3:2
"Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer"
ותאמר האשה אל־הנחש מפרי
עץ־הגן נאכל
וַתֹּאמֶר הָאִשָּׁה, אֶל-הַנָּחָשׁ: מִפְּרִי עֵץ-הַגָּן, נֹאכֵל
LXX:
και ειπεν η γυνη τω οφει απο καρπου ξυλου του παραδεισου φαγομεθα
Vulgata:
cui respondit mulier de fructu lignorum quae sunt in paradiso vescemur
Del fruto... podemos comer.
Evidentemente, Eva entendió la pregunta en el segundo sentido mencionado, y en vez de apartarse y huir hacia su esposo, dio muestras de vacilación y duda y se mostró dispuesta a discutir más el tema con la serpiente.