Mateo 1:2

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Abraham engendró a Isaac,

αβρααμ εγεννησεν τον ισαακ

abraam egennêsen ton isaak

Abraham engendró a Isaac

Isaac a Jacob,

ισαακ δε εγεννησεν τον ιακωβ

isaak de egennêsen ton iakôb

Isaac[2] y[1] engendró a Jacob

y Jacob a Judá y a sus hermanos.

ιακωβ δε εγεννησεν τον ιουδαν και τους αδελφους αυτου

iakob de egennêsen ton ioudan kai tous adelphous autou

Jacob[2] y[1] engendró a Judá y a los hermanos de él

Textus Receptus Stephanus 1550

αβρααμ εγεννησεν τον ισαακ

ισαακ δε εγεννησεν τον ιακωβ

ιακωβ δε εγεννησεν τον ιουδαν

και τους αδελφους αυτου

Vulgata

Abraham genuit Isaac

Isaac autem genuit Iacob

Iacob autem genuit Iudam

et fratres eius

Almeida Revista e Atualizada

Abraão gerou a Isaque;

Isaque, a Jacó;

Jacó, a Judá e a seus irmãos;

La Nuova Diodati

Abrahamo generò Isacco;

Isacco generò Giacobbe;

Giacobbe; generò Giuda

e i suoi fratelli.

Luther Bibel 1545

Abraham zeugte Isaak.

Isaak zeugte Jakob.

Jakob zeugte Juda

und seine Brüder.

Con excepción de variantes debidas a la transliteración al griego de los nombres hebreos, y ciertas omisiones intencionales, la genealogía de Mateo, desde Abrahán hasta Zorobabel, concuerda con listas similares en el AT (1 Crónicas 1:28, 34; 2:1, 4-5, 9-12, 15; 3:15-19; cf. Rut 4:18-22). No hay registros con los cuales comparar los nombres del período intertestamentario desde Zorobabel hasta Cristo.

Abraham

Westcott-Hort 1881

αβρααμ εγεννησεν τον ισαακ

ισαακ δε εγεννησεν τον ιακωβ

ιακωβ δε εγεννησεν τον ιουδαν

και τους αδελφους αυτου

Reina-Valera 1960

Abraham engendró a Isaac,

Isaac a Jacob,

y Jacob a Judá

y a sus hermanos.

King James Version

Abraham begat Isaac;

and Isaac begat Jacob;

and Jacob begat Judas

and his brethren;

La Bible du Semeur

Abraham eut pour descendant Isaac.

Isaac eut pour descendant Jacob.

Jacob eut pour descendant Juda

et ses frères.

Russian Synodal Version

Авраам родил Исаака;

Исаак родил Иакова;

Иаков родил Иуду

и братьев его;

Heb. אברהם [ 'Abrâhâm ], "padre de una multitud" [como sugiere la expresión árabe ruham, "gran número", "multitud"], lo que concuerda con la explicación que Dios dio al patriarca después de cambiarle su nombre: "Te he puesto por padre de muchedumbre de gentes" (Gén. 17:5).

Abraham nació en Ur durante el período neosúmero. Alrededor del 1960 a.C., poco antes de su nacimiento y de acuerdo con la llamada Cronología Corta, cayó la fuerte 3ª dinastía de Ur (que había gobernado por más de 100 años). Fue reemplazada por las dinastías rivales de Isin y de Larsa, bajo las cuales Ur declinó algo en importancia como centro político del valle mesopotámico. Durante los 75 años que Abraham vivió en Ur y en Harán, el país estuvo bajo el dominio de gobernantes súmeros, aunque los amorreos, que ya habían dominado la mayor parte de Siria y Palestina, estaban penetrando en Mesopotamia. Hacia el 1830 a.C. fundaron la poderosa primera dinastía de Babilonia, cuyo 6º rey, Hamurabi (c. 1728-1686 a.C.), fue el gobernante más notable.

