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"Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto

para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra."

ויהי רעב בארץ וירד אברם מצרימה

לגור שם כי־כבד הרעב בארץ

וַיְהִי רָעָב, בָּאָרֶץ; וַיֵּרֶד אַבְרָם מִצְרַיְמָה

לָגוּר שָׁם, כִּי-כָבֵד הָרָעָב בָּאָרֶץ

LXX:

και εγενετο λιμος επι της γης και κατεβη αβραμ εις αιγυπτον

παροικησαι εκει οτι ενισχυσεν ο λιμος επι της γης

Vulgata:

facta est autem fames in terra descenditque Abram in Aegyptum

ut peregrinaretur ibi praevaluerat enim fames in terra

Hubo entonces hambre.

Apenas había pasado Abram por la tierra prometida, cuando una gran hambre lo obligó a dejarla. Canaán, aunque era naturalmente fértil, se veía sometida a los castigos de la sequía, especialmente en aquellos años cuando las lluvias de noviembre y diciembre -de las cuales dependía la región- faltaban o eran escasas (ver Gén. 26: 1; 41: 56; 1 Rey. 17: 1; Hag. 1: 10, 11). La presencia de esta hambre precisamente cuando Abram entró en la tierra, fue una prueba adicional de su fe. Debía enseñarle lecciones de sumisión, fe y paciencia. Tenía que comprender que aun en la tierra prometida el alimento y las

bendiciones proceden solamente del Señor.

Descendió Abram a Egipto.

Encontrándose en el sur de Canaán, a Abram le pareció natural ir a Egipto, el país de la abundancia, en busca de sustento. Aunque Egipto mismo ocasionalmente era azotado por el hambre cuando no ocurría el desbordamiento del Nilo, era conocido en los países circunvecinos como un puerto de refugio en tiempos de necesidad.

Los antiguos registros egipcios se refieren a repetidas ocasiones en que los asiáticos entraron en el país para alimentar sus rebaños hambrientos. A veces esos visitantes permanecían en el país y se convertían en una amenaza para los naturales de él. Amenemhet I (1991-1962 AC), primer rey de la dinastía XII, fortificó su frontera oriental con el propósito confesado "de no permitir que los asiáticos entraran en Egipto para mendigar agua, según [su] forma acostumbrada, para dar de beber a su ganado".

Un documento posterior, el informe de un funcionario de la frontera del tiempo de los jueces hebreos, menciona que los beduinos de Edom recibieron permiso para entrar en

Egipto a fin de preservar su vida y la de su ganado.

El registro más famoso de una visita de asiáticos a Egipto en el tiempo de Abram, es la pintura de la tumba de un noble, en el tiempo del faraón Sen-Usert II (1897-1879 AC). Describe la llegada de 37 beduinos semíticos que habían ido para negociar cosméticos con los egipcios y muestra sus facciones, sus coloridas vestimentas, sus armas y sus instrumentos musicales. Este documento excepcional es una gran contribución a nuestra comprensión del tiempo de Abram.

Ningún artista moderno que prepare cuadros de la edad patriarcal puede permitirse descuidar esa pintura contemporánea del tiempo de Abram. Esta evidencia documental en cuanto a la entrada de asiáticos en Egipto con propósitos comerciales, o para adquirir alimento en tiempo de necesidad, ayuda a hacerse una imagen de Abram descendiendo al valle de Egipto para preservar la vida de sus rebaños y manadas.

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