Nos veremos pronto, mi amor

Fax 593-2-125892. Lunes. 08h00. Amor mío:  Fue un vuelo largo y aburrido, pero me siento feliz de volver a Río. Desde que bajé del avión he recordado cuando estuvimos juntos. Les extraño mucho. Anoche hablé con los hijos. Tú no estabas. Hoy tuve una jornada complicada, con la presentación de delegados y la apertura del seminario. Es un gusto, soy Julia. Son muy agradables y cultos. Conocí a Damián Cistella, el peruano que escribió la novela. ¿Recuerdas? Encantado, es un placer. En el coctel le hablé un momento. Está por publicar su segunda obra. Usted es encantadora, Julia, y quisiera verla, quizás al desayuno. Él me atenderá mañana temprano. Su libro es maravilloso, señor Cistella. Llámeme usted por mi nombre; con una mujer tan hermosa olvidaré las formalidades. No puedes imaginarte cuánto pienso en ti. En la boutique del hotel encontré la colonia que me pediste. Te adoro. Besos. Tu mujer, Julia.  

Martes. 18h30. Amor mío: ¿Cómo estás? Tuve algunas pesadillas; por ese motivo te llamé esta mañana. No debo  preocuparte. Amanecí confundida. Después de que charlamos me sentí mejor. Te pienso. Quisiera tenerte conmigo. Hoy fue un día magnífico. Desayunamos todos los delegados juntos. Espero que no le importe, Julia, que haya reservado una mesa para los dos; sus ojos son hermosos; le confieso que prolongaron mi vigilia. Por favor, es usted muy amable, pero no es necesario, Damián; cuénteme sobre su libro. Naturalmente; es la mesa junto a la ventana. Gracias. ¡Qué hermosa vista de la bahía de Copacabana! En la misma mesa estuvo Cistella y me habló de su nueva obra. He trabajado mucho. Apenas tuve una hora para el almuerzo. Acabo de llegar. Tomaré un baño caliente. Después revisaré la ponencia del día viernes. Tengo un poco de miedo. Esta noche habrá una cena. Iré con el vestido blanco que te gusta. ¡Y no te preocupes!: me pondré el chal sobre los hombros. ¿Aló? ¿Julia? La misma. Soy Cistella. Damián, ¿cómo estás? ¿Podemos ir juntos?; he alquilado un automóvil. Por supuesto, muchas gracias. Nos veremos en diez minutos. De acuerdo. Me llaman de la recepción, amor. Debo bajar. Mañana te contaré. Te adoro. Besos. J. ¡Julia! Estás muy linda. Espero que no tengas frío, con los hombros descubiertos. No creo, la noche está tibia y me siento más cómoda.

Miércoles. 09h00. ¡Hola! La cena de anoche fue estupenda. Un ambiente muy distinguido. Me acosté un poco tarde. ¿Los niños siguen agripados? No olvides el medicamento de la nena. Hoy trataré de comprarles algo. ¿Sí? Disculpa, Damián,  redactaba un fax. No, estoy bien. ¿Cómo estás tú?  En realidad, sí. Tengo algo de angustia. Por supuesto que me sentí bien. Claro. Espero que nadie se haya dado cuenta de que salimos juntos después de la cena. Sí, me encantó el show, en especial la cantante. No, Damián, no hace falta mencionarlo. Quizá fue el momento. Me sentí bien, bailando contigo casi toda la noche. Sí, también lo recuerdo. Debemos tomarlo como un beso de buenas noches. He visto ropa para niños y algo más para ti. Te gustará. Cuídate y no dejes de pensar en mí. Con mi amor de siempre, Julia. Nota: Disculpa la letra. Debo salir. Chao. Te quiere, J.

Jueves. 14h00. Recibí tu fax. Me emocionó. Gracias por las flores. ¡Qué sorpresa! Al mediodía me las entregaron. Yo también te quiero. Perdona que no te haya llamado. No dispongo de un solo minuto. Traté de comunicarme contigo pero parece que las líneas tienen algún problema. Qué pena. Hablaremos esta noche. Con amor, J. 

Jueves. 19h00. Amor mío: Estoy más tranquila después de que hablamos por teléfono, pero me hace falta algo más. Nunca quisiera perderte. Gracias por tu apoyo y comprensión. Quizás esta vez no debí venir sola. Eres maravilloso. Pronto nos veremos, mi amor. ¿Quién es? Un momento. ¿Sí? Señora,  unas flores para usted. Gracias, déjelas sobre la mesa, junto a las otras, y cierre la puerta al salir, por favor. Creo que debemos hacer un viaje juntos. Sería estupendo. Justamente esta mañana... Aló. Sí, soy yo. Están lindas. La tarjeta también. “Para la mujer más hermosa”. Gracias, Damián. Por supuesto, quisiera verte. Sí. ¿Esta noche? ¿A cenar? Magnífico, nos veremos a las nueve. Justamente esta mañana fuimos —disculpa el tachón—  fui al museo. Enviarán al hotel las reproducciones que te interesan. Volví a Paquetá. ¡Imagínate! Hasta pronto. Con todo mi cariño, Julia.

Viernes. 20h00. Imposible viajar mañana. La Universidad me ha invitado a varias conferencias. No puedo perderlas. Mi presentación fue un éxito. Ya te contaré. Lo lamento. Explícaselo a los chicos, por favor. Saldré el lunes desde São Paulo. Dormiré en Lima. Llegaré el martes en el vuelo 701. Con todo mi amor. Besos. J. ¿Damián? ¿Eres tú? Estoy lista. ¿A cenar en el mismo lugar? ¡Fantástico! Nos veremos en cinco minutos.

Sábado. Amor mío: Necesito escribirte, pero no usaré el fax. Esta carta la llevaré yo misma. Siento una pena inmensa por la demora. Me siento culpable y triste. He pedido el desayuno a la habitación. Tengo una sensación de desamparo, de soledad. Como nunca antes he sentido mi amor hacia ti. Estos días han sido largos. Te quiero a mi lado, junto a mí. ¡Te abrazo al dormirme! A lo lejos las cosas se ven a veces diferen... ¿Si? Sí, te estoy oyendo. Disculpa, pero no bajaré a desayunar. Nos veremos a las doce. Trata de comprender. Después de lo de anoche necesito un poco de paz. Sí, te quiero. Me gustas muchísimo. No me importó por mí, Damián, jamás te haría eso a ti. ¿No comprendes? Siento por mi marido y porque  no debimos ir a un motel. Lo hubiera preferido en tu habitación. En fin. Fue maravilloso. Claro, por supuesto. Saldremos esta tarde, como acordamos. ¿Estás seguro de las reservaciones? Sé que la playa es hermosísima. Sí, Damián. Lo haremos las veces que queramos. Por favor, cálmate. Nunca lo olvidaremos, pero las reglas están claras para mí. El lunes regresaremos juntos. El martes estaré en Quito. Debes aceptarlo. A lo lejos las cosas se ven a veces diferen...        


                                                                                                                                               (1994)


* Antología básica del cuento ecuatoriano. Eugenia Viteri.  5ta. edición actualizada. 1998. Quito.

* Poesía y cuentos ecuatorianos. Antología temática. Sara Vanegas Coveña. Universidad del Azuay. 1998. (Cuenca).