1:22

"Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad

las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra."

ויברך אתם אלהים

לאמר פרו ורבו

ומלאו את־המים

בימים והעוף ירב

בארץ

,וַיְבָרֶךְ אֹתָם אֱלֹהִים, לֵאמֹר: פְּרוּ וּרְבוּ

וּמִלְאוּ אֶת-הַמַּיִם בַּיַּמִּים, וְהָעוֹף, יִרֶב בָּאָרֶץ

LXX:

και ηυλογησεν αυτα ο θεος λεγων αυξανεσθε και πληθυνεσθε και πληρωσατε τα υδατα εν ταις θαλασσαις και τα πετεινα πληθυνεσθωσαν επι της γης

Vulgata:

benedixitque eis dicens crescite et multiplicamini et replete

aquas maris avesque multiplicentur super terram

La obra del quinto día no sólo fue declarada buena por el Creador sino que recibió una bendición que no fue dada ni a los productos inanimados de la creación de Dios ni a las plantas. Esta bendición, que se enfoca en su propagación y aumento -"fructificad y multiplicaos"- llegó a ser una fórmula usual de bendición:

"También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos" (Génesis 35: 11).

"Y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua" (Génesis 48: 4).

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