1 tajada gruesa, o 2 más finas, de melón piel de sapo
1 plátano
2 manojos de espinacas limpias y cortaditas
½ vaso de agua (125 mililitros)
½ limón pequeño
1 cucharadita de canela molida
Preparación
Echaremos las espinacas en un bol y reservaremos
Quitaremos las pipas y la cáscara al melón y lo partiremos en trozos.
Pelaremos y cortaremos el plátano en rodajas.
Incorporaremos, al bol de las espinacas, los trozos de plátano, de melón, la canela molida y el agua.
Pincharemos el limón con un tenedor, para sacar mejor el zumo, y lo añadiremos al resto de ingredientes, con ayuda de un colador, para evitar que caigan huesos.
Trituraremos todo con la batidora hasta que no quede ningún trocito (si usamos licuadora, pondremos el melón abajo, después el plátano y las espinacas arriba para ayudar a triturar todo mejor).
Si veis que la mezcla queda algo sólida, podéis agregar un pelín más de agua.
Refrigeraremos en la nevera hasta que esté bien fresquito.
Servimos y decoramos a nuestro gusto (yo estoy usando rodajas de limón, trocitos de melón y cañitas de colores).