Cuando Abraham entró en Canaán, encontró el país mayormente en manos de los amorreos. Sin embargo, no era un estado unificado, pues lo componían numerosas ciudades estados de diversos tamaños, con reyes y reyezuelos de origen amorreo como la clase dominante. Egipto, por su parte, estaba regido por los poderosos reyes de la 12ª dinastía (1991-c 1780 a.C.). Si Abraham estuvo en Egipto entre 1875 y 1864 a.C. (Génesis 12), debió haber conocido a Sesostris III, faraón de Egipto, quien gobernó desde 1878 hasta 1840 a.C. De acuerdo con antiguos registros, este rey dirigió campañas militares contra Palestina y contra Skmm (que podría ser Siquem), pero no ocupó el país. Parecería que la campaña fue sólo para castigar la ciudad y no conquistarla. Durante el tiempo de Abraham se realizaron las campañas militares descriptas en Génesis 14. No se ha podido identificar a alguno de los reyes con monarcas conocidos de fuentes seculares; sin embargo, los hallazgos arqueológicos confirman la narración. Las exploraciones de Albright y Glueck descubrieron evidencias de que una cultura floreciente y muchas ciudades de Transjordania fueron destruidas en los siglos XX o XIX a.C., y que el país estuvo mayormente deshabitado por varios siglos después de esto. También existen indicios de que Sodoma y Gomorra, que presumiblemente estaban en el extremo sur del Mar Muerto, fueron destruidas en ese tiempo. Estas ciudades se mencionan en un texto cuneiforme de Ebla del período prepatriarcal.

La vida de Abraham se puede dividir en 4 grandes períodos:

1. Antes de entrar en Canaán; hasta los 75 años.

2. Peregrinación temprana en Canaán hasta el nacimiento de Isaac; unos 25 años.

3. Desde el nacimiento de Isaac hasta la muerte de Sara y el casamiento de Isaac con Rebeca; unos 40 años.

4. Vida posterior, ancianidad y muerte; unos 35 años.

1. Antes de entrar en Canaán.

Abraham nació en la ciudad de Ur o cerca de ella, en la Mesopotamia inferior, en 1950 a.C., salió de Harán rumbo a Canaán (después de la muerte de su padre) en 1875 a.C., visitó Egipto entre 1875 y 1864 a.C., y murió en el 1775 a.C. (después de haber vivido en Canaán durante 100 años). El padre de Abraham , Taré, tuvo otros 2 hijos: Nacor y Harán, padre de Lot (Génesis 11:27). La familia adoraba dioses paganos como también al verdadero Dios (Josué 24:2). El registro del Génesis no dice nada acerca de la aparición de Dios a Abraham antes de su salida de Ur, pero Hechos 7:2-4 claramente aplica el mandato de Génesis 12:1-3 al período durante el cual la familia todavía vivía en Ur. El destino original de la caravana familiar de Abraham , Taré, Nacor y Lot era Canaán (Génesis 11:31). Pero primero se establecieron en Harán, al norte de la Mesopotamia, aunque no se sabe cuánto tiempo permanecieron allí ni tampoco por qué se quedaron en ese lugar. Tal vez sólo tenían planes de permanecer lo suficiente como para dar descanso a sus rebaños, o quizá la edad avanzada de Taré impedía que el grupo prosiguiera el viaje (Génesis 11:32). Además, que Nacor no acompañara a Abraham hacia Canaán, después de la muerte de su padre, puede implicar que la opiniones sobre abandonar las ricas tierras de pastoreo de Harán estaban divididas. Sin embargo, con el tiempo a Abraham se le repitió la orden, quien tomó consigo a su sobrino Lot y salió de Harán hacia Canaán. Aparentemente los dos habían acumulado considerables bienes -mayormente en la forma de rebaños de ganado- y muchos esclavos y sirvientes (Génesis 12:1-5).

2. Peregrinación temprana en Canaán hasta el nacimiento de Isaac.

Durante los 25 años que transcurrieron entre la entrada a la tierra de Canaán y el nacimiento de Isaac, la familia patriarcal se mudó de un lugar a otro. De Siquem, el primer lugar donde se asentaron (Génesis 12:6), viajaron hacia el sur de Betel (vers. 8), de allí hacia el Neguev (o región del sur; vers. 9) y finalmente a Egipto (vers. 10). Luego regresaron al Neguev (Génesis 13:1) y a Betel (vers. 3), y finalmente se asentaron en Mamre, cerca de Hebrón, donde permanecieron la mayor parte de su período de peregrinación (Génesis 13:18 - 19: 38). No mucho antes del nacimiento de Isaac, Abraham peregrinó otra vez hacia el Neguev y "habitó como forastero en Gerar" (Génesis 20:1). El viaje a Egipto aparentemente se realizó no mucho después de la entrada de Abraham a Canaán. La sequía y el hambre, que periódicamente sufrían los habitantes de Palestina, lo impulsaron a buscar alimento en un país donde por lo general había abundancia, a pesar de que casi no tiene lluvias (Génesis 12:10). Mientras estuvo en Egipto, el temor por su seguridad personal condujo al patriarca a presentar a Sara como su hermana. Esta evidente falta de fe en la protección de Dios le creó una situación vergonzosa, que terminó con su expulsión de la tierra (Génesis 12: 11-20). Cuando Abraham regresó a Canaán era "riquísimo en ganado, en plata y en oro" (Génesis 13:1, 2); Lot también tenía "ovejas, vacas y tiendas" (vers. 5). La falta de pastos y de agua para estos grandes rebaños provocó la separación del patriarca y su sobrino. Lot se asentó primero en el fértil valle del Jordán y más tarde fue "poniendo sus tiendas hasta Sodoma"; Abraham regresó a Mamre, cerca de Hebrón (vers. 6-18), donde habitó unos 20 años.

