MORGA de Alfonso Reece (El Expreso)

Modesto Ponce Maldonado

Alfonso Reece D. (Quito, 1955) escribió la novela MORGA (Alfaguara, 259 pp.). Antonio de Morga fue Presidente de la Real Audiencia de Quito entre 1615 y 1636. Un desconocido, salvo para pocos historiadores. En Lima, Reece obtuvo de un anticuario un manuscrito raído e incompleto en el cual Morga relata sus periplos por Filipinas, México, Lima y Quito, a comienzos del siglo XVII. Así nació la novela.

Escrita en primera persona, el autor ha creado un Morga duplicado, hipotético, que supuestamente escribe la obra. El primer mérito de Reece —el gran desafío que se impuso— fue entrar al interior de Morga, meterse dentro de él, sustituirlo casi para contar sus peripecias. El segundo logro es haber logrado lo que pudo haber sido escrito por el mismo Morga. El autor resucitó a Morga para que nos cuente su historia. La obra nos presenta un Morga fascinante. La contraportada nos habla de un individuo complejo: “audaz, seductor, mujeriego, culto”. Sin duda un hombre sabio que, en la página 167, hasta da lecciones para un buen gobierno.

El mayor mérito de la novela es el lenguaje. El texto es la novela, en definitiva. Curiosamente, se encuentran muchas semejanzas con el Ecuador de hoy, cuatrocientos años más tarde. Hay una visión del Quito de la época: el capítulo X es excelente. Sostiene que el pecado preferido de los quiteños es la “envidia”, pecado del cual “nunca se confiesan”. Se nombran los principales puertos, como Guayaquil, Arica y Callao.

Alfonso Reece nos deja una incógnita: ¿hasta dónde va la historia, la leyenda y la novela? Esos límites nadie los conocerá.

El final es acertado. Morga se encuentra retratado cuando, casi al terminar la obra, se queja de sus enemigos, cuya inquina se debió “a mi ánimo de implantar la justicia y la autoridad, y luego simplemente, al disfrutar de la vida.” Las últimas frases del Morga narrador en la novela reafirman su talante.

(Quito, noviembre 2008)

Modesto Ponce Maldonado es autor de la novela El Palacio del Diablo, premio Gallegos Lara 2005,

y este año estuvo, entre 557 participantes, entre los diez finalistas del Premio Planeta-Casa de América con su novela La Casa del Desván, editada por Editorial Planeta.