Tengo un compromiso a las doce

                                                                               A Luis Alfonso Romero y Flores 


 

...si no nos disfrazamos

de algo no somos nada...

José Donoso, El obsceno pájaro de la noche.  

 


Almuerzo con las mangas recogidas, si ensucias los puños las camisas se estropean, hijito, me dice mamá, al comer llevo una servilleta al cuello para no manchar las corbatas, son muy caras, me dice ella, es mejor estar a la moda con esas lindas floreadas que usan ahora comemos un arrocito de cebada hervido con hueso y queso con miel y a la tarde no saldré me siento agripado y con dolor de cabeza porque el compromiso de ayer se prolongó ella me da una limonada caliente, te sentará bien, hijo, y a la noche cenamos un poco de fideo y agua de hierbaluisa con pan lampreado riquísimo y no café, porque el café altera los nervios, mijito, así aperado iré esta noche a la exposición y al coctel en la Casa de la Cultura veo que con un sobrante de tela mamá le puso un mantel largo hasta el suelo ya no se nota que la mesa del comedor es vieja y pasada de moda de cuando mamá se casó eso sí las sillas parecen compradas en la Veinticuatro pero son de estilo el abuelo tuvo su platita y se ven bien pintadas de negro con forro celeste en la sala tenemos almohadones bordados pero están rotos y deshilachados, tienen recuerdos, dice mamá, me gusta el aparador en esa época cuando ella era joven los hacían con incrustaciones después de comer me levanto, gracias, mamá, voy al dormitorio grande para acompañarla hasta que se acueste el otro el pequeño es el mío y al frente está la cocina y el baño es blanco pero aparecen humedades las paredes se manchan la ropa hay que lavarla abajo en el patio de atrás que es una mugre tras la puerta de la sala está el espejo al salir a misa mamá siempre se mira con su abriguito azul que ya tiene quince años yo también me miro me peino y me doy los últimos toques antes de salir me gusta el espejo me gustan también las tres reproducciones de Guayasamín colgadas de las paredes de la sala quedaron lindas pegadas en madera tríplex ¿cómo son? Quito azul Quito negro ¿Quito qué? no recuerdo pero los libros que fueron de papá y las novelas de Hugo Wast los Episodios Nacionales de Pérez Galdós la Hoguera Bárbara los discursos de Velasco Ibarra bien interesantes tengo que leerlos que estaban en la sala ya los puse en mi cuarto mamá me dijo que bueno, si a ti te parece, mijo, y ahora son las siete y media pasadas y tengo que salir es increíble que aún funcione el Bulova que fue de mi tío el pobre se murió y me regalaron el reloj claro si hasta fui ahijado de bautizo pero el tío era raro siempre que yo decía algo él hablaba de otra cosa al acariciarme la cabeza la quiso mucho por ser la hermana mayor y porque se quedó viuda con un solo hijo y porque no tuvo suerte en el matrimonio yo le oía decir era furioso cuando mamá creía lo primero que le decían no se daba cuenta de las cosas también le oía decir ¡pero hermana cómo es posible! y después hablaban de papá o de mí cerrando la puerta porque en esa época era chico y no entendía bueno la verdad es que siempre me dejaban solo a un lado no me comprendían pero tengo que bajar hasta la iglesia de Santo Domingo a esperar el bus y pasar La Cruz Verde las colaciones la plaza de San Francisco el teatro Atahualpa la misma historia y luego de pasar por la Plaza del Teatro qué lindo es el Teatro Sucre y elegante y también por la iglesia de San Blas allí le bautizaron a mamá debo bajarme en la avenida Diez de Agosto en el parque El Ejido frente al Seguro Social en el Hospital del Seguro se murió papá cruzar hasta la Casa de la Cultura donde llegaré a las ocho y media más o menos en la exposición habrá mucha gente y después de las presentaciones brindarán vino y ronconcocacola debo apurarme ya no tengo tiempo de cambiarme, ¿dónde está la laca para el pelo, mamá?, ya casi no tengo colonia hasta las colombianas de contrabando están carísimas y las que hacen aquí son una porquería, buenas noches, mamá, me voy, chao, le doy el beso en la frente ella me da la bendición y salgo a la calle qué suerte que no está la vieja del frente a esta hora la tienda está cerrada porque cada vez se queda mirándome y se ríe eso no me gusta hoy no llueve pero qué pena que el paraguas se perdió en algún coctel conseguiré otro siempre se olvidan pero esas gentes pueden comprar otro quisiera tener un abrigo cruzado con botones grandes si tuviera también una bufanda gris de seda para estar completo quizás algún día y ojalá pronto venga el bus hace frío y no me agrada que la gente me vea parado en la esquina todos se amontonan y no respetan a nadie aunque los buses en Quito son ahora mejores ya no da tanta vergüenza subirse a uno yo quisiera comprar un Peugeot 504 usado claro y blanco no mejor azul oscuro o también un...

