Ingredientes

• 1 bote de 400 gramos de garbanzos; cocidos, limpios y escurridos
• 20 gramos de hojas de albahaca; limpias
• 2 dientes de ajo: pelados y limpios
• Zumo de ½ lima
• 4 cucharadas de aceite de oliva; sabor suave
• 1 cucharadita de semillas de sésamo; tostadas
• Sal al gusto; le voy a poner ½ cucharadita
• ¼ de cucharadita de pimienta negra molida
• 2 cucharadas de agua

Decoración y presentación

• Bastones de zanahoria
• Rebanadas de pan
• Aceitunas negras
• Hojas de albahaca
• Chorrito de aceite de oliva

Preparación

1. En un bol, echaremos los garbanzos bien escurridos, las hojas de albahaca, los dientes de ajo, las semillas de sésamo, la pimienta negra molida y la sal.
2. Pincharemos la 1/2 lima con un tenedor, para poder sacar el jugo y verterlo junto al resto de ingredientes.
3. Incorporaremos el aceite de oliva y trituraremos todo con ayuda de una batidora.
4. Nos ha quedado una textura algo sólida, así que le vamos a añadir 2 cucharadas de agua; si os gusta más líquido, podéis agregar más cantidad de agua. También podemos adicionar el agua con el resto de ingredientes.
5. Seguiremos batiendo hasta que todo quede bien integrado.
6. Una vez conseguido, probaremos por si hiciera falta algo más de sal: en este caso, no voy a añadir nada porque ha quedado perfecto.
7. Ahora, cubriremos con una tapadera y nos llevaremos la salsa a la nevera, para que se concentren bien todos los sabores. La voy a tener 1 hora.
8. Pasado el tiempo, serviremos.
9. Para disfrutarlo al máximo, vamos a acompañarlo con bastones de zanahoria, algunas rebanadas de pan y unas aceitunas negras, sin olvidarnos del chorrito de aceite de oliva para que quede más jugoso.

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