JUEGOS DE PROTEO

de Juan Valdano

DIEZ FANTASÍAS DE JUAN VALDANO

Modesto Ponce Maldonado


El académico Juan Valdano ha publicado la segunda edición de Juegos de Proteo (Fundaval, 267 págs, 2008), un magnífico libro de pasta dura diseñada por Tribal. La primera edición la hizo Eskeletra.

Se trata de un extenso y profundo despliegue de erudición, en el cual el autor recrea a los clásicos, comenzando, como no podía ser de otra manera, por los griegos. Valdano ha escrito diez relatos magistrales, donde están referidas y entremezcladas, sin límites precisos por cierto, la literatura, el arte y la historia, la mitología, la crónica y la leyenda, pero, sobre todo, su propia y fecunda imaginación. 

Desde los personajes homéricos hasta las mazmorras de la Inquisición en el siglo XIII; desde los últimos y tristes años de Miguel Ángel mientras escucha cantar y tocar el laúd a una bella joven hasta el viaje de un grupo de dominicos que, enloquecidos por propagar la fe y en busca de oro, se lanzan por los ríos y selvas amazónicas a encontrar la muerte; desde la recreación, en fascinante relato, del famoso enano y bufón de corte Sebastián de Morra pintado por Velásquez a mediados del siglo XVII hasta misteriosos y alucinantes sucesos en pueblos perdidos de las sierras andinas. Más cercana a nuestros tiempos, no falta la historia de un jipi sobre su Harley Davidson ni las predicciones apocalípticas sobre seres que, en su demencia adquirida por la presión externa de una sociedad dirigida por ocultos poderes —no importan que sean a nombre de dioses o de demonios— decidan que los humanos no merecen vivir.

Al título de la obra de Juan Valdano, que sugiere por qué caminos va a llevarnos, se suma un texto donde abundan las referencias propias de la amplísima cultura del autor. El estilo y el tono son impecables, elegantes y precisos. Son páginas de gran valor estético, equilibradas, enriquecidas. Juegos de Proteo se lee con verdadero placer. Se escribe al final del posfacio: …”quien se adentro en este libro habrá de descifrar esa señal de ruta inscrita en su pórtico (…) Proteo es el dios de este laberinto”.

Mis relatos preferidos son Ángelo Landriani (“fantasía amazónica”) y La gran farsa del mundo (“fantasía barroca”).

 (Quito, septiembre 2009)