Tarta de queso más fácil del mundo, cremosa

Para preparar esta receta, estoy usando cucharas medidoras.


Ingredientes

  • 250 ml de nata para montar, 35 % de materia grasa (a temperatura ambiente)

  • 400 gramos de queso crema (a temperatura ambiente)

  • 9 cucharadas de azúcar blanco

  • 3 huevos camperos, tamaño L (a temperatura ambiente)

  • 2 cucharadas de harina de trigo

  • Nata montada, mermelada (opcional)


Preparación

  1. Precalentaremos el horno a 180 ºC, por arriba y abajo.

  2. En un bol profundo, vamos a echar la nata para montar o crema para batir, el queso crema, el azúcar blanco y los huevos. Los rompo primero en un platito de barro, por si hay alguno en mal estado.

  3. Mezclaremos muy bien nuestros ingredientes, con ayuda de la batidora, hasta conseguir una mezcla uniforme y sin batir en exceso.

  4. A continuación, añadiremos la harina con un colador. La incorporaremos con la batidora, hasta que quede bien integrada y sin grumos.

  5. En un molde desmontable (26 cm de diámetro y 7 cm de altura) que forraremos con papel de horno, verteremos nuestra masa. He arrugado un poco el papel y lo he puesto bajo el chorro del grifo unos segundos, para mojarlo ligeramente, escurriendo bien el exceso de agua. Así, cuando lo coloquemos en el molde, conseguiremos que se adapte perfectamente, a las paredes y a la base del mismo.

  6. Si estamos usando un molde más pequeño; cuando vertamos la mezcla, dejaremos un dedo libre en la parte superior, ya que esta tarta crece un poco en el horno, aunque una vez a temperatura ambiente, volverá a bajar de nuevo.

  7. Por fin, hornearemos nuestra tarta a 180 ºC por arriba y por abajo, 55-60 minutos o hasta que veamos que la superficie se dora. He colocado el molde en el centro de la bandeja y la bandeja en el segundo nivel del horno.

  8. Pasado el tiempo, apagaremos el fuego y dejaremos la tarta en el horno 20 minutos más, con el calor residual, y con la puerta un poquito abierta.

  9. Después de los 20 minutos, sacaremos nuestra tarta del horno y la vamos a dejar enfriar a temperatura ambiente.

  10. Una vez fría, nos la llevaremos, al menos 6 horas, a la nevera. Yo la he tenido toda la noche. Podemos cubrirla con papel de aluminio para evitar otros olores del frigorífico.

  11. Al día siguiente, desmoldaremos y la pondremos en el plato de presentación.

  12. No os aconsejo moverla del papel de horno, porque es bastante delicada y se puede romper. Yo la he pasado al plato de presentación, recortando el sobrante del papel, con unas tijeras, pero no lo he quitado del todo.

  13. Podemos disfrutarla así, o cubriendo la superficie con mermelada, la que más os guste: fresa, frambuesa, arándanos. Yo la voy a decorar con un poquito de nata, que me ha sobrado. Os dejo el vídeo del roscón de Reyes, relleno de nata, aquí, para que podáis ver cómo la preparo.

¡BUEN PROVECHO!


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