Durante su permanencia en ese lugar ocurrieron muchos acontecimientos importantes. El primero de ellos fue la invasión de una confederación de 4 reyes de la Mesopotamia bajo la conducción de Quedorlaomer (Génesis 14:1-10). Cinco reyes de la región de Sodoma se unieron contra los invasores, pero fueron derrotados, y sus habitantes llevados cautivos y sus bienes saqueados (vers. 11, 12). Al saber que su sobrino Lot estaba en manos de los invasores, Abraham los siguió con su propio ejército particular de 318 hombres y rescató a los cautivos, que estaban en la zona próxima a Sodoma, y sus posesiones (vers. 13-16). Al regresar de esta expedición Abraham se encontró con Melquisedec, sacerdote y rey de Salem, y le dio "los diezmos de todo" (vers. 17-24). Poco después de esta experiencia, el Señor hizo un pact o solemne con el patriarca, asegurándole que sus descendientes poseerían Canaán (Génesis 15). Como en Mamre pasaban los años y no nacía ningún heredero, Abraham tomó el asunto en sus manos y se casó con Agar, la sierva egipcia de su esposa, quien le dio su primer hijo: Ismael (Génesis 16:1-4). Este casamiento desafortunado produjo discordia en el hogar y culminó con la expulsión de Agar y de Ismael (16:5-16; 21:9-21). Durante su permanencia en Mamre, Dios renovó su pacto con Abraham e instituyó el rito de la circuncisión como señal del pacto (Génesis 17). Más tarde, el Señor le apareció en la forma de un caminante y le renovó la promesa de un hijo y heredero; en la misma ocasión le reveló la inminente destrucción de Sodoma y sus ciudades vecinas, lo que ocurrió al día siguiente (Génesis 18 y 19). Poco después de este acontecimiento la familia patriarcal se mudó a Gerar, donde Abraham otra vez alegó que Sara era su hermana y no su esposa (Génesis 20).

3. Desde el nacimiento de Isaac hasta la muerte de Sara y el casamiento de Isaac con Rebeca.

No mucho después de su mudanza a Gerar, nació Isaac (Génesis 21:1-7). Las fricciones entre Sara y Agar aumentaron -sin duda acerca de quién sería el heredero-, lo cual derivó en la expulsión definitiva de Agar e Ismael del hogar (vers. 8-21). Abraham permaneció en Gerar y en Beerseba hasta que Isaac llegó a la juventud (Génesis 21: 22-34). Mientras vivía en Beerseba, Dios probó su fe al pedirle que ofreciera a su hijo como sacrificio. Después de 50 años de residencia en Canaán, todavía no se habían cumplido las promesas de Dios de que la tierra se le daría a él y a sus descendientes; pero, con repetidas pruebas para su fe, ésta se elevó resplandeciente y triunfante en la prueba suprema (Génesis 22). El autor de Hebreos dedica casi 1/3 de su comentario -acerca de la vida fiel de los antiguos hombres de Dios-, a narrar los incidentes de la vida de Abraham que demostraron su fe (Hebreos 11:8-19). Hacia el fin de este período de peregrinación en Canaán, Abraham aparentemente regresó a Hebrón, donde Sara murió a la edad de 127 años (Génesis 23:1, 2). Allí compró a un heteo local la primera porción de Canaán que le perteneció: la cueva de Macpela y el campo en el que ésta se encontraba, y allí sepultó a su amada esposa (vers. 3-20). Con la muerte de Sara, Abraham percibió que su propia vida pronto terminaría. Aunque Isaac tenía casi 40 años, aún no se había casado, y el patriarca se sintió impulsado a hacer provisión para la perpetuación de la línea familiar acerca de la cual se le habían hecho las promesas. Por eso envió a su fiel mayordomo Eliezer a Mesopotamia, donde vivían sus parientes (Génesis 22:20-24), para buscar una esposa para Isaac, una mujer que pudiera comprender y apreciar los privilegios y las responsabilidades del pacto (Génesis 24:1-9). La misión fue coronada con el éxito, y a su debido tiempo Eliezer regresó a Canaán con Rebeca, hija de Betuel, sobrino de Abraham , quien era hijo de Nacor (vers. 10-67). El amor cementó la unión así arreglada, y unos 20 años más tarde nacieron los primeros niños (25:20-26).

