Ingresos y gastos corrientes del Sector Descentralizado
al 30 de setiembre 2020
#MonitoreoCGR-EFP2020 N.° 27
11 de noviembre de 2020
5 minutos de lecturaSe evidencia una reducción del gasto corriente, ante la disminución en la recaudación de ingresos
Al tercer trimestre, ingresos corrientes del sector descentralizado disminuyen un 7,3% y pierden peso relativo.
Parte de los riesgos a los que han estado expuestas las instituciones del Sector Descentralizado durante 2020, producto de la desaceleración económica, se vislumbran en la evolución que han tenido los ingresos corrientes de los diversos sectores[1] a lo largo del año. Al comparar la evolución de los ingresos corrientes respecto al tercer trimestre 2019, se evidencia que a nivel general estos se reducen en un 7,3% (¢756.499 millones). Sin embargo, algunos sectores presentan reducciones en sus ingresos corrientes superiores al 20%. Tal es el caso del sector de Protección del medio ambiente, que decrece 25,7% dado la disminución en los ingresos por venta de bienes y servicios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). Esto debido a que por motivo de la pandemia las Áreas Silvestres Protegidas debieron cerrarse[2]. Asimismo, el sector de Servicios recreativos, deportivos, de cultura y religión experimenta un deterioro de un 20,5% en la recaudación de ingresos corrientes.
En términos de magnitud, la reducción en los ingresos corrientes que experimenta el sector de Asuntos económicos[3] representa el 83,7% de la contracción total respecto al tercer trimestre 2019. Esto a su vez se debe a que en dicho sector se encuentran instituciones cuya venta de bienes y servicios se ha deteriorado por la desaceleración económica. Un caso específico es el de la Refinadora Costarricense de Petróleo S.A. (RECOPE S.A), cuyas ventas de productos derivados del petróleo se redujeron en ¢371.673 millones (31,2%).
Gráfico N° 1
Sector Descentralizado: Ingresos corrientes ejecutados al 30 de setiembre según grupo institucional, 2019-2020
-millones de colones-
En cuanto composición, en la autorización inicial 2020, los ingresos corrientes representaban el 78,2% del total aprobado, pero para el 30 de octubre 2020, este porcentaje había pasado a representar el 74,1%, alcanzando un monto total de ¢9.629.270 millones. A saber, los sectores de Servicios recreativos, deportivos, de cultura y religión, el Sector municipal y de Educación, presentan caídas superiores al 10%[4] en la importancia relativa de dichos ingresos. Sin embargo, el rubro de ingresos corrientes por concepto de transferencias del Gobierno Central aumenta en su importancia relativa dentro del presupuesto, pasando de 11,3% en el presupuesto inicial 2020, a un 12,2% en el presupuesto aprobado a octubre de 2020.
En línea con lo anterior, para compensar la reducción en los ingresos corrientes, las instituciones han tenido que recurrir a otras fuentes de financiamiento, de manera que, en términos de importancia relativa, el financiamiento aumentó en 4,3 p.p. al comparar el presupuesto inicial con el aprobado al 30 de octubre 2020. Esto en parte porque a esa fecha 148 instituciones habían incorporado presupuestos extraordinarios en los cuales se incorpora superávit libre para financiar diversos gastos. Además, el decreto N° 42584-H del 14 de agosto 2020, autorizó a las Instituciones que reciben transferencias del presupuesto nacional para que por única vez en lo que resta de 2020 puedan, excepcionalmente, financiar gastos operativos con recursos de superávit libre.
En términos generales, la desaceleración económica y el alto grado de incertidumbre al que han estado expuestas las entidades, han repercutido en los ingresos corrientes de los diversos sectores, cambiando la estructura del presupuesto de ingresos a lo largo de 2020 y generando un aumento en los ingresos por financiamiento.
La ejecución del gasto corriente al 30 de setiembre presenta una reducción de 9,2% respecto a 2019 en el sector descentralizado.
De manera análoga al caso de los ingresos corrientes, el gasto corriente representaba un 73,4% del total del presupuesto inicial del Sector Descentralizado en 2020; mientras que al 30 de octubre, dicho presupuesto pasó a representar un 71,4% del total aprobado a esa fecha. Lo anterior se encuentra en línea con la desaceleración económica reflejada en la caída en los ingresos corrientes, lo cual ha implicado a su vez una disminución en la asignación de gasto corriente.
