Presupuestos presentados para aprobación por las instituciones del sector público descentralizado para el 2021


#MonitoreoCGR-PP2021 N.° 01

21 de octubre de 2020

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Los presupuestos para el 2021 presentados a la CGR por las instituciones, reflejan los efectos de la desaceleración económica

Disminuye la cantidad de presupuestos tramitados por la CGR para el ejercicio económico 2021.

En cumplimiento de la normativa jurídica correspondiente, la Contraloría General de la República recibió, al 30 de setiembre de 2020, un total de 190 presupuestos para el respectivo trámite de aprobación externa, por un monto global de ¢15,36 billones (42,9% del PIB)[1].

Cuadro N.° 1
Presupuestos iniciales 2020 y presupuestos presentados a la CGR para el 2021 de las entidades que presentaron presupuesto a aprobación de la CGR, según grupo institucional

-millones de colones-

Cuadro 1
Fuente: Elaboración propia a partir del SIPP.

De dicho monto, un 41,0% corresponde a presupuestos de Instituciones Descentralizadas No Empresariales, un 30,2% a presupuestos de Empresas Públicas No Financieras y un 23,9% a presupuestos de Instituciones Públicas Financieras. El restante 4,9% lo abarcan los presupuestos presentados por los Gobiernos Locales y los Fideicomisos.

Vistos individualmente, los dos mayores presupuestos sometidos a conocimiento de la CGR son el de la CCSS (¢4,85 billones) y el del ICE (¢2,11 billones); en conjunto, estos dos abarcan el 45,3% del total. Los siguen en orden decreciente el del INS (¢1,26 billones), el de RECOPE (¢1,24 billones) y el del BNCR (¢0,62 billones).

Tal y como se aprecia en el cuadro anterior, se observa una importante disminución en la cantidad y monto total de los presupuestos presentados a aprobación del Órgano Contralor para el ejercicio económico 2021 en comparación con los presupuestos iniciales de las entidades que sometieron presupuesto a aprobación de la Contraloría para el año 2020 (247 presupuestos para 2020 y 190 para 2021, correspondientes a ¢17,97 billones para 2020 y ¢15,36 billones para 2021).

Al respecto, debe mencionarse en primer lugar el efecto de la Ley 9524, en virtud de la cual a partir del año 2021 los presupuestos de los Órganos Desconcentrados del Gobierno Central pasan a formar parte del Presupuesto de la República que se discute y aprueba en la Asamblea Legislativa. Así, la Contraloría no analizará presupuestos de este grupo institucional para el año 2021, mientras que para el año 2020 había aprobado un total de 22 presupuestos de tales órganos, por un monto global de ¢1,44 billones[2].

Otro factor que explica la variación en cuanto a la cantidad de presupuestos que serán aprobados por la CGR en 2021, es la entrada en vigencia de las «Normas Técnicas sobre el presupuesto de los beneficios patrimoniales otorgados mediante transferencia del Sector Público a Sujetos Privados»[3], donde se estipula que los presupuestos de los beneficios patrimoniales otorgados a entidades privadas por parte de instituciones públicas, deberán ser presentados a aprobación de la CGR por la institución pública concedente como parte de su presupuesto, mientras que antes del año 2021, estos presupuestos eran sometidos a aprobación directamente por el sujeto privado.

Lo anterior implica que para 2021 no se tramiten presupuestos de este tipo en forma independiente, mientras que en 2020, estos correspondieron a un total de 33 documentos presupuestarios por un monto global de ¢16.465 millones[4].

Por otra parte, dos entidades pertenecientes al grupo de las Instituciones Descentralizadas No Empresariales no presentaron presupuesto para el año 2021 dentro del plazo legalmente establecido al efecto[5]. Se trata de la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur de la provincia de Puntarenas (JUDESUR) y el Colegio San Luis Gonzaga. En el caso de JUDESUR la situación obedece a que a la fecha límite no le resultaba posible alcanzar el quorum de Junta Directiva por no haber sido prorrogado el puesto del representante del sector cooperativo[6]. Por su parte, el Colegio San Luis Gonzaga manifestó la imposibilidad para incorporar la información correspondiente a su presupuesto en razón de no cumplir con el equilibrio presupuestario (ingresos iguales a egresos)[7].

