Tarta de queso al horno, muy fácil

Ingredientes

Para la base

  • 20 galletas María
  • 80 gramos de mantequilla sin sal

Para el relleno

  • 3 yogures griegos, sin azúcar y a temperatura ambiente (125 gramos cada uno)
  • 400 gramos de queso crema, a temperatura ambiente
  • 9 cucharadas de azúcar moreno
  • 4 huevos camperos, tamaño M, a temperatura ambiente (separados en yemas y claras)
  • 4 cucharadas de harina de trigo
  • 1 pizca de sal

Decoración

  • Salsa de fresas casera --> aquí
  • Fresas

Preparación

Para la base

  • Fundiremos la mantequilla en un cazo, a fuego medio. Una vez conseguido, retiraremos y reservaremos. También podemos hacerlo en el microondas, a baja potencia y en intervalos de 10 segundos.
  • Partiremos nuestras galletas con las manos y las vamos a depositar en la picadora.
  • Trituraremos hasta conseguir una especie de harina de galleta. También podemos triturarlas en el vaso de la batidora, con la mano del mortero.
  • En un molde desmontable, en mi caso tiene 22 cm de diámetro y 7 cm de altura, en cuya base vamos a colocar un papel de horno, cortando el sobrante con unas tijeras, vamos a pasar nuestra harina de galleta.
  • Ahora, vamos a verter la mantequilla fundida y mezclaremos con una cuchara, para humedecer bien nuestra harina de galleta.
  • Compactaremos y esparciremos bien esta mezcla con una cuchara o con un vaso, de forma que quede bien extendida, por toda la base del molde, y sin espacios libres.
  • Llevaremos nuestra base a la nevera, mientras seguimos con la receta.

Para el relleno

  • Echaremos la pizca de sal en el recipiente en el que tenemos reservadas las claras y reservaremos.
  • Por otro lado, en un bol profundo, vamos a echar nuestras yemas, el azúcar, el queso crema y los yogures griegos.
  • Batiremos muy bien, con ayuda de la batidora, hasta conseguir una mezcla homogénea.
  • Precalentaremos el horno a 180 ºC por arriba y abajo.
  • A continuación, incorporaremos la harina con un colador y vamos a seguir batiendo hasta que quede bien integrada y sin grumos.
  • Ahora, vamos a montar las claras a punto de nieve. Sabremos que están montadas porque cuando volteamos el bol, no se caen.
  • Incorporaremos las claras en 3 veces, a movimientos envolventes, hasta que queden bien integradas.
  • Sacaremos nuestra base de la nevera, engrasaremos las paredes del molde con un poquito de mantequilla, para evitar que la tarta se pegue cuando la estemos horneando.
  • Verteremos nuestra mezcla sobre la base de galletas, dejando un dedo libre en la parte superior, ya que esta tarta crece un poco en el horno, aunque una vez que la saquemos, volverá a bajar de nuevo.
  • Y daremos unos golpecitos, con el molde, contra la encimera para que quede bien asentada.

Horneamos y decoramos

  • Ahora, vamos a hornear nuestra tarta a 180 ºC por arriba y por abajo, 30 minutos, o hasta que veamos que la superficie se dora, colocando el molde en el centro de la bandeja y la bandeja en el segundo nivel del horno.
  • Pasado el tiempo, apagaremos el fuego y vamos a dejar nuestra tarta en el horno 20 minutos más, con el calor residual y con la puerta un poquito abierta.
  • Después de los 20 minutos, sacaremos nuestra tarta del horno y la dejaremos enfriar a temperatura ambiente. Sabremos que está cuajada porque pinchando con un palillo, éste saldrá limpio.
  • Una vez la tarta esté fría, vamos a cubrir el molde con papel de aluminio y nos lo vamos a llevar a la nevera toda la noche.
  • Al día siguiente, desmoldaremos. Podemos pasar un cuchillo de punta redonda para separar los bordes, si vemos que se hace difícil.
  • Por último, pondremos nuestra tarta en el plato de presentación y la decoraremos con una salsa de fresa casera e irresistible, que también tiene que estar fría. Si queréis ver cómo se prepara esta rica salsa, os dejo la receta en vídeo, pinchando aquí. Esta salsita con esta tartita, queda buenísima.

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