Mateo 3:3

Versículos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17

Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías,

ουτος γαρ εστιν ο ρηθεις δια ησαιου του προφητου

υπο

houtos gar estin ho rhêtheis dia êsaiou tou prophetou

éste[2] pues[1] es el que fue dicho a través de Isaías el profeta

[hupo] por

cuando dijo: Voz del que clama en el desierto:

λεγοντος φωνη βοωντος εν τη ερημω

legontos phônê boôntos en tê erêmô

diciendo voz dando voces en el desierto

Preparad el camino del Señor,

ετοιμασατε την οδον κυριου

hetoimasate tên hodon kuriou

preparad el camino del Señor

Enderezad sus sendas.

ευθειας ποιειτε τας τριβους αυτου

eutheias poieite tas tribous autou

rectas haced las sendas de él

Textus Receptus Stephanus 1550

ουτος γαρ εστιν ο ρηθεις υπο ησαιου του προφητου λεγοντος φωνη βοωντος εν τη ερημω ετοιμασατε την οδον κυριου ευθειας ποιειτε τας τριβους αυτου

Vulgata

hic est enim qui dictus est per Esaiam prophetam dicentem vox clamantis in deserto parate viam Domini rectas facite semitas eius

Almeida Revista e Atualizada

Porque este é o referido por intermédio do profeta Isaías: Voz do que clama no deserto: Preparai o caminho do Senhor, endireitai as suas veredas.

La Nuova Diodati

Questi infatti è colui di cui parlò il profeta Isaia quando disse: Una voce di uno che grida nel deserto: "Preparate la via del Signore, raddrizzate i suoi sentieri".

Luther Bibel 1545

Und er ist der, von dem der Prophet Jesaja gesagt hat und gesprochen: "Es ist eine Stimme eines Predigers in der Wüste: Bereitet dem HERRN den Weg und macht richtig seine Steige!"

Pues

γάρ [gar], conjunción usada para expresar causa, inferencia, continuación o explicación: "pues [puesto que]". Nunca es la primera palabra en una oración.

éste

οὗτος [houtos] (pronombre demostrativo) nom. sing. masc.

es

ἐστιν [estin] Presente Ind. Act. 3º sing. de

εἰμί [eimi], "ser", "estar", "existir", "suceder", "vivir", "estar presente", "permanecer".

aquel de quien habló

ὁ ῥηθείς [ho rhêtheis] Aoristo Ptcp. Pas. nom. sing. masc. de ἐρῶ [erô] fut. de εἴρω [eirô] "decir", "hablar", "declarar", "anunciar", "proferir", "mencionar".

el profeta

διὰ τοῦ προφήτου [dia tou prophêtou]

Ver com. Mateo 1:22

διά [dia] (preposición)

Con genitivo: "a través de".

Con Acusativo: "a causa de".

ὑπό [hupo] (preposición)

Con genitivo: "por" (denotando el agente o la causa).

Con Acusativo: "debajo", "abajo de".

Isaías

Ἠσαίου [Êsaíou] gen. sing. de Ἠσαΐας [Êsaias]

Heb. יְשַׁעְיָה , Yesha`yah "Yahweh salva [ayuda]" o "salvación de Yahweh". Ver nota 1 (abajo).

La profecía a la cual se hace referencia es la de Isaías 40:3: "Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios." Ver nota 2 (abajo) "La aplicación original de Isaías 40:3".

La cita que aparece aquí fue tomada casi textualmente de la LXX:

φωνη βοωντος εν τη ερημω ετοιμασατε την οδον κυριου ευθειας ποιειτε τας τριβους

του θεου ημων

Lucas cita los vers. 3 y 4 en su relato del ministerio de Juan el Bautista (Luc. 3:4-5).

cuando dijo

λέγοντος [legontos] Presente Ptcp. Act. gen. sing. neut. de λέγω [legô], "decir", "hablar", "mencionar", "declarar", "llamar", "contar".

Voz

φωνή [phonê] (sust. fem.) nom. sing. "voz".

Juan mismo afirmó que era la ,"voz" de Isaías 40:3: "Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías." (Juan 1:22, 23), y Jesús lo identificó como el "mensajero" de Mal. 3:1 (Mat. 11:7-14).