4. Vida posterior, ancianidad y muerte.

Durante unos 35 años después de su casamiento, Isaac compartió el hogar paterno con Abraham, quien se casó otra vez y crió varios hijos que le dio Cetura (Génesis 25:1-4). Antes de su muerte, a la edad de 175 años, Abraham hizo arreglos para el traspaso a Isaac de los bienes, los derechos y los privilegios que le correspondían como heredero de las promesas del pacto (Génesis 25:5), mientras que los otros hijos recibieron regalos abundantes -sin duda, ovejas y vacas- y los envió hacia el este (vers. 6). Ismael e Isaac enterraron a su padre en la cueva de Macpela, donde algún tiempo antes habían enterrado a Sara (vers. 8-10). A pesar de las debilidades comunes a todos los hombres, Abraham perseveró en el propósito de toda su vida de caminar por donde Dios lo dirigiera, ya fuera en el largo viaje de Ur a Canaán o al monte Moriah para ofrecer a su único hijo, el hijo de la promesa. Mediante el fuego de las pruebas, las demoras y el chasco, su fe se fue perfeccionando, por lo que pudo ser llamado "amigo de Dios" (Santiago 2:23). La elevada estima en que apropiadamente lo tuvieron sus descendientes, con el tiempo degeneró casi hasta el punto de ser honrado por encima de Dios. Pero el brillo de su fe y su larga vida de devoción a la voluntad de Dios resplandecen sin marchitarse por todas las generaciones.

Engendró

Gr. εγεννησεν [egennêsen], aoristo indicativo activo, 3ª sing. de γεννάω [gennaô], (causal de γιγνομαι = γινομαι [ginomai] "tornarse", de hombres: "nacer"). Se refiere especialmente al padre: "engendrar, generar", "ser" o "tornarse" padre de alguien". En sentido figurado, "causar, producir".

a Isaac

τον ισαακ [ton isaak], "a Isaac".

τον [ton], acusativo singular masculino de ο [ho], artículo definido.

Heb. יצחק ytschk [Yitschaq], "él ríe" o "risa". Hijo de Abrahán de acuerdo con la promesa:

Génesis 21:1-3

"Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac."

Gálatas 4:28

"Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa."

El nombre Isaac refleja el gozo de los padres cuando nació (Génesis 21:6, 7). Tanto Abrahán como Sara se rieron mientras se hacían preguntas y mostraban cierta incredulidad ante la promesa de que Sara tendría un hijo (Génesis 17:17-19; 18:9-15); pero rieron con gozo cuando se cumplió (Génesis 21:3, 6).

Desde la entrada de Abrahán en Palestina, 25 años antes del nacimiento de Isaac, Dios le había prometido en varias ocasiones un hijo y heredero (Génesis 12:2, 4; 13:15, 16; 15:4, 5, 13, 18; 17:2-7; 18:10); hasta le especificó el nombre y el tiempo en que nacería (Gén. 17:16-21).

Sin hijos a edad avanzada, y sin comprender completamente el propósito divino, Abrahán había propuesto una vez adoptar a Eliezer, su siervo, como hijo y heredero, pero Dios le dijo que un hijo propio lo habría de heredar (Génesis 15:1-6). Poco después de esto Abrahán tomó a Agar, la criada de Sara, quien le dio un hijo, Ismael, cuando ya había estado en Canaán por 11 años (Génesis 16:1-5, 15, 16).

Cuando, 13 años más tarde, Dios le anunció el inminente nacimiento de Isaac (Génesis 17:1-8, 15-17), Abrahán intercedió en favor de Ismael a quien amaba entrañablemente y a quien había considerado como su hijo y heredero (vers. 18, 19). Un año más tarde nació lsaac, siendo Abrahán de 100 años y Sara de 90 (Génesis 17:17; cf. vers. 1; 21:5).

