12:1

"Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela,

y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré."

ויאמר יהוה אל־אברם לך־לך

מארצך וממולדתך ומבית אביך

אל־הארץ אשר אראך

וַיֹּאמֶר יְהוָה אֶל-אַבְרָם, לֶךְ-לְךָ

,מֵאַרְצְךָ וּמִמּוֹלַדְתְּךָ וּמִבֵּית אָבִיךָ

אֶל-הָאָרֶץ, אֲשֶׁר אַרְאֶךָּ

LXX:

και ειπεν κυριος τω αβραμ εξελθε εκ της γης σου και εκ της συγγενειας σου και εκ του οικου του πατρος σου εις την γην ην αν σοι δειξω

Vulgata:

dixit autem Dominus ad Abram egredere de terra tua et de cognatione tua et de domo patris tui in terram quam monstrabo tibi

Vete.

De aquí en adelante Abram es el héroe de la narración del Génesis. Esta es la primera revelación dada por Dios a Abram que se registra, aunque se sabe por Hechos 7: 2 que Dios se le había aparecido por lo menos una vez antes. La palabra de Jehová comienza con una orden, continúa con una promesa y termina con una bendición. Estos tres aspectos importantes caracterizan toda manifestación de Dios para el hombre. Las promesas de Dios se cumplen y sus bendiciones se reciben tan sólo cuando sus mandamientos son obedecidos. Generalmente los hombres están deseosos de recibir las bendiciones de Dios y ver la realización de sus promesas, pero sin cumplir con sus requerimientos.

El llamamiento de Dios demandaba que Abram rompiera completamente con el pasado. No sólo tenía que salir de la tierra de los dos ríos, Mesopotamia, en la cual estaban situadas tanto Ur como Harán, sino que también tenía que renunciar a sus vínculos familiares y aun a la casa de su padre, para no volver nunca más a los de su propia sangre y raza. Fue una dura prueba. Harán y Ur compartían la misma civilización y las mismas normas de vida. Todo esto cambiaría inmediatamente cuando dejara la tierra de los dos ríos y cruzara a Siria y Palestina. En vez de fértiles tierras de pastoreo, encontraría una región montañosa densamente arbolada. En vez de vivir entre las tribus semíticas a las que pertenecía y que eran muy civilizadas, estaría errabundo

entre tribus de un nivel cultural materialmente inferior y de una religión especialmente degradada.

Seguramente no debe haber sido fácil que Abram rompiera todos los lazos con su amada patria, una tierra en la que había pasado toda su vida y a la que estaba unido por muchos tiernos vínculos. Un joven puede salir de su país natal con poco pesar, pero no es fácil que un hombre de 75 años haga una decisión tal.

La tierra que te mostraré.

Génesis 11: 31 indica que el destino original de Abram había sido Canaán. Es obvio que Dios debe haber especificado Canaán como la tierra hacia la cual él debía dirigir sus pasos. En esta ocasión (cap. 12: 1) no se menciona a Canaán, pero es claro que Abram sabía que Canaán era el lugar donde Dios quería que él fuera. Partió teniendo en cuenta a Canaán (vers. 5). La declaración de Pablo en Hebreos 11: 8 de que Abram "salió sin saber a dónde iba" evidentemente se refiere a que de allí en adelante no tendría un lugar seguro donde morar, sino que iba a ser peregrino y extranjero (Heb. 11: 9). En adelante Dios lo guiaría día tras día y él nunca sabría por adelantado lo que le podría traer el futuro.

11:32 12:2