13:15

"Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre."

כי את־כל־הארץ אשר־אתה ראה

לך אתננה ולזרעך עד־עולם

,כִּי אֶת-כָּל-הָאָרֶץ אֲשֶׁר-אַתָּה רֹאֶה

לְךָ אֶתְּנֶנָּה, וּלְזַרְעֲךָ, עַד-עוֹלָם

LXX:

οτι πασαν την γην ην συ ορας σοι δωσω αυτην

και τω σπερματι σου εως του αιωνος

Vulgata:

omnem terram quam conspicis tibi dabo

et semini tuo usque in sempiternum

Para siempre.

La promesa de Dios es inmutable. Así como los descendientes de Abram habían de

existir delante de Dios para siempre, así también Canaán siempre había de ser su patria.

Esta promesa, hecha originalmente respecto a los descendientes literales de Abram, a su vez es concedida a su verdadera posteridad espiritual, al linaje de la fe:

"Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa." (Gál. 3: 29).

Por lo tanto, ella no excluía la expulsión del linaje de los incrédulos de la tierra de Canaán.

13:14 13:16