Me va la vida en ello

(Luis Eduardo Aute)

Cierto que huí de los fastos y los oropeles

y que jamás puse en venta ninguna quimera,

siempre evité ser un súbdito de los laureles

porque vivir era un vértigo y no una carrera.

Pero quiero que me digas, amor,

que no todo fue naufragar

por haber creído que amar

era el verbo más bello…

dímelo…

me va la vida en ello.

Cierto que no prescindí de ningún laberinto

que amenazara con un callejón sin salida

ante otro “más de lo mismo” creí en lo distinto

porque vivir era búsqueda y no una guarida.

Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio

quise quemarla deprisa jugando con fuego

y me abrasé defendiendo mi propio criterio

porque vivir era más que unas reglas en juego.