3:22

"Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre."

ויאמר יהוה אלהים הן האדם היה כאחד ממנו לדעת טוב ורע ועתה

פן־ ישלח ידו ולקח גם מעץ

החיים ואכל וחי לעלם

וַיֹּאמֶר יְהוָה אֱלֹהִים, הֵן הָאָדָם הָיָה כְּאַחַד מִמֶּנּוּ, לָדַעַת, טוֹב וָרָע; וְעַתָּה פֶּן-יִשְׁלַח יָדוֹ, וְלָקַח גַּם מֵעֵץ הַחַיִּים, וְאָכַל, וָחַי לְעֹלָם

LXX:

και ειπεν ο θεος ιδου αδαμ γεγονεν ως εις εξ ημων του γινωσκειν καλον και πονηρον και νυν μηποτε εκτεινη την χειρα και λαβη του ξυλου της ζωης και φαγη και ζησεται εις τον αιωνα

Vulgata:

et ait ecce Adam factus est quasi unus ex nobis sciens bonum et malum nunc ergo ne forte mittat manum suam et sumat etiam de ligno vitae et comedat et vivat in aeternum

Como uno de nosotros

El hombre se había enterado de su castigo y del plan de redención, y se le habían proporcionado vestimentas. Por su desobediencia había conocido la diferencia entre el bien y el mal, al paso que Dios había procurado que obtuviera ese conocimiento mediante su espontánea cooperación con la voluntad divina.

La promesa de Satanás de que el hombre llegaría a ser "como Dios" tan sólo se cumplió en que el hombre ahora conocía algo de los resultados del pecado.

Alargue su mano

Inmediatamente después de la caída fue necesario evitar que el hombre continuara comiendo el fruto del árbol de la vida, para que no se convirtiera en un pecador inmortal. Por el pecado, el hombre había caído bajo el poder de la muerte. De manera que el fruto que producía la inmortalidad ahora sólo podía provocarle daño.

La inmortalidad experimentada en un estado de pecado, y por lo tanto en una desventura eterna, no era la vida que Dios concibió para el hombre.

3:21 3:23