Mateo 3:12

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Su aventador está en su mano,

οὗ τὸ πτύον ἐν τῇ χειρὶ αὐτοῦ

hou to ptúon en tê cheirí autou

de quien el aventador en la mano de él

y limpiará su era;

καὶ διακαθαριεῖ τὴν ἅλωνα αὐτοῦ

kai diakathariei tên halôna autou

y limpiará de punta a punta la era de él

y recogerá su trigo en el granero,

καὶ συνάξει τὸν σῖτον αὐτοῦ εἰς τὴν ἀποθήκην

kai sunáxei ton siton autou eis tên apothêkên

y recogerá el trigo de él en el granero

y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

τὸ δὲ ἄχυρον κατακαύσει πυρὶ ἀσβέστῳ.

to de achuron katakaúsei puri asbéstô

la[2] y[1] paja consumirá por fuego inextinguible

Textus Receptus Stephanus 1550

ου το πτυον εν τη χειρι αυτου και διακαθαριει την αλωνα αυτου και συναξει τον σιτον αυτου εις την αποθηκην το δε αχυρον κατακαυσει πυρι ασβεστω

Vulgata

cuius ventilabrum in manu sua et permundabit aream suam et congregabit triticum suum in horreum paleas autem conburet igni inextinguibili

Almeida Revista e Atualizada

A sua pá, ele a tem na mão e limpará completamente a sua eira; recolherá o seu trigo no celeiro, mas queimará a palha em fogo inextinguível.

La Nuova Diodati

Egli ha in mano il suo ventilabro e pulirà interamente la sua aia; raccoglierà il suo grano nel granaio, ma arderà la pula con fuoco inestinguibile.

Luther Bibel 1545

Und er hat seine Wurfschaufel in der Hand: er wird seine Tenne fegen und den Weizen in seine Scheune sammeln; aber die Spreu wird er verbrennen mit ewigem Feuer.

Su aventador

οὗ τὸ πτύον [hou to ptúon]

οὗ [hou] (Pronombre relativo) gen. sing. masc. de ὅς

[hos] "que", "quien", "cual".

τό [to] (artículo) nom. sing. neutro de [ho].

πτύον [ptúon] (sust. neutro) nom. sing. "pala de aventar" o "bieldo".

está en su mano

ἐν τῇ χειρὶ αὐτοῦ [en tê cheirí autou]

ἐν [en] preposición c/ dativo, "en", "entre", "dentro de".

τῇ [tê] (artículo) dat. sing. fem. de [ho].

χειρί [cheirí] (sust. fem.) dat. sing. de χείρ [cheír] "mano".

αὐτοῦ [autou] (pronombre personal) gen. sing. masc. "de él", "suyo".

Con el bieldo se levantaba el grano de la era y se lo echaba al viento para que se separara el tamo. El grano caía de nuevo al suelo, pero el viento se llevaba el tamo, que era después recogido y quemado.

La era por lo general era un lugar plano de suelo duro, en forma circular, de unos 15 m de diámetro. Se desparramaban allí sobre el suelo las gavillas enteras o las espigas ya separadas de las gavillas, donde eran pisoteadas por bueyes para separar los granos de las espigas. Algunas veces se usaba para esto un tablón cargado de piedras y tirado por bueyes. Después de aventarse el grano, se lo pasaba por cedazos para sacarle la tierra y las piedrecitas. Entonces se lo consideraba listo para guardar y, posteriormente, molerlo.

y limpiará su era

καὶ διακαθαριεῖ τὴν ἅλωνα αὐτοῦ

[kai diakathariei tên halôna autou]

καί [kai] (conjunción) "y", "también".

διακαθαριεῖ [diakathariei] Futuro Ind. Act. 3ª sing. de διακαθαρίζω [diakatharízô] "limpiar de punta a punta", "limpiar completamente".

τήν [tên] (artículo) acus. sing. fem de [ho]

ἅλωνα [hálôna] (sust. fem.) acus. sing. de ἅλων [hálôn] "era".

αὐτοῦ [autou] (pronombre personal) gen. sing. masc. "de él", "suyo".

La figura es la de un agricultor que comienza a limpiar desde un extremo de su era y limpia sistemáticamente hasta el otro.

y recogerá su trigo

καὶ συνάξει τὸν σῖτον αὐτοῦ

[kai sunaxei ton siton autou]

καί [kai] (conjunción) "y", "también".

συνάξει [sunaxei] Futuro Ind. Act. 3ª sing. de

συνάγω [sunágô] "reunir", "juntar"; "convocar"; "recoger"; "acoger".

τόν [ton] (artículo) acus. sing. masc. de [ho]

σῖτον [siton] (sust. masc.) acus. sing. de σῖτος [sitos] "trigo", "grano [cereal]".

αὐτοῦ [autou] (pronombre personal) gen. sing. masc. "de él", "suyo".

El proceso de separar a los justos de los impíos se realiza al "fin del siglo":

"Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero." - "El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga." - "Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes." (Mateo 13:30, 39-43, 49-50).

en el granero

εἰς τὴν ἀποθήκην [eis tên apothêkên]

εἰς [eis] preposición con acusativo: "en", "a", "con", "entre", "hacia", "para", "por", "sobre"; "a través de", "por medio de", "a causa de".

