8:14
"Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra."
LXX:
εν δε τω μηνι τω δευτερω εβδομη και εικαδι του μηνος εξηρανθη η γη
Vulgata:
mense secundo septima et vicesima die mensis arefacta est terra
En el mes segundo.
A Noé le pareció que el terreno estaba suficientemente seco. Sin embargo, como Dios había cerrado la puerta del arca, Noé esperó la instrucción de Dios en cuanto al momento de salir de ella. En total esperó 57 días más, antes de que las aguas se hubieran escurrido del todo y Dios pudiera dar el permiso deseado.
Si suponemos que siempre se trató de meses de 30 días (ver com. de cap. 7: 24), el cuaderno de bitácora del arca durante el diluvio habría tenido la siguiente descripción:
Mes Día Año
Noé entra en el arca. Gén. 7: 4, 7, 10 2 10 600
Comienzo del diluvio. 7: 11 2 17 600
Llueve y prevalecen las aguas (primeros 40 días del diluvio). 7: 4, 12, 17 3 27 600
"Prevalecieron las aguas" (110 días adicionales). 7:24 7 17 600
El arca descansa sobre las montañas de Ararat. 8: 4 7 17 600
Se ven las montañas. 8: 5 10 1 600
Se envía el cuervo (40 días después). 8: 6 11 11 600
Se envía la paloma por primera vez. 8: 8 11 18 600
Se envía la paloma por segunda vez. 8: 10 11 25 600
Se envía la paloma por tercera vez. 8: 12 12 2 600
Se quita la cubierta del arca; se secan las aguas. 8: 13 1 1 601
Noé sale del arca. 8: 14-16 2 27 601
Pasaron exactamente cinco meses desde el comienzo del diluvio hasta que el arca reposó sobre las montañas de Ararat (cap. 7: 11; 8: 4). Este período también se presenta como 150 días (cap. 7: 24), lo que indica que los cinco meses tenían 30 días cada uno. Sin embargo, no es seguro si el año del tiempo de Noé era lunar o solar o si comenzaba en la primavera o en el otoño.
El arca constituye una prueba de la bondad de Dios y de la fe obediente de Noé. El arca fue un refugio en tiempo de peligro, un hogar para los que no lo tenían y un templo donde la piadosa familia de Noé rendía culto a Dios. Los llevó a salvo desde el mundo antiguo hasta el nuevo, de un ambiente de vicio y pecado a una tierra purificada. El arca fue el lugar destinado por Dios para
la salvación; fuera de ella no había seguridad.
Así como fue en los días de Noé, será cuando el mundo llegue a una terminación súbita con la venida del Hijo del hombre (Mat. 24: 37). Los que desean ser salvados deben valerse del recurso que Dios ha provisto para su salvación.