Bueno llegamos a San Blas y comienzan los edificios altos que me gustan más que esas casas viejas y sucias del centro antes eran diferentes y limpias cuentan con patios de piedra y pila al centro y macetas de geranios junto a las barandas del segundo piso pero ahora con tanta pobreza tanta gente amontonada dándole y dándole a la vida no nací para eso alguna vez viviré en un pent house sí con ascensor y vista a la ciudad y portero que cuando entre me diga buenas noches señor entonces las guambras no se aguantarán las ganas no no las guambras porque ya pasé de los cuarenta y cinco mejor las señoras las mismísimas señoras no se aguantarán y subirán nomás a tomarse un trago y conversar conmigo con todo incluido por supuesto aunque quién sabe hay guambras a quienes les gustan los mayorcitos a todas les mostraré mi bodega de licores y los cuadros y la colección de pinturas ahora me acuerdo de repente de la Teresa y que qué cara pondrá ella pobre cuando me vea en mi departamento ¿dónde estará? casada con algún imbécil no sé por qué pero no me ha ido bien con las mujeres me sudan las manos pero todavía recuerdo a la Teresa con veintiún años me enamoré de ella desde la primera vez que la vi con el uniforme de La Providencia la falda plegada con gola y medias negras vivía cerca a la vuelta en el barrio de San Roque y yo siguiéndola hasta que entraba al colegio frente al Gonzaga donde yo estudié después de que me sacaron los jesuitas del San Gabriel yo creo que fue porque no pagábamos las pensiones con papá ya muerto a causa de la cirrosis en el Hospital del Seguro nos dejó con deudas pobre mamá pobre pagando y pagando las deudas se ha pasado e invocando a La Dolorosa yo sí le dije que cambie de Virgen que ésa es más de sociedad que piense en lo que me hicieron los curas y no puedo mismo olvidarme de la Teresa una vez bailamos en una fiesta y la invité al cine y no quiso y los hermanos me pegaron en media calle porque fueron ellos los culpables de todo la Teresa sí me quiso y después la vi con otro con un amigo de los hermanos en el cine cogida de la mano y besándose en la boca pobre la Teresa debe haber terminado mal quisiera ahora encontrarme con ella pero jamás aunque me pida aunque me ruegue con ella eso sí nunca jamás ni muerto fue luego de que me pegaron que con el Pablo y el Gordo nos fuimos al Mirador yo bien chumado del despecho no más mujeres gritaba o la Teresa o nadie mierda pero me llevaron yo sin mucha plata así que me prestaron entrá cojudo no seas huevón dijeron en esa época nada de sida pues pero me dio miedo y le dije a la hembra primero un sueñito y luego lo que quieras me quedé dormido ella se fue a otro cuarto y no dijo nada y yo me quedé con la plata qué buena fue la puta conmigo comprensiva nunca me olvidaré ya estoy frente al parque tengo que bajarme porque me da miedo cruzarlo es mejor dar la vuelta por el Hotel papá me contaba que cuando él era joven mataron a uno en El Ejido y le dejaron colgado de un árbol hasta el amanecer que lo encontraron y todos hablando por meses del ahorcado una vez hubo una recepción en el mismo Hotel Colón por lo del sesquicentenario de la independencia creo no podía perderme ese compromiso y el guardia no me dejó entrar porque no tuve la invitación entonces me puse bravo le dije que le pida al chofer