El melanoma no comienza como un tumor: comienza como un pequeño error en la vigilancia inmunológica. Una célula que el sistema inmune deja pasar, un fallo microscópico en el lenguaje entre queratinocitos y melanocitos, un silencio incómodo en la sinapsis inmune cutánea. Ese microevento explica por qué el diagnóstico precoz depende tanto de ver antes de que la piel hable demasiado tarde.
Por eso el algoritmo clínico mezcla semiología clásica, dermatoscopia multicapa, y patrones de crecimiento que cuentan una historia más que un signo aislado.
Asimetría: la ruptura del equilibrio arquitectónico melanocítico.
Bordes irregulares: signos de expansión fractal.
Color polimorfo: la huella pigmentaria del caos.
Diámetro >6 mm: más volumen, más mutaciones, más probabilidad de invasión.
Evolución: el verdadero predictor clínico; el tumor que cambia es el que ya ha escapado al sistema inmune.
Regla clínica:
Cualquier lesión que cambie su gramática interna (su patrón, su ritmo, su textura) debe ser biopsiada.
La dermatoscopia del melanoma es como leer un manuscrito antiguo:
cada signo es una letra, pero juntas componen un lenguaje.
Red atípica: arquitectura caótica = invasión.
Pseudópodos: expansión radial acelerada → melanoma en crecimiento activo.
Glóbulos irregulares: dispersión melanocitaria en enjambre.
Velo blanquecino-azulado: densidad tumoral + regresión inmunológica parcial.
Estructuras cristalinas: estroma comprimido, densidad tumoral alta.
Abandonamos el ABCDE → aplicamos EFG
Elevated
Firm
Growing rapidly
Este tipo de melanoma no sigue las reglas; es el “infiltrado silencioso”:
poco pigmento, crecimiento vertical temprano, y prognosis peor si no se sospecha.
La regla de oro es:
➡️ Biopsia escisional completa con 2 mm de margen.
Contraindicaciones relativas (y excepciones):
Zona acral → a veces es útil la biopsia incisional orientada al patrón.
Lesión gigante → incisional del área más sospechosa.
Melanoma facial en H-zone → incisional, pero siempre captando la zona estructuralmente más atípica.
La clave no es “obtener tejido”, sino obtener la verdad diagnóstica completa.
El estadio del melanoma es como un mapa geográfico:
cuanto más profundo cavó el tumor, más lejos puede haber llegado su influencia.
La profundidad Breslow es la brújula.
La ulceración, un tambor de guerra que anuncia agresividad.
El ajuste por estadio AJCC 8ª, la cartografía.
No requiere imagen de rutina
Excepto si hay:
síntomas sistémicos
adenopatías clínicas
melanoma desmoplásico (tendencia a PNI)
Aquí el tumor ya tiene suficiente masa crítica para ser verdaderamente peligroso.
TAC de tórax/abdomen ± RMN según localización primaria
ECO ganglionar (altamente sensible)
PET-TAC en pacientes con clínica o laboratorio sospechoso
Este grupo, paradójicamente “local” en AJCC, tiene peor pronóstico que algunos estadio III:
por eso son candidatos a adyuvancia con anti-PD1.
TAC-PET siempre
RMN de cerebro si:
melanoma de cabeza/cuello
mutación BRAF
síntomas neurológicos
enfermedad extensa
TAC-PET completo
RMN cerebral obligatoria
Este estadio requiere no solo mapa: requiere lectura del comportamiento tumoral (mutación BRAF, LDH, microambiente).
El ganglio centinela es un experimento inmunológico en vivo:
¿la metástasis ha aprendido a escapar del sistema inmune o todavía no?
La indicación no es una norma rígida: es una ecuación entre riesgo real y beneficio clínico.
Breslow ≥0,8 mm con ulceración
Breslow ≥1 mm sin ulceración
Melanoma nodular
Melanoma desmoplásico mixto
Cualquier melanoma del que no se confíe su verdadero grosor (biopsia parcial)
Breslow 0,8 mm sin ulceración + factores de riesgo:
mitosis elevada
regresión extensa
linfocitos tumorales ausentes
paciente joven
localización en tronco
En este subgrupo, el SLNB actúa como estratificador terapéutico:
decide si el paciente necesita adyuvancia con anti-PD1.
<0,8 mm sin ulceración
Pacientes con comorbilidad que supera beneficio
Melanoma in situ (Tis)
Cuando la decisión terapéutica no cambiaría aunque fuese positivo
La adyuvancia en melanoma es un acto preventivo inmunológico, un refuerzo de la vigilancia tumoral.
Nueva frontera terapéutica.
Aunque no haya metástasis, su riesgo real se parece al estadio III.
Pembrolizumab
Nivolumab
El objetivo: evitar la primera metástasis antes de que aparezca.
Dividido por el tamaño del implante ganglionar:
III A (micro ≤1 mm): valorar individualmente
III B–C–D: clara indicación de adyuvancia
Anti-PD1: nivolumab o pembrolizumab
Si mutación BRAF V600: dabrafenib + trametinib
Regla fisiopatológica:
El tratamiento dirigido evita recaídas tempranas; el anti-PD1 crea memoria inmunológica a largo plazo.
Dabrafenib + trametinib
Encorafenib + binimetinib
Actúan rápido, reducen carga tumoral en días, y salvan pacientes in extremis.
Pero su memoria inmunológica es limitada: son “apagafuegos eficaces”.
Anti-PD1 en monoterapia: nivolumab, pembrolizumab
Combinación anti-PD1 + anti-CTLA4: nivolumab + ipilimumab
Más toxicidad
Más respuestas profundas
Más durabilidad
El desafío no es solo activar el sistema inmune, sino evitar que se autolesione.
Cuando el tumor ya ha aprendido a esquivar tanto BRAF/MEK como PD1:
Ipilimumab en rescate
Nivolumab + relatlimab (anti-LAG-3)
Terapia celular con TILs
Ensayos en TIM-3 / TIGIT
El melanoma avanzado es un laboratorio viviente de inmunología aplicada.
ABCDE → dermatoscopia → biopsia excisional
I–IIA: sin imagen
IIB–IIC: TAC/ECO ± PET
III–IV: PET + RMN
≥0,8 mm con ulceración
≥1 mm siempre
Opcional 0,8 mm sin ulceración (riesgo aumentado)
IIB–IIC: anti-PD1
III B–D: anti-PD1 ± BRAF/MEK
BRAF+: BRAF/MEK o inmunoterapia
BRAF−: anti-PD1 ± anti-CTLA4
Refractario: LAG-3, TILs, clínica avanzada