Era tan sólo una voz, ¡pero qué voz! Su eco se oye todavía resonando a través de los siglos. Como profeta, Juan fue la "voz" de Dios para la gente de su generación. Juan fue la "voz" de Dios que anunció la venida del Verbo de Dios, vivo y hecho carne (Juan 1:13-14).

del que clama

βοῶντος [boôntos] Presente Ptcp. Act. gen. sing. masc. de βοάω [boaô] "implorar"; "dar voces", "clamar", "gritar".

en el desierto

ἐν τῇ ἐρήμῳ [en tê erêmô]

Ver com. vers. 1.

Westcott-Hort 1881

ουτος γαρ εστιν ο ρηθεις δια ησαιου

του προφητου λεγοντος φωνη βοωντος εν τη ερημω ετοιμασατε την οδον

κυριου ευθειας ποιειτε τας τριβους

αυτου

Reina-Valera 1960

Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:

Voz del que clama en el desierto:

Preparad el camino del Señor,

Enderezad sus sendas.

King James Version

For this is he that was spoken of by the prophet Esaias, saying, The voice of one crying in the wilderness, Prepare ye the way of the Lord, make his paths straight.

La Bible du Semeur

C'est Jean que le prophète Esaïe a annoncé lorsqu'il a dit: On entend la voix de quelqu'un qui crie dans le désert:

Préparez le chemin pour le Seigneur,

faites-lui des sentiers droits.

Russian Synodal Version

Ибо он тот, о котором сказал пророк Исаия: глас вопиющего в пустыне: приготовьте путь Господу, прямыми сделайте стези Ему.

Preparad

ἑτοιμάσατε [hetoimásate] Aoristo Imperativo Act. 2º pl. de ἑτοιμάζω [hetoimazô] "preparar", "aparejar", "disponer", "alistar", "aprontar", "aprestar"; "poner en orden"; "designar".

el camino

τὴν ὁδὸν [tên hodón]

τήν [tên] (artículo) acus. sing. fem de [ho]

ὁδόν [hodón] (Sust. fem.) acus. sing. de ὁδός [hodos] "camino".

Juan no sólo proclamó el establecimiento del "reino de los cielos" (vers. 2), sino también anunció la inminente llegada de su rey. La figura que se emplea en este versículo es la de la preparación que debía hacerse por anticipado para la venida del rey. Cuando un monarca del antiguo Cercano Oriente decidía visitar ciertas partes de su reino, despachaba mensajeros a cada distrito que iba a visitar para que anunciaran con anticipación su visita y ordenaran a sus habitantes que se prepararan para su llegada. Los habitantes de cada distrito debían "preparar" la ruta por donde había de viajar, porque esos caminos estaban bastante abandonados.

Señor

κυρίου [kuriou] Gen. sing. masc. de κύριος [kurios] "propietario", "dueño", "amo". Ver com. Mateo 1:20.

Enderezad

εὐθείας ποιεῖτε [eutheías poieíte]

εὐθείας [eutheías] (adjetivo) acus. pl. fem. de εὐθύς [euthus] "recto", "derecho".

ποιεῖτε [poieite] Presente Imperativo Act. 2º pl. de

ποιέω [poiéô] "hacer", "ejecutar", "realizar", "efectuar"; "producir"; "construir", "fabricar". El tiempo presente indica una acción continua: "haced continuamente".

sus sendas

τὰς τρίβους αὐτοῦ [tas tríbous autou]

τάς [tas] (artículo) acus. pl. fem de [ho]

τρίβους [tríbous] (sustantivo) acus. pl. fem. de τρίβος [tríbos] "senda", "vereda"; camino trillado [gastado]" (el que es común y sabido, usado y frecuentado).

αὐτοῦ [autou] (pronombre personal - 3ª pers.)

Puesto que "el reino de Dios está dentro de vosotros" (Lucas 17:21, traducción literal del griego), es evidente que la obra de preparación debía realizarse en el corazón. La preparación de la cual habla aquí Juan es el enderezamiento de los lugares torcidos del corazón humano. Por eso Juan predicaba un "bautismo de arrepentimiento" (Mar. 1:4), literalmente, un "bautismo de cambio de parecer" (ver com. Mat. 3:2).

Debían echarse abajo el orgullo y la altivez de los hombres:

"Todo valle se rellenará, Y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanados" (Luc. 3: 5).

Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: "Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas". (BJ)

Porque este es aquel a quien se refirió el profeta Isaías, diciendo: VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: "PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS." (LBLA)

Nota 1.

Isaías

El mayor de los profetas hebreos y autor del libro que lleva su nombre. Fue hijo de Amoz, llamado al oficio profético hacia el final del reinado de Uzías; también sirvió bajo Jotam, Acaz y Ezequías (Isaías 1:1). La tradición dice que fue primo de Uzías y murió cerca de 686 a.C. Llamado a ser profeta en su juventud, Isaías se dedicó plenamente al servicio de Dios en ocasión de la única visión que ha registrado: la percepción de la infinita santidad del carácter de Dios que lo llevó a una conversión más plena y a una respuesta más comprometida con el servicio a Dios (Is. 6). Sus contemporáneos en el cargo profético fueron Oseas (en el reino norteño de Israel; Oseas 1:1) y Miqueas (en el reino sureño de Judá; Miqueas 1:1).

Isaías, un hombre elocuente, educado y muy culto, vivió en Jerusalén y sirvió como el consejero político y religioso de la nación. Intentó mantener a Judá firme y leal a Dios durante los años turbulentos e inciertos que vieron la disolución del reino del norte y su caída en el 723/22 a.C., y a través de las reiteradas invasiones asirias a Judá en los años que siguieron. Sin temor reprendió los pecados del pueblo, aconsejó a los gobernantes a confiar en Dios en lugar de depender de alianzas extranjeras que lo ataban, previó la cautividad babilónica, y escribió en detalle con respecto a la gloriosa restauración que culminaría con la venida del Mesías y el establecimiento de su reino eterno, siempre que el pueblo cooperara con Dios. La influencia de Isaías fue grandemente responsable de la reforma efectuada por Ezequías, a quien animó y guió durante todo su reinado. Sus consejos y advertencias fueron los factores decisivos en persuadir al rey y al pueblo a mantenerse firmes cuando Senaquerib amenazó con tomar Jerusalén. De acuerdo con la tradición, Isaías fue mártir del hijo de Ezequías, Manasés, que abolió las reformas instituidas por su padre y, presumiblemente, hizo aserrar al profeta por la mitad (cf. Heb. 11:37).

Ver también:

LOS PROFETAS Y LAS PROFECÍAS

ISAÍAS

CRONOLOGÍA - Isaías

Nota 2.

La aplicación original de Isaías 40:3

"Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados. Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado." (Isaías 40:1-5).

Consolaos, consolaos, pueblo mío.

Con el capítulo 40 comienza la tercera y última sección del libro de Isaías. Los cap. 40-66 son, en muchos sentidos, la parte más importante de la profecía de Isaías. Los cap. 1-35 constan mayormente de reproches contra las transgresiones y anuncios de castigos venideros. En los cap. 36-39 se relatan sucesos relacionados con la invasión de Senaquerib, la enfermedad y curación de Ezequías y la visita de los embajadores babilonios. En los capítulos que siguen, el mensaje del profeta es muy diferente, tanto en su contenido como en su estilo. Las amenazas de juicios y castigos quedan mayormente en el pasado, y el resto del libro presenta promesas del derramamiento de la gracia divina sobre los justos. En buena medida se debe a los cap. 40-66 el que se llame a Isaías el "profeta evangélico". Aquí, en el lenguaje más sublime que jamás haya pronunciado un orador inspirado, Isaías expone el glorioso futuro de Israel como fiel "siervo" de Dios, su liberación de todo enemigo, la venida del Mesías y el establecimiento del reino mesiánico. Los pensamientos del profeta se anticipan al tiempo cuando Dios concederá su favor a su pueblo y las bendiciones de la justicia y la paz.

Son muchas las predicciones relacionadas con el Mesías venidero: su carácter y su ministerio, su vida, su abnegado servicio y su muerte. Se describen el engrandecimiento de la iglesia y el ingreso en ella de los gentiles. También se pintan cuadros arrobadores de la tierra restaurada a la paz y la hermosura edénicas. En toda esta sección, Israel (es decir, el pueblo de Judá, pues el reino del norte ya no existía) aparece como el pueblo elegido de Dios, como su "siervo", su "escogido" en quien Dios "tiene contentamiento" (cap. 42:1; etc.).