del Mercedes blanco y enseguida me dejó pasar disculpe doctor es que no le reconocí ¡así se habla! había loquequiera de trago y del bueno bocados de sal después de dulce buen servicio y me hice amigo de un argentino prosecretario de la embajada que a las dos de la mañana me fue a dejar en su auto pero le dije que vivía en la avenida Orellana y llegué a la casa cansadísimo a pata hasta la calle Chimborazo bien mamado fue cosa macha y mamá estuvo preocupadísima rezando tuve un compromiso le dije que se prolongó con tantos amigos, ten cuidado, hijito, llego a la Casa de la Cultura los guardias se ríen no sé por qué pero ya me conocen me dejan entrar y está todo el mundo es una retrospectiva de los mejores pintores como el Kingman el Viteri el Tábara y otros tengo hambre por lo menos un tabaquito me acerco a un tipo más o menos joven hola cómo vas es que dejé mi cajetilla en el auto ¿tienes uno? gracias sí también un fósforo gracias viejo nos vemos pero no sirven tengo que llenar el estómago con algo salgo y voy a un grupo saludo reconozco a dos pintores los felicito saludo a los demás me dan la mano pero no me miran trato de intervenir en la conversación pero no me hacen caso eso es lo que más me duele carajo me empiezan a temblar las piernas y  hasta la lengua se me traba yo que soy bueno para una labia solo por las ganas que tengo de estar con alguien acompañado hacer amigos y todo eso del calor del cristiano hablarles de mi vida digo perdón alguien me espera y busco otro grupo son más jóvenes y oigo que hablan de sus experiencias en la Universidad y les cuento que estuve tres años en México estudiando para muralista pero por esa maldita indisposición en los ojos no me renovaron la beca asunto de herencia mi abuelo terminó ciego ¿sabían? ¡qué problema! pido otro cigarrillo y al fin veo un charol y alcanzo un vaso de whisky voy al otro lado pero allí está con otros el señor Jaramillo mi jefe en el primer trabajo que tuve en el Banco hace años todo iba muy bien estuve como siete años hasta que un amigo me pidió que le cambiara un cheque que la mujer enferma que le faltaban veinte mil sucres que volverá al mediodía no volvió por tristes veinte mil sucres que ni siquiera antes era mucha plata para el Banco entonces me quedé sin trabajo mamá me dijo que no importa que en ese caso más valía la buena fe con la mujer enferma y todo lo demás, que nadie sabe lo de nadie, hijo de mi alma, y comienzan los discursos habla hasta el ministro creo que estoy enfermo con la gripe me aburro me acerco a la puerta porque por allí pasan las bandejas pero muy poco de comer solo trago del bueno sí pero el estómago me arde la cabeza me da vueltas es tarde y hace frío y estoy cansado mejor me voy salgo hasta la Diez y tomo un bus paso otra vez por el Seguro en el Hospital del Seguro se murió papá con cirrosis cierro los ojos en el trayecto me quedo dormido un rato pensando que mañana será otro día consultaré mi agenda  llego a la casa mamá está oyendo el radio Zenith viejo que era de papá me cuenta que le pagaron algo de las costuras y que mañana comprará fritada y pregunta ¿cómo te fue?, hijito, bien mamita, muy bien, demasiada gente, casi todos conocidos, y me voy a la cama pensando en la Teresa, no te despediste ni me diste un beso, hijito, perdón mamá es que...