Si se comparan los presupuestos presentados a la Contraloría General para el año 2021 por parte de las 190 instituciones mencionadas, con los presupuestos iniciales del 2020 de esas mismas instituciones, se observa una disminución del 6,9% para 2021 (¢1,14 billones), siendo esta la primera vez en los últimos seis años que se da una disminución en esta variable[8], fenómeno que podría estar relacionado con la desaceleración económica actual producto de la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19, que ha generado mucha incertidumbre en cuanto a la capacidad de las instituciones de generar los recursos necesarios para solventar las necesidades de gasto según la tendencia histórica.

En relación con lo anterior, mediante oficio remitido en julio de 2020[9] la CGR se dirigió a las instituciones que debían presentarle presupuestos para el ejercicio económico 2021, señalando que la crisis sanitaria del Covid-19 ha tenido repercusiones en las actividades económicas internas y en variables como el empleo, el crecimiento económico y la situación financiera de las instituciones públicas, dada la caída en sus ingresos. Se indica además que las «Normas Técnicas sobre Presupuesto Público» disponen que la fase de formulación presupuestaria debe integrar la presupuestación de ingresos y gastos considerando el contexto macroeconómico actual y otras variables del entorno que afectan el accionar de la institución, la continuidad de su gestión, la programación de la ejecución física-financiera, la demanda de los bienes y servicios que se producen y la visión plurianual del presupuesto.

Bajo este marco general, en dicho oficio la CGR recordó a las instituciones la obligación de considerar la coyuntura actual en el proceso de formulación del presupuesto inicial 2021, tanto en la definición de la programación física como en la asignación presupuestaria para el cumplimiento de sus fines. En consecuencia, la importancia de considerar los principios presupuestarios de sostenibilidad y gestión financiera, al ser de entera responsabilidad de las instituciones establecer las medidas que aseguren el financiamiento de los gastos presupuestados durante todo el periodo económico, así como la sostenibilidad de los servicios públicos en el largo plazo.

Para 2021, las instituciones proyectan reducciones en sus ingresos corrientes.

Del total de los 190 presupuestos presentados a la CGR para el ejercicio económico 2021, 119 son menores al monto aprobado inicial para el 2020; entre estas instituciones, algunas presentan reducciones de más de un 50%, como ocurre en el caso del ICT, cuyo monto para el 2021 es de ¢20.295 millones, un 59,5% menos que el aprobado en 2020, reducción que se debe al hecho de que para el año 2021 se proyectan ingresos corrientes menores en un 74,8% (¢32.030 millones) a los incorporados en el presupuesto inicial de 2020 y en un 46,1% (¢9.222 millones) a los presupuestados al 07 de octubre de 2020, esta disminución se explica por la significativa afectación de la crisis sanitaria del Covid-19 sobre el sector turismo, todavía impactado por las restricciones sanitarias.

En línea con lo anterior, la CCSS presenta la mayor reducción en términos nominales, ya que su presupuesto presentado para 2021[10] es menor al presupuesto inicial de 2020 en ¢520.785 millones (9,7%)[11]. Esta reducción se explica en su mayoría por una rebaja del 8,2% en los recursos incorporados en el programa de Atención integral a la salud, y del 12,4% en el programa de Atención integral de las pensiones, esto justificado en que la mayoría de ingresos provienen principalmente de las contribuciones a la Seguridad Social, las cuales se relacionan estrechamente con la actividad económica, el nivel de empleo y los salarios, variables que se ven afectadas por la emergencia sanitaria[12]. Otra fuente de ingresos que a la CCSS se le ve disminuida es la recuperación de préstamos, la cual según el presupuesto presentado para el 2021 se reduce un 27,3% (¢200.406 millones) con respecto al presupuesto inicial 2020.

Asimismo, algunas instituciones proyectan menores recaudaciones de ingresos producto de sus funciones como es el caso de RECOPE, que presenta una reducción por un total de ¢329.867 millones (21,0%), asociada a la rebaja proyectada en la venta de hidrocarburos. Situación homóloga a la prevista en los presupuestos del INS y de la CNFL, cuyas reducciones[13] se explican por la rebaja en la venta de servicios propios de cada institución.

La estructura de los ingresos de estas instituciones también cambia ligeramente para el 2021: los ingresos corrientes pierden participación relativa, al ubicarse en un 78,0% frente a un 79,9% en 2020 y un 83,4% en promedio en el período 2015-2020. Contrariamente, los ingresos por financiamiento aumentan su importancia relativa en 1,7 p.p., esto por el aumento de ¢207.271 millones (203,2%) de recursos provenientes de financiamiento externo y un crecimiento en la utilización de los recursos de vigencias anteriores -que en su mayoría corresponde a superávit específico- en instituciones como el ICE, la UNA y la UCR, entre otras.