Isaac fue circuncidado al octavo día (Génesis 21:4) en reconocimiento de la promesa del pacto (Génesis 17:2-17).

Por causa de las fricciones y los celos, Hagar e Ismael fueron expulsados del grupo familiar cuando Isaac fue destetado (21:9-14).

Siendo ya Isaac un joven, Dios sometió a Abrahán a la prueba suprema de su fe al ordenarle ofrecer a su hijo como holocausto (22:1-14).

Abrahán obedeció por fe creyendo que Dios podría resucitar a Isaac de los muertos (Hebreos 11:17-19), pero a último momento su mano fue detenida por una voz del cielo. Esta prueba demostró su completa sumisión a Dios y su dependencia de él. Tres años después de la muerte de Sara (Génesis 23:1; cf. 17:17), cuando Isaac tenía 40 años de edad (Génesis 24:1-20; 25:20), Abrahán hizo arreglos para conseguir una esposa para él de entre sus parientes en la región de Harán. El anciano patriarca temía que el casamiento con las cananeas idólatras pervirtiera la fe de Isaac y destruyese el propósito divino Rebeca cumplió el deseo paterno.

Isaac, que siguió viviendo en las tierras del sur donde había nacido (Génesis 24:62; cf. 20:1), habría tenido una disposición contemplativo y retraída, y habría sido afectuoso e indulgente (Génesis 24:63, 67; 25:28; 27:1-5, 30 40).

Con la venida de una sequía y el hambre consiguiente, mudó su campamento unos 80 km hacia el norte, hacia Gerar, en la fértil llanura al sur de Gaza (Génesis 26:1, 6). Allí Dios se le apareció y renovó el pacto que había hecho con Abrahán (vers. 2-5). Mientras estuvo en Gerar se indispuso con Abimelec, un jefe filisteo, por haber pretendido que Rebeca era su hermana y no su esposa (vers. 6-16). Próspero y jefe de una gran familia, Isaac tenía numerosos rebaños de ovejas y ganado (26:13-16; cf. 28:6). Como resultado de la competencia por la cantidad limitada de agua disponible en la región, Isaac cavó dos pozos sólo para entregarlos sin discusión cuando su derecho a ellos fue desafiado (26:23, 26-33; cf 28:10), y allí Dios le renovó otra vez la promesa del pacto (26:24, 25).

Veinte años después de casarse, Rebeca dio a luz los mellizos Esaú y Jacob (Génesis 25:25, 26; cf. vers. 20). Dios reveló que Jacob sería el más importante (vers. 23), pero lsaac favorecía a Esaú (vers. 28) y, en su ancianidad, se preparó para otorgarle la primogenitura (Génesis 27:1-5). Aprovechándose de su avanzada edad y sus sentidos limitados, Rebeca hizo planes con Jacob de engañar a su padre para asegurarle la primogenitura (vers. 6-29). La estratagema tuvo éxito, pero Jacob, para evitar la venganza de Esaú, tuvo que huir a Harán, donde peregrinó por unos 20 años (Génesis 27:46-28:5). Isaac murió a la edad avanzada de 180 años, y sus dos hijos, Esaú y Jacob, lo enterraron en Mamre, cerca de Hebrón, en la sepultura familiar (Génesis 35:27-29; 49:30, 31).

Y

δε [de]. Conjunción: "y", "pero".

Puede ser, frecuentemente, omitida en la traducción.

a Jacob

τον ιακωβ [ton iacôb], "a Jacob".

τον [ton], acusativo singular masculino de ο [ho] artículo definido.

Heb. יעקב y`qb [Ya`aqob] (del verbo עקב `aqab, "tomar del talón"; "ser más listo", "suplantar"), "tomador del talón", "el que suplanta [suplantador]".

Segundo hijo de Isaac, mellizo de Esaú, padre de los doce patriarcas y progenitor del pueblo hebreo. Rebeca, la esposa de Isaac, dio a luz a Esaú y Jacob 20 años después de haberse casado con Isaac. Ella no había tenido hijos, e Isaac intercedió por ella ante Dios cuando tenía unos 60 años de edad (Génesis 25:21, 22). Antes del nacimiento de los gemelos, el Señor le dijo a Rebeca que el mayor serviría al menor, con lo que indicaba que Jacob había de heredar la primogenitura (vers. 23).