τήν [tên] (artículo) acus. sing. fem de [ho]

ἀποθήκην [apothêkên] (sust. fem.) acus. sing. de

ἀποθήκη [apothêkê] "almacén", "granero".

y quemará la paja

τὸ δὲ ἄχυρον κατακαύσει

[to de áchuron katakaúsei]

τό [to] (artículo) acus. sing. neutro de [ho]

δέ [de] (conjunción). Nunca es la primera palabra en una oración aunque allí debería ser su lugar. Puede ser, frecuentemente, omitida en la traducción: "y", "pero".

ἄχυρον [áchuron] (sust. neutro) acus. sing. de ἄχυρον [áchuron] "paja".

κατακαύσει [katakaúsei] Futuro Ind. Act., 3ª sing. de κατακαίω [katakaíô] (de κατά [katá] denotando disolución + καίω [kaíô] "prender fuego a", "encender", "incendiar". Pasivo: "arder"): "quemar completamente"; "consumir por el fuego", "destruir [aniquilar] por el fuego".

Latín (Vulgata): "conburet", Futuro Ind, 3ª sing. de "comburo" ("combustión" y combustible" provienen de este vocablo) "quemar", "consumir", "destruir con fuego", "reducir a cenizas", "cremar".

Westcott-Hort 1881

ου το πτυον εν τη χειρι αυτου και διακαθαριει την αλωνα αυτου και συναξει τον σιτον αυτου εις την αποθηκην το δε αχυρον κατακαυσει πυρι ασβεστω

Reina-Valera 1960

Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

King James Version

Whose fan is in his hand, and he will throughly purge his floor, and gather his wheat into the garner; but he will burn up the chaff with unquenchable fire.

La Bible du Semeur

Il tient en main sa pelle à vanner il va nettoyer son aire de battage et amasser le blé dans son grenier. Quant à la bale, il la brûlera dans un feu qui ne s'éteindra jamais.

Russian Synodal Version

лопата Его в руке Его, и Он очистит гумно Свое и соберет пшеницу Свою в житницу, а солому сожжет огнем неугасимым.

en fuego

πυρί [purí] (sust. neutro) dat. sing. de πῦρ [pur] "fuego".

Esto hacía con frecuencia el agricultor palestino una vez que el trigo había sido cuidadosamente guardado.

que nunca se apagará

ἀσβέστῳ [asbéstô] (adjetivo) dat. sing. neutro de

ἄσβεστος [ásbestos] (de α [a], como una partícula negativa, + σβέννυμι [sbénnumi] "extinguir", "apagar"): "inextinguible" o "no extinguible".

Sin duda Juan el Bautista basó su mensaje en las palabras de Malaquías (ver Mar. 1:2):

"He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia." (Mal. 3:1-3).

Cristo dijo específicamente que Juan había cumplido la predicción de Malaquías:

"Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos." (Mal. 4:5).

"Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir." (Mat. 11:14).

"Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos." (Mat. 17:12).

Cuando Juan habló de "fuego que nunca se apagará" bien pudo haber tenido en cuenta las palabras de Mal. 4:1, acerca del día del Señor, "ardiente como un horno", cuando los impíos serían como "estopa". El fuego de ese gran día, según Malaquías, los consumiría de modo que no quedaría ni "raíz ni rama" (Mal. 4:1).

"¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia." (Mal. 3:2, 3).

Lejos de presentar la idea de un fuego que arde para siempre en el cual los impíos serán atormentados eternamente, las Escrituras hacen resaltar que los

réprobos serán quemados de modo tan completo que no quedará ni rastro de ellos. La idea de un infierno que arde para siempre no aparece en la Biblia, y es

totalmente ajena al carácter de Dios.

Las Escrituras afirman que Sodoma y Gomorra "fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno" (Jud. 7).

"Condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente" (2 Ped. 2:6).

Ell fuego que consumió esas impías ciudades se apagó hace mucho; hoy ya no arde. Sin embargo, esas ciudades fueron dadas como "ejemplo" de lo que será el fuego del último gran día.

Así también Jeremías predijo que Dios encendería un fuego en las puertas de Jerusalén que consumiría aun los palacios de la ciudad y no se apagaría:

"Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo, y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo, yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará." (Jer. 17:27).

Esto se cumplió literalmente pocos años después, cuando Nabucodonosor tomó la ciudad en el año 586 a. C. (Jer. 52:12-13; cf. Neh. 1:3).

Se encendió ese fuego (2 Crón. 36:19), pero se ha apagado hace ya mucho tiempo. Un fuego que no "se apagará" es sencillamente un fuego que nadie quiere o puede extinguir. Sin embargo, cuando ya ha quemado lo que puede quemarse, naturalmente se apaga.

Es evidente que ese fuego no arde hoy. Así como se consumía totalmente la paja de una era en Palestina, y no quedaba más que ceniza, así también los impíos serán quemados con "fuego que nunca se apagará" en el último gran día hasta que no quede más que ceniza (Mal. 4:3).

"La paga del pecado es muerte" (Rom. 6:23). ¡Muerte! Muerte eterna, no una vida eterna milagrosamente conservada por un Dios vengativo, en medio de un fuego que nunca se apaga. A los justos se les promete vida eterna (Rom. 2:7) y la muerte de los impíos será tan permanente como la vida de los justos.

Ver: ¿Están vivos los muertos?

En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga. (BJ)

El bieldo está en su mano y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible. (LBLA)