El gasto corriente total del sector descentralizado disminuye 6,7%.

Si bien, como se ha señalado, los presupuestos totales para el año 2021 presentados a aprobación de la Contraloría son menores en un 6,9% en comparación con los presupuestos iniciales de las mismas instituciones para el año 2020, las partidas de Amortización, Cuentas Especiales (Sumas sin Asignación Presupuestaria) y Bienes Duraderos, presentan incrementos del 23,1%, 18,6% y 1,5% respectivamente.

Partidas de mayor participación en la composición del gasto, como Remuneraciones, Transferencias corrientes, Servicios, y Materiales y Suministros, mantienen una participación similar a la de años previos, y para 2021 representan el 23,3%, el 17,5%, el 15,0% y el 15,0%, respectivamente, de los gastos totales presupuestados.

A nivel de subpartidas, el monto presupuestado para el 2021 por concepto de Capacitación y protocolo, Gastos de viaje y transporte, Maquinaria, equipo y mobiliario y Servicios de gestión y apoyo, presentan una reducción de ¢61.092 millones (6,0%) al comparar con el presupuesto inicial 2020, reducciones que se podrían relacionar con las previsiones tomadas por las instituciones ante la incertidumbre en cuanto a la duración de la pandemia. Por otra parte, el gasto en bienes para la producción y comercialización se reduce en ¢312.559 millones (16,3%), principalmente explicado por el caso de RECOPE, relacionado con la disminución prevista en las ventas de hidrocarburos.

En cuanto a la clasificación económica, la mayor reducción en comparación con el presupuesto inicial 2020 se evidencia en el gasto corriente presupuestado para 2021, el cual presenta un decrecimiento de ¢835.526 millones (6,7%), en su mayoría explicado por una presupuestación menor en el gasto de consumo. Sin embargo, a nivel institucional se observan disparidades en cuanto al crecimiento del gasto corriente presupuestado para 2021 respecto al presupuesto inicial 2020, donde instituciones como la Liga de Municipalidades de Heredia, la Municipalidad de Turrubares y el Instituto Costarricense de Turismo presentan reducciones mayores al 40%, mientras que en otras el crecimiento de ese rubro será objeto de análisis por parte del Órgano Contralor en el proceso de aprobación presupuestaria a la luz de lo estipulado en el Título IV de la Ley N° 9635.

Mediante oficio N° DM-0321-2020 de 27 de marzo de 2020, el Ministerio de Hacienda comunicó que el crecimiento máximo del gasto corriente para el 2021 sería de un 4,13% para aquellas instituciones que se encuentren dentro del ámbito de aplicación del Título IV de la Ley N° 9635, que en un principio correspondía a las instituciones del Sector Público no Financiero. No obstante, mediante Ley N° 9848 del 20 de mayo, quedaron exentas de la aplicación de la regla fiscal las municipalidades[14], así como los comités cantonales de deportes. Asimismo, durante el año 2020 el Poder Ejecutivo ha realizado varias comunicaciones a la Asamblea Legislativa en aplicación de la cláusula de escape de la regla fiscal prevista en el inciso a) del artículo 16 de la Ley N° 9635.

Los presupuestos presentados por las instituciones del sector descentralizado para 2021 reflejan los efectos de la desaceleración económica tanto en magnitud como en composición, situación que impacta de manera directa la aplicación en gasto, por lo cual será necesario un aprovechamiento máximo de eventuales espacios fiscales disponibles y la búsqueda de la eficiencia del gasto público para atender las funciones prioritarias y procurar el mejor servicio posible de las instituciones, para lo cual se requerirá de una revisión continua de los objetivos institucionales por parte de los jerarcas y de un alto grado de flexibilidad en cuanto a modificaciones presupuestarias, con visión de Estado.

