El pintor de las mujeres soles

El pintor de las mujeres-soles

abandonado en su empecinada claridad,

hizo su último viaje ya muy solo

sobre el Atlántico

y fue sepultado cuando llegó.

El pintor brilloso como la luna,

con su pelo largo, con su barba culta de polvo

escupió al cangrejo desde un dibujo

y le puso fecha a su despedida.

Y siguió queriendo

aunque no fue amado ni como ser humano.

Y siguió aprendiendo

el camino de la soledad en todo momento.

Y se fue entre seres alucinantes

con su pelo largo, con su barba culta de polvo.

Descargando gritos sobre las almas

mientras los beatos se persignaban.

Y él no tuvo iglesias,

pero algo de altares al amor

hubo entre sus lienzos.

Y en la fantasía iba platicando

su viaje hacia el universo

El pintor de las enredaderas de luz

escribió sus últimos signos

con triste desesperación.

Y dejó sus restos a los amigos

pidiéndole sólo paredes para sostenerlos.

(1968)