Mariko-San

Donde quiera me encuentro un papel

de Mariko-San.

Donde quiera descubro un recado,

un guiño de ojo.

Ando en una gaveta, abro un libro,

registro un bolsillo, levanto un mantel:

donde quiera me encuentro un papel

de Mariko-San.

El verano llegó desde ayer,

no quiso esperar.

Mete leña en su horno

de sietemesino y ahoga.

El verano a pesar de las cosas

que pese al verano se deben hacer.

El verano llegó desde ayer,

no quiso esperar.

Hoy debiera contar hasta cie

y luego soñar.

Hoy debiera volver del océano

y ser bienvenido.

Hoy debiera andar sin zapatos,

casarme de pronto sin saber con quién.

Hoy debiera contar hasta cien

y luego soñar.

(1985)