La Contraloría General de la República revisará que los presupuestos institucionales atiendan sustancial y razonablemente los aspectos de legalidad y técnicos que le ayudan a constituirse en un marco de referencia útil para que las instituciones puedan llevar a cabo su gestión en aras de lograr las metas, objetivos y resultados trazados. En afán de permanecer atenta y ajustada a los tiempos, realizará una aprobación prudencial, considerando en el análisis de los presupuestos el comportamiento de las variables macroeconómicas en sus márgenes más reservados, tales como el crecimiento económico, tipo de cambio, nivel de inflación, y revisará de manera rigurosa que las justificaciones demuestren razonablemente las previsiones de ingresos y gastos; las cuales deben indicar los supuestos utilizados para las estimaciones, así como la metodología que respalda los cálculos realizados por la institución y su vinculación con sus planes operativos.

Además en la mencionada comunicación a las instituciones que debían presentarle presupuestos para el ejercicio económico 2021, el órgano contralor señaló el principio de presupuestación plurianual (cuyo rango constitucional fue acentuado mediante reforma a la Constitución Política aprobada en Ley N° 9696 de 11 de junio de 2019) como elemento clave para la gestión institucional en el largo plazo y requisito imprescindible para la aprobación presupuestaria, De igual forma, se señaló la necesidad de considerar los principios de sostenibilidad y gestión financiera, antes mencionados, así como los de razonabilidad, proporcionalidad y flexibilidad presupuestaria, a fin de que las instituciones adopten medidas austeras, sostenibles y equilibradas entre los recursos disponibles y sus implicaciones futuras.

Notas al pie:
[1] Si a esta suma se añade el monto del proyecto de ley de Presupuesto de la República para el año 2021 (¢11,45 billones) se obtiene un total de ¢26,81 billones (74,8% del PIB), que se distribuye en un 43% en el Presupuesto de la República y un 57% en los presupuestos presentados para trámite de aprobación en la CGR.[2] Destacaban, dentro de este grupo, el presupuesto de FODESAF por ¢649.949 millones, y el de CONAVI por ¢312.783 millones. Por su parte, el proyecto de ley de Presupuesto de la República para el ejercicio económico del 2021 incorpora los presupuestos de 49 Órganos Desconcentrados (de un total de 50 que debían ser incluidos), por un monto global de ¢981.929 millones; véase al respecto el #MonitoreoCGR-IT2021 N.° 29 (Hacia la plena integración presupuestaria de los Órganos Desconcentrados al Presupuesto Nacional) del Informe Técnico de esta Contraloría sobre dicho proyecto de ley.[3] Resolución de la Contraloría General de la República N° R-DC-00122-2019 de 02 de diciembre de 2019, publicada en Alcance 283 a La Gaceta 242 de 19 de diciembre de 2019.[4] No obstante, mediante oficio N° DFOE-PG-0336 de 03 de agosto de 2020, la Contraloría acuerda que por una última vez la Contraloría General aprobará el presupuesto de la Fundación Museos del Banco Central (entidad privada), correspondiente al ejercicio económico 2021, en procura de que se cuente con un período de transición que permita la coordinación entre el Banco Central de Costa Rica y dicha Fundación en lo relativo a las asignaciones presupuestarias de esta última.[5] El 30 de setiembre, según dispone el artículo 19 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República (Ley N° 7428 de 07 de setiembre de 1994 y sus reformas).[6] Según se indica en oficio de esa entidad N° DEJ-242-2020 de 30 de setiembre de 2020.[7] Así comunicado en oficio N° J.A 585-2020 de 30 de setiembre de 2020.[8] En el período 2016-2020 los presupuestos iniciales aumentaron todos los años, con una variación promedio del 6,3%.[9] Oficio N° 11020 (DC-0240) despachado el 21 de julio de 2020.[10] La CCSS presenta un presupuesto para el ejercicio 2021 por un total de ¢4.847.438 millones.[11] Al comparar con el presupuesto aprobado al 07 de octubre 2021 esta disminución es por un total de ¢561.507 millones (10,4%).[12] CCSS (2020). Justificación de Ingresos Salud 2021. Disponible en: https://cgrweb.cgr.go.cr/apex/f?p=150210:22:::NO::P22_NO_DOC,P22_ANNO,P22_TIPO_DOC,P22_COD_INSTITUCION,P22_CONSECUTIVO:229912,2021,1,4000042147,[13] En el caso del INS la reducción corresponde a ¢105.545 millones (7,7%) al comparar con el presupuesto inicial 2020; para la CNFL, de ¢39.224 millones (11,0%).[14] Salvo en lo concerniente a recursos provenientes de transferencias realizadas por el Gobierno Central.

Presupuestos Públicos 2021

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