11:5

"Y descendió Jehová para ver la ciudad

y la torre que edificaban los hijos de los hombres."

וירד יהוה לראת את־העיר

ואת־המגדל אשר בנו בני האדם

וַיֵּרֶד יְהוָה, לִרְאֹת אֶת-הָעִיר

וְאֶת-הַמִּגְדָּל, אֲשֶׁר בָּנוּ, בְּנֵי הָאָדָם

LXX:

και κατεβη κυριος ιδειν την πολιν και τον πυργον

ον ωκοδομησαν οι υιοι των ανθρωπων

Vulgata:

descendit autem Dominus ut videret civitatem et turrem

quam aedificabant filii Adam

Descendió Jehová.

Este descenso no es igual al del Sinaí, donde el Señor reveló su presencia en forma visible (ver Exo. 19: 20; 34: 5; Núm. 11: 25; etc.). Sencillamente es una descripción en lenguaje humano de que los hechos de los hombres y mujeres nunca están ocultos de Dios. Cuando los hombres edificaron hacia el cielo y se exaltaron a sí mismos, descendió Dios para investigar sus planes impíos y para derrotarlos.

Edificaban.

La forma del perfecto del verbo hebreo traducida aquí "edificaban" implica que la construcción iba progresando rápidamente hacia su terminación. La expresión "hijos de los hombres" -literalmente "hijos del hombre"- es tan general en sus alcances como para sugerir que todos, o por lo menos una mayoría, de los que no servían más a Dios participaron en el proyecto.

11:4 11:6