Amanece y me despierto tengo la boca seca voy al baño tomo agua del grifo orino mamá está dormida y me acuesto un ratito más estoy casi curado de la gripe no sé cuanto tiempo he dormido en esta misma cama de hierro con resortes le puse tablas por lo de la espalda pero una cama nueva sí me compraré de dos plazas y con madera tallada eso sí claro soñar no cuesta mamá no entiende que pudiéramos tener más cosas si no fuera por el señor Endara que trabaja desde que era pollo en el Seguro y se hizo cargo de todo y arregló los asuntos de mamá que la mortuoria que la pensión de viudez todo porque cuando se murió mi papá yo tenía menos de dieciocho años cuando tuvimos que pasarnos a este departamento el señor Endara le dijo primero las deudas usted vaya al chico yo le ayudaré arrendando el grande que da al patio es mejor y arregló el asunto de las deudas de papá con la nueva hipoteca cuando mamá todavía daba clases en el colegio Manuela Cañizares a treinta años la hipoteca ¿cuándo se acabará de pagar? hasta ahora sigue metido en todo como ladilla está viejo debe tener setenta pero no se jubila tiene miedo porque la mujer está enferma con asma no puede hacer nada solo se pasa quejándose y tosiendo medio ahogada la pobre ella no quiere visitas él se pasa viendo en televisión el fútbol las telenovelas y prefiere morirse antes de jubilarse o primero liquida a la vieja sus dos hijos se fueron a Estados Unidos y no le mandan un centavo y la hija está en Guayaquil casada con un comerciante de la Bahía por eso el señor Endara paga el arriendo que le da la gana porque papá tuvo que morirse qué pena tengo y se mete en todo lo que no debe que cuando se daña la cañería el señor Endara que cuando vienen los líos de los impuestos y del Municipio el señor Endara que cómo se paga la luz que qué sucede con la conexión del agua potable el señor Endara que qué pasará no nos ponen teléfono que el señor Endara dice que para qué con lo que cuesta una línea se paga y esos no vienen ni en tres años a instalarla y después le cobrarán más encima Inesita cómo se le ocurre le dice a mamá y ella cree que debo dedicarme a mis cosas y no meterme en los asuntos de la casa después me puse a vender libros enciclopedias no sé qué sobre la gerencia moderna cuando conocí bastante gente tuve más compromisos pero dale y dale de lado a lado solo conversando de lo mismo de las enciclopedias dijeron que me sudaban las manos que me sudaba también la cara mentira con astringentes pasa lo que sucede es que tengo la nariz redonda a algunos no les gustó que un vendedor tuviera la nariz de payaso y desde que me dio la infección en la boca me faltan algunos dientes ahora es peor que me faltan la mitad y con el señor Endara hasta en la sopa no hay plata ni para palillos de dientes peor para ponerse nuevos ¡bueeeena... buena estuvo! mamá siempre me ha dicho que tengo una chispa que para qué te cuento hermanito quién como yo para ocurrido tengo una memoria de elefante para los cachos mamá al fin se despertó desayunamos, gracias, mamá, hoy no voy a salir en la mañana me quedo con mi pijama a rayas revisando la prensa la agenda los compromisos por fin estamos en noviembre y por las fiestas del seis de diciembre se arman unos cocteles de escándalo con extranjeros unas buenotas que da gusto verlas tengo que prepararme con anticipación exposiciones para escoger en los hoteles se presentan cantantes españoles y rumberas cubanas con unos así o unas mulatas brasileñas del sanflautas también van los toreros y a veces es más fácil entrar ver a los amigos ponerse a conversar porque cuando el asunto es de embajadas es difícil meterse ya que aquí somos medio brutos y a veces se pasa de agache pero con los gringos no como cuando vinieron los árabes a la reunión del petróleo hace años y fue una barbaridad no quiero acordarme casi me matan todo lleno de coshcos y