Romanza de la luna

«Vuela el mundo sobre el techo»,

dice el búho que, cantando,

todo mira, todo busca,

todo dice pregonando

pregonando, ay, pregonando.

¿Dónde está la siempre eterna

moraleja de la luna?

¿Dónde está que no la encuentro

yo, que no tengo ninguna

desde cuándo, ay, desde cuándo?

Cantar y cantar.

Las lunas se van y se van.

Mas otras vendrán

porque estas no están:

ya no están.

Subo un monte en la mañana,

bajo un río por la tarde.

Voy con tu mirada a cuestas

sobre mi mente que arde

desde cuándo, ay, desde cuándo.

Cantar y cantar.

Las lunas se van y se van.

Mas otras vendrán

porque éstas no están:

ya no están.