Raúl Serrano S:

EN LA CIUDAD SE HA PERDIDO UN NOVELISTA

REENCUENTRO CON EL HOMBRE Y EL NOVELISTA


Modesto Ponce Maldonado

 

Raúl Serrano Sánchez, crítico y escritor, ha publicado En la ciudad se ha perdido un novelista (Colección Los Centenarios del Bicentenario, Ministerio de Cultura, Universidad Andina Simón Bolívar, 2009, 237 págs.), el ensayo más completo que se ha hecho en el país sobre la obra de nuestro vanguardista Humberto Salvador. “Tras las huellas de un rezagado” dice el autor.

La obra comienza con un lúcido análisis de las vanguardias, tanto de Europa como de Latinoamérica, con reflexiones estéticas, históricas, ideológicas, sociales, psicoanalíticas (Salvador fue un apasionado por Freud). Serrano profundiza en los conceptos de la literatura de la generación de los 30: “realismo indigenista o montubio”, “realismo socialista o literatura social”, “vanguardismo”.

Resalta al Salvador olvidado por muchos años, escritor de una literatura “sumergida”, reconocido primero más por los ajenos que por los propios.

Magnífica la pintura sobre la personalidad de Salvador y el drama de escribir. Busca a través del hombre al “proscrito interior”, al rastreador de una “escritura perdida”. Salvador escribió más de 15 novelas y  6 cuentarios, donde prevalecen Marx, Freud, el sexo alucinado y el cine como delirio. Salvador, en su aislamiento, había leído de todo.  

Estudia con detalle los cuentos de Taza de té y Ajedrez, sobre todo obras de ruptura  y vanguardia y, al fin, “la rayuela perdida”, el “ajedrez encontrado” de la inolvidable obra En la ciudad he perdido una novela. En las páginas 193 y 200 se leen textos precisos que nos llevan sin duda a la teoría de la novela.

El libro termina, como no podía faltar, por una poética referencia a Quito (la otra obsesión de Salvador): “un lugar con nombre”, la ciudad duende, “la novela de una ciudad fugitiva”, donde se desarrolla desde siempre esa “cacería del fantasma —la verdadera metáfora del amor”—.        

Debe ser resaltada una extensa bibliografía de autores y obras consultadas. Serrano ha escrito para ser consultado y estudiado por profesores, escritores y lectores.


 (Quito, abril 2010)