Pequeña serenata diurna

Vivo en un país libre,

cual solamente

puede ser libre

en esta tierra,

en este instante,

y soy feliz porque soy gigante.

Amo a una mujer clara

que amo y me ama

sin pedir nada

—o casi nada,

que no es lo mismo

pero es igual—.

Y si esto fuera poco,

tengo mis cantos

que poco a poco

muelo y rehago

habitando el tiempo,

como le cuadra

a un hombre despierto.

Soy feliz,

soy un hombre

feliz, y quiero

que me perdonen

por este día

los muertos

de mi felicidad.

(1974)