El nombre Jacob nos recuerda que nació tomado del talón de Esaú, un incidente que los padres notaron y que más tarde tomaron como un signo de la relación futura de los dos hermanos (Génesis 25:26; 27:36; Oseas 12:2, 3). Mientras Esaú se dedicó a la aventurera vida de cazador, en la que se distinguió, Jacob creció como un hombre tranquilo que prefería la rutina doméstica y pastoral del campamento (Génesis 25:27). Se desarrolló una rivalidad entre los dos hermanos, porque Isaac favorecía a Esaú y Rebeca a Jacob. Isaac parece que nunca estuvo totalmente reconciliado con la idea de que Jacob debía llegar a ser su heredero, como lo implicaba la comunicación prenatal de Dios a Rebeca (Génesis 25:23), sino que aparentemente prefirió a Esaú, porque admiraba sus rasgos atrevidos, aventureros y masculinos. Rebeca, por otra parte, fue leal a la advertencia prenatal, y sin duda apreciaba la disposición práctica e industriosa de Jacob (vers. 28).

El incidente registrado en Génesis 25:29-34 describe gráficamente los caracteres dominantes de Jacob y Esaú, y proporciona una clave que explica por qué Dios rechazó a Esaú como custodio del pacto (cf. Romanos 9:10-13). Jacob estaba preparando una comida de lentejas cuando Esaú, débil y desanimado después de una expedición de caza infructífera, se acercó y le pidió una porción del potaje. Aferrándose a lo que consideraba una oportunidad para obtener la primogenitura, Jacob exigió codiciosamente que Esaú le vendiera su derecho de primogenitura antes de darle la comida. Esaú, manifestando su falta de sentido de los valores y de estabilidad emocional, renunció a la primogenitura "por una sola comida" (Hebreos 12:16).

Posiblemente a la edad de 137 años, Isaac le sugirió a Esaú que había llegado el momento para la transferencia formal de la bendición patriarcal a él como primogénito (Génesis 27:1-4). El rito se debía realizar sobre una comida de venado que Esaú había de traer del campo (vers. 3, 4). Sin embargo, por iniciativa de Rebeca, Jacob aceptó disfrazarse de Esaú ante el casi ciego Isaac con el fin de asegurarse la bendición mediante subterfugios, en la creencia errónea de que la promesa prenatal de preeminencia se perdería si no hacía algo (vers. 5-29). Vestido con las ropas de Esaú y cubiertas las manos y el cuello con cueros con mucho pelo para parecerse más a Esaú, que era muy velludo, Jacob le llevó al padre una comida rápidamente preparada por Rebeca, y recibió la bendición. La intriga apenas disimulada al comienzo lanzó a Esaú a la desesperación (vers. 30-38), la que, sin embargo, poco después se transformó en odio y deseos de venganza (vers. 41). Rebeca supo de su plan para matar a Jacob, y con el pretexto de encontrar una esposa adecuada para Jacob, hizo los arreglos para que éste saliera temporariamente de Canaán para hallar seguridad en el hogar de su infancia, en Harán (vers. 42-46).

En camino a los 20 años de exilio, durante los cuales Rebeca murió, Jacob, que ya tenía 77 años, por primera vez tuvo un encuentro personal con Dios como heredero de los privilegios y las responsabilidades del pacto, y prometió hacer su parte si podía regresar a su hogar (Génesis 28:10-22). Al llegar a la proximidad de Harán, se encontró con Raquel, la sobrina de su madre, en circunstancias que recuerdan el encuentro del fiel mayordomo de Abrahán con Rebeca, la esposa para su padre, en la misma zona casi 100 años antes (Génesis 29:1-12; cf. 24:10-28). Tal vez ahora Jacob sintió la bendición de Dios sobre su propia misión. Como un mes después de su llegada, hizo los arreglos para casarse con Raquel ofreciendo sus servicios a su padre, Labán, durante 7 años (Génesis 29:14-20). Al fin de ese período, Jacob, el astuto engañador, fue engañado, pues le dieron a Lea, la hermana mayor de Raquel, y se le pidió que sirviera 7 años más por Raquel (vers. 21-30). Durante los segundos 7 años le nacieron 11 hijos y una hija: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón y Dina, de Lea; Gad y Aser, de Zilpa, la criada de Lea; José, de Raquel; y Dan y Neftalí de Bilha, la criada de Raquel (Génesis 29:31-30:24). Después de 6 años más de servicio, durante los cuales Jacob formó sus propios rebaños de ganado y de ovejas, lo que despertó los celos de Labán y de sus hijos (Génesis 31:1, 43), y sospechando que tenían un plan para privarlo de su propiedad, partió silenciosamente hacia su hogar en Canaán (Génesis 30:25-31:18, 21, 31). Al saber de la huida, Labán y sus hijos siguieron a Jacob y lo al canzaron siete días más tarde (Génesis 31:19-25). Advertido por Dios durante su persecución, Labán se limitó a reprender a Jacob (vers. 24-35), y los dos hombres hicieron un pacto de no agresión antes de separarse (vers. 36-55).