milicos armados dije que era periodista del Miami Herald no me creyeron me sacaron a empujones y por poco termino en el retén cuando era guambra era otra cosa otras épocas la vida suave todos los viernes a las fiestas de los del colegio Americano era cuestión de darse unas vueltitas por la Mariscal encontrar una casa y adentro o pelar la oreja para saber de las farras fue antes de que los curas me sacaran del colegio si alguna fallaba me iba a otra y así yo era conocido entrar y saludar a todos sin molestias cuando la Mariscal era una belleza y no como ahora hecha mierda con tanto edificio donde no debieron estar todo empezó a terminarse desde la época petrolera leí una vez a Quito le hicieron pedazos en nombre del progreso ignorantes no saben lo que es planificar ni aman a la ciudad ahora los mismos andan diciendo "una ciudad para vivir" bestias lo mejor eran los matrimonios me creían invitado ni los novios se daban cuenta ¿y ese pendejo quién es? algún pariente de mi consuegra nunca se sabe con quién uno se mete entrar a los toros sí era bien jodido antes me invitaban o sea les decía que les pago la entrada que qué pena que la hermana no pudo venir que cómo va a desperdiciarse el boleto adentro hasta me tomé unas manzanillas sin mojarme la ropa con la bota de uno con sombrero cordobez hablando medio raro mentira yo sabía donde trabajaba qué se creerá el indio pensé en los toros me pegaba unas quemadas del putas con esos solazos siempre he tenido la piel blanca para colmo medio lampiño a una playa ni muerto por eso en el colegio me pusieron "el quesodehoja" por lo del terno verde que fue de mi tío hasta en los velorios me he metido abrazo va y abrazo viene sintiéndoles las tetitas a las guambras sin licor ni comida pero quedando bien con la gente cuando se murió la abuelita de la Teresa me fui tempranito no me moví en toda la noche de la casa del duelo muerto de pena me acerqué pero me temblaban las manos tenía unos gases horribles en el estómago debe haber sido de la impresión le dije que qué pena que sentido pésame y dijo gracias fue la única vez que le di un beso en la mejilla y sentí en la cara el pelo negro que tenía hasta ahora me acuerdo no puedo olvidarme pobre Teresa nunca será feliz sin mí ¿no es cierto? abro el armario ya no tengo tantos ternos como antes si no fuera por el señor Endara las cosas serían diferentes porque ya que no resulté para vender libros por lo de las manos y porque no me gusta hablar de las mismas cosas trabajé en la imprenta me pagaban algo más y aguanté como cinco años en esa época tuve como ocho ternos con los regalados los volteados y cuatro combinados era como tener veinte ternos claro hasta chalecos para los compromisos de más etiqueta ¡que tiempos! pero al pobre dueño de la imprenta yo creo que hasta le advertí al gran bolsas se le ocurrió asociarse con un chileno y a los seis meses ese roto se llevó toda la plata casi todos los chilenos que vinieron fueron así dicen que las chilenas son unas fichas pero guapísimas hacen lo que les da la gana los maridos que aguanten así que por culpa del chileno se jodió la imprenta se jodió el dueño y me jodí yo me quedé sin pega y ahora tengo cuatro camisas que mamá que tiene mala la vista se pasa arreglando volteando los cuellos los puños yo también a veces les saco las hilachas de todo hay que hacer en esta puerca vida hasta las medias acomodando los remiendos para que no me vean es el colmo pero eso sí si el señor Endara cae en mis manos va a oírme muy claro el viejo cojudo sabrá el tal por cual con quien se topa no se escapará el muy sabido por lo menos hoy almorzamos crema de choclo con tostado y otra vez fideos y ya hice la siesta y estoy bañado y listo para salir porque a la noche tengo otro compromiso, no te demores mucho, mijito, no me siento bien desde esta mañana, dice mi mamacita, no ha de ser nada no...

