueven las manos.

Qué niño luce un barco en el océano,

que nada es.

Por otras partes llueven

los fuegos del infierno:

Gritan, lloran y huyen,

escapan del momento.

Y aquí se está regando

segundo por segundo

una canción de todo el mundo.

En la corriente llueven las manos.

Qué niño luce un barco en el océano,

que nada es.

Y cuántos hijos

no tendrán

sus mejores padres,

cuántas escuelas

se llenan de su sangre.

En cuáles muros

cabrán sus desafíos

entre los muros

del patio más grande.

No tiene hojas la historia

para contarlo todo.

No hay negro en el espacio

más negro que este lodo,

que va barriendo el tiempo

con sangre, hierro y viento,

que el universo está despierto.

En la corriente llueven las manos.

Qué niño luce un barco en el océano,

que nada es.