Por todo espacio, por todo tiempo

Cuando se duerman y sientan en sueños

que tocan a la puerta

como pidiendo entrar,

no se molesten, que acaso es mi sombra

que vaga algunas noches

buscando qué cosa amar.

Son a veces las seis

y cuando sale el sol

yo me lo encuentro

y lo saludo

por aquí, por allá,

por mañana, por hoy,

por todo espacio,

por todo tiempo.

Quien me halle entonces

me quitará frío

y no vale la pena

malgastar el calor:

soy distraído y malagradecido

y mi frío se pega

y, yo no sé,

mas da dolor.

Cuando yo pase y les toque a la puerta,

se entierran en la arena

como el avestruz.

Dejen que pase mi mala silueta

con su cañón despierto

y su velocidad de luz.

(1969)