El peligro representado por Asiria, el principal enemigo de Judá en los cap. 1-39, en buena medida había desaparecido. Pero por medio del profeta Isaías, Dios prepara a su pueblo para una calamidad aún mayor: el cautiverio babilónico que llegaría un siglo más tarde. En la sección que comienza con el cap. 40, Dios encuentra a los israelitas desanimados por el aparente fracaso del propósito divino para ellos como nación, y los insta a esperar con fe la gloriosa perspectiva que les aguardaría cuando regresaran del cautiverio.

En la primera parte del libro, Isaías presenta un mensaje de reproche. Ahora pronuncia promesas de consuelo y esperanza. La sección anterior trata mayormente de la injusticia del pueblo; ésta habla de la justicia de Dios. Los cap. 1-39 se refieren principalmente al éxito del enemigo en apartar al pueblo de Dios de sus elevados ideales; los cap. 40-66 se ocupan del éxito de Dios en llevar de nuevo a Israel a su posición ideal como luz y esperanza del mundo. Se presenta un cuadro notable del Mesías como Siervo de Dios, y de los hombres que siguen sus pisadas y son sus testigos. Aparecen también cuadros sublimes de Dios como la esperanza de su pueblo, y del pueblo que se vuelve a él y ocupa su posición designada como representante de Dios en la tierra. En estos capítulos los Judíos son liberados del poder de Babilonia, ocupan de nuevo la tierra prometida, y los lugares desiertos de la tierra llegan a ser como "huerto de Jehová" (cap. 51:3).

Hablad al corazón de Jerusalén

El libro de Isaías comienza con un duro mensaje de reprensión para Jerusalén (cap. 1:2-10). Ella era entonces una "ciudad asolada", impía como Sodoma y Gomorra (cap. 1:8-10); pero ahora Isaías contempla el momento cuando "su tiempo" se habrá cumplido y Dios le envía un mensaje consolador. Ya ha sido castigada por sus pecados, y ahora se le ofrecen perdón y restauración.

Su tiempo

"Su milicia" (BJ). Esta "milicia" incluye las invasiones militares en tiempos de Isaías, las conquistas babilónicas en los días de Nabucodonosor más de un siglo después y, en sentido figurado, la milicia más amplia de la iglesia en contra de las potestades de las tinieblas en todas las edades. Anticipándose con visión profética al tiempo de la restauración después del cautiverio babilónico, Isaías habla con confianza, como si los enemigos de Israel ya hubieran sido vencidos.

Preparad camino

El propósito divino era que cuando Judá regresara del cautiverio babilónico, se esforzara al máximo en la preparación de ella misma, como también de las naciones que la rodeaban, para la venida del Mesías. Aguardaba a la nación un futuro glorioso, pues el programa divino continuaría aceleradamente y sin

interrupción hasta que el Mesías apareciera y estableciera su reino eterno. El proceso de preparación llegaría al máximo con la vida y el ministerio de Juan el Bautista, a cuya obra se refieren específicamente estas palabras. Del mismo modo, la iglesia hoy tiene el privilegio de preparar el "camino a Jehová", a fin de que él pueda volver a la tierra con poder y gloria. Esta preparación, como en el caso del antiguo Israel, es doble. En primer lugar, consiste en la transformación del carácter, y en segundo término, en la proclamación del mensaje evangélico a toda la humanidad. Compárese con Isa. 62: 10 -12; Mal. 3: 2.

Los preparativos para la venida de un monarca terrenal incluían la reparación del camino por el cual había de pasar, para que no tuviera dificultad en llegar. Estas palabras aplicadas a la venida del Mesías Rey, tienen un sentido espiritual. La obra de Juan el Bautista fue la de exhortar a los hombres a que prepararan sus propios corazones y sus vidas para la venida de Jesús (Mat. 3: 5-12; Luc. 3:3-17). Los mensajeros de Dios en los últimos tiempos han de proclamar un mensaje similar.

La gloria de Jehová

Esta se revelaría en la vida y en el ministerio de nuestro Señor (Juan 1:14; 2:11; 2 Ped. 1:16). Cuando Jesús aparezca por segunda vez, los hombres contemplarán su gloria visible (Mat. 16:27; 25:31; Apoc. 1:7).