5:5

"Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió."

ויהיו כל־ימי אדם אשר־חי

תשע מאות שנה ושלשים שנה וימת

,וַיִּהְיוּ כָּל-יְמֵי אָדָם, אֲשֶׁר-חַי

תְּשַׁע מֵאוֹת שָׁנָה, וּשְׁלֹשִׁים שָׁנָה; וַיָּמֹת

LXX:

και εγενοντο πασαι αι ημεραι αδαμ ας εζησεν εννακοσια και τριακοντα ετη και απεθανεν

Vulgata:

et factum est omne tempus quod vixit Adam anni nongenti triginta et mortuus est

Y fueron todos los días que vivió Adán

Adán vivió para ver ocho generaciones sucesivas que llegaron a la madurez. Puesto que su vida abarcó más de la mitad del tiempo hasta el diluvio, es indudable que muchos pudieron oír de sus propios labios el relato de la creación, del Edén, de la caída y del plan de redención tal como le había sido revelado a él.

Y murió.

Con estas sombrías palabras termina la corta biografía de Adán. La monótona repetición de esta declaración al final de cada biografía -con excepción de la de Enoc- afirma el dominio de la muerte (Rom. 5: 12). Revela que la sentencia de muerte no fue una vana amenaza. La muerte es un persistente recordativo de la naturaleza y resultado de la desobediencia.

5:4 5:6