Una mujer

Una mujer, una mujer,

una mujer con cristales de mar

Viaja dentro de mí

coloreando mi sangre, borrando el carbón

que ha tapado mi buen corazón.

Pobre de mí, pobre de ti,

pobre de todos los que amen así,

sobre un potro que vuela ignorando barrancos

tan cercanos que lucen mortajas de blanco.

Una mujer, una mujer,

una mujer que no es celestial

sobre un potro partió

Hacia todos los pueblos que habitan en mí,

y ha tenido un camino feliz.

Pobre de mí, pobre de ti,

pobre montura que juega al amor

sobre tantos desastres y canciones sin mango

sobre tanta cansada emoción que desjaste.

Una mujer, una mujer,

una mujer no esperada por mí

cabalgando llegó

a clavar en mi tierra su nombre y canción

y a soltar bajo fianza el amor.

(1969)