La leyenda de Elbina y su cuerno rojo


Hace muchos siglos cerca de la aldea de Buckau había un gran castillo, el nombre del castillo era "Bleckenburgo". (Hoy en día los habitantes de Magdeburgo conocen la "Calle de Bleckenburg" en el barrio de Buckau, pero no hay restos del antiguo castillo.) El joven dueño del castillo se llamaba Wilfried y era un gran cazador que cazaba animales a las orillas del río Elba. También cazaba Wilfried en el bosque de la isla que está situada en otra orilla del pueblo de Buckau. Un día observó un barco hermoso arrastrado por dos cisnes en el cual iba sentada una bella joven. Wilfried pensó que todo era un sueño, pero era la más pura verdad. La joven mujer vino a él en la isla y le contó que ella era la dueña del río Elba, que su nombre era Elbina y que era una ondina, mitad mujer y mitad pez. Elbina eligió a Wilfried como su marido. Pero desposó a Wilfried con una sola condición: Jamás Wilfried podría preguntarle qué hacía cuando se reunía con sus hermanas. Wilfried aceptó y casi todos los días encontraba a su mujer en el bosque de la isla. Ambos eran muy felices. Todos los días Elbina tocaba su cuerno rojo para llamar a sus cisnes. Un día Elbina le dijo a Wilfried que quería encontrarse con sus hermanas de los ríos Saale, Unstrut y Elster. Pero Wilfried se mostró un poco desconfiado y siguió a su esposa. Entonces, en el momento en que Wilfried sorpendió a las cuatro ondinas, todas empezaron a gritar y desaparecieron. También Elbina desapareció para siempre. Wilfried la buscó por mucho tiempo, pero no la encontró jamás, solamente el cuerno rojo fue el único recuerdo de su amante. Muchos años después, cuando Wilfried murió, lo enterraron en la isla y en la tumba colgaba el cuerno rojo. Cerca de su tumba nació una fuente de agua salada. Hoy en día el bosque en la isla es un parque, su nombre es "Rotehornpark" por el cuerno rojo de Elbina y en el se haya una fuente de agua salada por las lágrimas de Wilfried.