Evidencias de la presencia y la bendición divinas señalaron el viaje de retorno a Canaán:

A. Una visión de ángeles en Mahanaim (Génesis 32:1, 2), y luego un encuentro con el Ángel de Jehová en persona junto al Jacob (Génesis 32:24-30; cf. Oseas 12:4). Antes de la segunda evidencia Jacob había enviado una misión de paz para calmar la ira de Esaú, pero éste respondió saliendo con 400 hombres, ostensiblemente para atacarlo (Génesis 32:3-8). Esto lo confrontó con la crisis de su vida, más tarde llamada "el tiempo de angustia [de] Jacob" (Jeremías 30:7).

B. En este segundo encuentro personal con el Señor, experimentó una completa conversión y un cambio de corazón (Génesis 32:9-30). También se le dio un nombre nuevo -Israel, "Dios contiende" o "Dios gobierna"- en señal de su sumisión bajo la relación del pacto (vers. 28). Al día siguiente se encontró con Esaú, y un espíritu de fraternidad se restableció entre ambos hermanos (Génesis . 33:1-15).

Jacob permaneció por un tiempo en Sucot, al este del Jordán, y más tarde se mudó a la vecindad de Siquem, donde compró una porción de tierra (vers. 17-20). Aquí sus hijos trataron en forma traicionera a los hombres de la ciudad en el incidente con su hermana Dina, y avergonzaron grandemente a su padre dejándolo muy perplejo (Génesis 34), de modo que se mudó a Bet-el (Génesis 35:1-8), donde Dios le confirmó nuevamente su pacto (vers. 9-15). Mientras Jacob avanzaba desde Bet-el para encontrarse con su padre en Mamre, cerca de Hebrón (vers. 27), murió Raquel al dar a luz a Benjamín, y Jacob la enterró cerca de Efrata (vers. 16-20). Un poco más tarde murió Isaac, y sus dos hijos lo sepultaron en el cementerio familiar en Hebrón (vers. 28, 29; cf. 49:31). Por varios años, Jacob permaneció en el sur, donde Abrahán e Isaac habían pasado tanto tiempo, sin duda mudándose de un lugar a otro con el fin de encontrar pastos para sus rebaños (Génesis 37:1).

Durante este tiempo, Jacob manifestó la misma parcialidad imprudente en favor de su hijo José (Génesis 37:3, 4), como la que su padre Isaac había mostrado hacia Esaú (Génesis 25:28), con resultados funestos semejantes. La crisis se produjo unos doce años antes de la muerte de Isaac (cf. Génesis 25:26; 37:2; 41:46, 47, 54; 45:6; 47:9), cuando José fue vendido como esclavo a Egipto por sus hermanos mayores (Génesis 37:23-36). Privado de José durante 22 años (vers. 32- 35), a quien pensaba muerto desde entonces, al principio reaccionó con incredulidad cuando le contaron que su hijo no sólo estaba vivo, sino que era el príncipe de la tierra de Egipto (Génesis 45:25, 26). Por invitación de José, y por causa de la severidad de la sequía que entonces azotaba Palestina (vers. 9-15), emigró a la tierra de los faraones (45:27, 28; 46:1) a la edad de 130 años (Génesis 47:9), y pasó los 17 restantes de su vida allí. A los 147 años llamó a sus doce hijos para bendecirlos, y murió (cps 48 y 49). José hizo embalsamar a su padre y lo enterró en la cueva de Macpela, cerca de Hebrón, el cementerio ancestral de la familia (Génesis 50:1-13; cf 23:3-20; 49:29-33).

Judá

Heb. יהודה yhwdh [Yehûdâh]), "alabanza".

Génesis 29:35

"Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz."

Por lo general (sobre la base de Génesis 29:35), el nombre se explica como "sea El (Dios) alabado", pero la etimología es incierta. El nombre aparece en un contrato entre documentos no bíblicos de los Rollos del Mar Muerto; en su forma aramea aparece en los papiros arameos de Elefantina del siglo V a.C.; también en antiguas monedas hebreas y asas de vasijas que se encontraron en Palestina.