Salgo y voy hasta el mercado de la Ipiales a ver a cómo están los precios de noche hay menos gente paso por la Merced con sus cúpulas y campanarios iluminados solo para cuatro gatos que quedan adentro pero eso sin discusión qué iglesias y qué conventos que tiene este Quito carajo son de maravilla yo mismo he conversado con los turistas como La Compañía la Sala Capitular de San Agustín y el convento de El Tejar qué lindura bien antiguo nomás pobre Quito se quedará solamente con sus monumentos y nada más soñando en el pasado decía papá que decía un poeta y después bajo y al pasar por el viejo edificio de El Comercio me acuerdo de papá contando lo del incendio cuando pasaron una radionovela y la gente se creyó lo que dijeron y fue mentira por eso el pueblo se levantó por el engaño y les quemaron el diario la radiodifusora y todo justo a la mañana siguiente que les quemaron papá siempre se acordaba se murió el famoso monseñor Borja que hasta tiene un busto en la calle 9 de octubre el de la escuela donde estudió papá él dijo que aprendió a leer a patadas a escribir a fuerza de reglazos en los dedos y castigos en el sótano ¡sádico desgraciado! si no se moría debían haberle quemado con El Comercio él empezó a terminarle la vida a mi papá a otros también jodió porque no eran inteligentes ni de buena familia gritaba el pobre al llegar borracho pero ¿cómo no iba a dedicarse a la copa mi papá después de eso y de haber estado más de treinta años en el ministerio? para maldita la cosa para qué porque nadie como él pobre pero honrado bueno para rasgar una guitarra y para un bolero de Los Panchos el mar y el cielo se ven igual de azules y a la distancia parece que se unen y hasta para los del Lucho Gatica reloj no marques las horas porque voy a enloquecer qué pena que se murió y desde allí el señor Endara no nos deja en paz metido como piojo en pelo de pobre y también paso por la Plaza Grande qué brutos deben estar de por vida en la cárcel siempre dije haber botado el Palacio Municipal para poner ese mamotreto de cemento horrible y frío yo sí entiendo de arte y de estética también la tal Virgen del Panecillo es una pendejada la única virgen mayor de dieciocho años que hay en Quito ¡qué buena papa! llego al fin pensando en estas tristezas y calamidades a la avenida Patria en colectivo porque mamá me dio un poco de plata, para tus gastitos, dijo, allí me bajo y hasta que empiece la conferencia camino por la Amazonas ahora con mi cartapacio bajo el brazo entro a la casa de cambio y pregunto a una rubia a cómo está el dólar me contesta que vea en la cartelera pregunto que a cómo estará mañana me contesta que no sabe que vuelva para ver la cartelera grosera pendeja no como la rubia con la que hace años me topé en la escalera del Círculo Militar cuando se le cayó la cartera y yo se la pasé aquí tiene señora gracias señor usted es un caballero a su servicio señora toda la noche me pasé echándole el ojo nunca me he excitado tanto cómo se me puso el bandido estoy seguro que si no estaba con el marido un gordito calvo con lentes de carey bien gruesos seguro que se iba conmigo a tirar recio esa noche no pude dormir bien pensando en la rubia pensando que nos íbamos juntos a su departamento hasta que no pude más, ¿por qué vas al baño de nuevo, hijito?, me dijo mamá, pero en esa época aprendí a ir al Mirador o al Internacional era la época de la imprenta pero cada quincena cuando sobraba plata un buen polvo de vez en cuando no sienta mal solo que ellas no querían seguir abrazadas y solo abrazadas no más por un rato y yo conversando con los ojos cerrados o pensando o soñando sin contarles claro que me había casado y que estaba tranquilo con mi mujer eso ellas ni oír y son ya las seis de la tarde nunca he estado en ese edificio y peor en el Club de Ejecutivos entro a los ascensores recogen las invitaciones a la puerta dos guardias vestidos de azul me detengo a ver mis papeles consulto el reloj me acerco a ellos pregunto si ya vino el subsecretario que tengo un decreto urgente para que firme pero me dicen que no espero consulto otra vez el reloj ¿a qué hora vendrá? sube el ascensor y al fin sale el subsecretario apurado yo le conozco por los periódicos me pego a él perdone señor soy periodista ¿es aquí la conferencia? le pregunto sí señor es aquí está en el letrero me contesta gracias es que olvidé los lentes entro frente a los guardias sacando disque el decreto del cartapacio siempre se aprende algo chuta qué susto la noche está buena sirven bloody mary y vodka qué rico y escocés del bueno de doce años y en la conferencia hablan del libre mercado de las ventajas de la iniciativa privada o algo así claro por eso se atienden tan bien cuando tenga mi departamento me atenderé igual ¡qué buenos son los empresarios! y dicen también que si algo pasa el gobierno tiene que ayudar también está el ejército para parar a los enemigos del progreso los insurgentes los indios alzados los que andan con drogas porque creo que a los indios y a los comunistas bueno que les den palo pero no me gusta lo de las drogas eso es lo único que no me gusta no entiendo para no más de unos pocos que se pegan la cocaína con lo cara que es porque peor es el trago mi papá se murió en el Hospital del Seguro de tanto beber peor es morirse de hambre peor es no tener un centavo ni para ponerse los dientes ni para comprar camisas ni para pagar las deudas y peor es tener que aguantarle al señor Endara toda la vida y eso que yo por lo menos tengo a mi mamacita voy a los compromisos otros no tienen nada mierda ¡no tienen nada! ¡ni para caerse muertos la gran puta!...

Regreso a la casa a las doce de la noche a pie cansado con los zapatos que de tanto arreglo ya me ajustan entro y justo el señor Endara me cuenta que mamá está enferma en la cama que estaba preocupada por mí y que el médico que vive más abajo ha dicho que no es nada pero que mañana vaya al Hospital del Seguro para un chequeo que es la presión duermo hasta las ocho me baño me visto yo creo que mamá no debe ir al Hospital si hasta me hace el desayuno con un huevito como en los buenos tiempos, muchas gracias, mamita linda, a las diez ingresa y me dicen que pasará la tarde en los exámenes ¡qué bueno que aproveche para descansar! siempre el señor Endara haciendo méritos allí me indican que debo regresar mañana de dos a cuatro que es el horario de visitas que no me preocupe pero me quedo en el Seguro sentado en la sala de espera por si mamá necesita algo esperando únicamente esperando sin almorzar y me voy a pasear un rato y regreso a las seis para saber de mamá por si me llama o me buscan muerto de hambre pero no me dejan entrar no ve el letrero señor mañana de dos a cuatro y viene el señor Endara y me dice Humbertito ¿qué hace aquí? yo me quedo callado y él me cuenta que mamá está bien qué bruto soy es la primera vez que no se me ocurrió algo para entrar mejor me voy a la casa comeré algo y a dormir porque me siento cansado y entro al cuarto de mamá me acuesto vestido en su cama que le regaló mi tío cuando se casó la misma cama con la colcha rosada con flecos la de toda la vida y con las almohadas bordadas por ella las de toda la vida y está el radio Zenith que era de papá de toda la vida y la cómoda de toda la vida con los cajones tallados, cuando en Quito había buenos carpinteros, decía mi mami, y el cuarto huele a mamá el olor de ella el de siempre y me quedo dormido en su cama pensando en ella pensando ¡solo al señor Endara se le ocurre llevarla al Seguro! otras veces con reposar un poco bastaba y luego sueño que ella se sienta a mi lado y me acaricia el pelo y que me cuenta cosas de antes de cuando era yo niño y también sueño que me pasa la comida a la cama como cuando estaba enfermo siempre sonriente a pesar de las penas y siempre preocupada por mí pero el señor Endara él debía ser me despierta temprano y ahora tengo que vestirme con el terno azul que es el más viejo pero aún se ve bien después de que pasó por la tintorería y también con el chaleco gris pero no tengo ganas de desayunar y me pongo lo último que queda de la colonia y siento una bola en el estómago y me arden los ojos y me arde hasta el alma y me sudan las manos me sudan como nunca ahora solo me falta la corbata y oigo que golpean la puerta y entra otra vez el señor Endara entran todos los vecinos y también la señora de la tienda que se ríe de mí el médico que vive cerca después suben otros del barrio y es cuando el señor Endara me dice que fue más barato traerle a la casa hasta que sean las doce y que a esa hora viene el cura para la misa y enseguida directo al cementerio de San Diego él mismo me contó temprano que mamá se murió a la madrugada en el Hospital del Seguro que no sintió nada y que al fin descansó de tanto sufrimiento fue lo que me dijo y ahora sí que no puedo faltar tengo este compromiso de mi mamita y no sé dónde pondría ella la corbata negra, ¿dónde estará la corbata negra, mamá?          


(1993)