Cuarto hijo de Jacob con su esposa Lea (Génesis 29:32-35), Judá se casó con una mujer cananea, Súa, con quien se había relacionado por medio de un amigo cananeo (Génesis 38:1, 2). Ella le dio 3 hijos: Er, Onán y Sela (vers. 3-5). Tomó como esposa para su hijo Er a Tamar, otra cananea (vers. 6). Cuando Er murió sin hijos, Judá dio a Tamar a su hijo Onán, en armonía con la costumbre de la época (vers 7, 8). Cuando Onán murió sin dejar heredero (ver.s 9, 10), Tamar volvió a la casa de su padre, con la promesa de Judá de que cuando Sela llegara a la madurez le sería dado por esposo (vers. 11). Como Judá no cumplió su palabra, Tamar llegó a tener descendientes de Judá con engaño; tuvo 2 hijos: Fares y Zara (vers. 12-30).

Aunque Judá se revela como moralmente aberrante en ciertos aspectos, en muchas otras facetas de su carácter parece haber sido más ejemplar que sus hermanos. No tomó parte en la masacre de Siquem, que realizaron Simeón y Leví (Génesis 34), y fue él, en un intento por salvar a José, quien propuso a sus hermanos que José fuera vendido y no asesinado (Génesis 37:26-28). Más tarde, en Egipto, mostró mucha nobleza de carácter cuando José, sin que fuera reconocido por sus hermanos, quiso detener a Benjamín por haber supuestamente robado la copa de plata. Judá suplicó elocuentemente en favor de su hermano menor y se ofreció como prisionero a José para obtener la liberación de Benjamín (Génesis 44).

Cuando Jacob y su familia emigraron a Egipto, Judá fue elegido para preceder al grupo y anunciar a José la llegada de Jacob (Génesis 46:28). Cuando Jacob bendijo a sus hijos en su lecho de muerte, dio a Judá las bendiciones que correspondían al primogénito (Génesis 49:8-12), pasando por alto a Rubén por su pecado de incesto (vers. 4), y a Simeón y Leví por su matanza de los siquemitas (vers. 5-7). Las profecías pronunciadas en ese momento se cumplieron más tarde. La tribu de Judá llegó a ser la más importante de todas las de Israel, y Fares, uno de los hijos de Judá fue el antepasado de David y de la casa real del reino del sur (Rut 4:18-22; 1 Crónicas 2:3-15; 3:1-6), y de Jesús, el Salvador de la humanidad (Mateo 1:3-6, 16). El autor de Hebreos afirma que "manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá" (Hebreos 7:14).

Mateo hace referencia a los otros hijos de Jacob, quizá con el propósito de recordar a los judíos de las otras tribus que Jesús -de la tribu de Judá- era Salvador de ellos también.

y

και [kai], conjunción: "y", "también".

(a los)

τους [tous], acusativo plural masculino de ο [ho] artículo definido.

sus

αυτου [autou], Genitivo singular masculino: "suyo" [de él]".

de αυτος [autos], pronombre personal 3ª persona.

hermanos

αδελφους [adelphous], Acusativo plural de αδελφος [adelphos] "hermano".

(de α [a], como una partícula de enlace y δελφυς [delphus], "matriz", "madre" [útero], lit: "de la misma matriz").

Esta palabra se usa en varios sentidos:

1. Persona de sexo masculino con respecto a su relación con cualquier otra persona que tiene los mismos padres (por ejemplo, Jacob y Esaú; Génesis 27:6), o en común uno de los padres (Jueces 8:19).

2. Hombre que tiene relación de sangre más o menos cercana. Así, Lot es llamado hermano de Abrahán (Génesis 13:8; 14:14, 16), aunque en realidad era sobrino.

3. Persona de una raza o nación emparentada. Moisés llamó "hermano" de los hebreos al edomita (Deuteronomio 23:7). Dentro de la raza hebrea, todos los hombres eran considerados hermanos (Nehemías 5:7; Jeremías 34:9).

4. Cualquier ser humano, ya que todos descienden del mismo antepasado. En este sentido, el Señor enseñó la verdadera relación fraternal (Mateo 5:22, 24; 7:3).

5. Creyente, como lo indican Mateo 23:8, Juan 21:23, Hechos 6:3 y Gálatas 1:2. Cristo mismo se presenta como hermano de aquellos a quienes salva (Romanos 8:29).

Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, (BJ)

Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos; (LBLA)

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