Si se analiza este comportamiento en el ámbito sectorial, el mayor cambio se visualiza en el gasto corriente del sector de Asuntos económicos, en el cual esta erogación representaba un 49,6% del presupuesto aprobado inicial; mientras que al 30 de octubre, el gasto corriente había disminuido a un 47,9% del total aprobado a esa fecha. En contraposición, en el caso del sector Salud, debido a las atenciones propias de la emergencia sanitaria, la representatividad creció 0,9 p.p. en el presupuesto aprobado al 30 de octubre, respecto al presupuesto inicial.
En cuanto a la ejecución, al 30 de setiembre de 2020, el gasto corriente ejecutado por el Sector Descentralizado asciende a un total de ¢8.491.651 millones y representa un 24,4% del PIB. Este gasto muestra un porcentaje de ejecución de 62,9% a dicha fecha, y es ¢865.514 millones (-9,2%) menor que el promedio de ejecución de nueve meses de 2019. En línea con lo anterior, la mayoría de sectores presentan una disminución en el monto ejecutado al tercer trimestre de 2020 con respecto al promedio de nueve meses de 2019; principalmente el Sector municipal y el de Servicios recreativos, deportivos, de cultura y religión con una disminución de 37,2% y 29,0%, respectivamente.
Gráfico N° 2
Sector Descentralizado:Gastos corrientes ejecutados al 30 de setiembre según grupo institucional, 2019-2020
-millones de colones-
Asimismo, en 2019 y 2020 se mantienen los sectores de Asuntos económicos, Salud y Protección social como los más significativos dentro del presupuesto de gasto corriente ejecutado en cada año. Aun cuando para 2020 la participación destinada a Asuntos económicos disminuyó en 2,4 p.p., mientras que las correspondientes a Salud y Protección social aumentaron en 2,5 y 0,5 p.p., respectivamente. Por su parte, el Sector municipal pasó de representar un 4,1% del gasto corriente total ejecutado en 2019, a un 2,8% al mes de setiembre de 2020.
En este sentido, no se observa una reorientación en el gasto corriente entre los años 2019 y 2020, sino que las erogaciones mantienen una tendencia similar en ambos ejercicios económicos en cuanto a la priorización del gasto.
Al cierre del tercer trimestre, diversos sectores han sido más vulnerables por la desaceleración económica.
El riesgo al que están expuestas las instituciones del Sector Descentralizado ante la emergencia sanitaria, es un factor que afecta de manera directa su accionar y la continuidad de los servicios que prestan, cuyo objetivo primordial es el de satisfacer las necesidades de la ciudadanía en general[5]. Esto cobra especial relevancia en un contexto de pandemia, donde los sectores más vulnerables de la población requieren un uso más intensivo de los servicios prestados.
Así las cosas, al analizar la diferencia entre el comportamiento de la ejecución de ingresos corrientes y gastos corrientes por sectores, como un indicador del funcionamiento de las instituciones en los primeros nueve meses del año, se evidencia que las diferencias de mayor magnitud, se dan en el sector de Asuntos económicos con un superávit que alcanza el 1,2% del PIB, seguido del sector Salud[6] que alcanza el 0,9%. Estos superávits se explican en parte, por el comportamiento de instituciones como la Caja Costarricense del Seguro Social, el Banco Nacional de Costa Rica y el Banco Popular y de Desarrollo Comunal.
La compleja situación no afecta con la misma intensidad a todas los sectores, ya que diferencias propias de cada institución -relacionadas con su gestión financiera, operativa, de recursos humanos y de tecnologías de información, así como su nivel de amenaza-, hacen que algunas presenten mayores niveles de riesgo en su gestión que otras. Según estimaciones efectuadas por el Órgano Contralor, para 198 instituciones del Sector Público se concluye que bajo un escenario base, 4 instituciones presentan un nivel de riesgo alto y 31 un nivel de riesgo medio-alto[7].
A pesar de que muchas instituciones pertenecientes a los diversos sectores institucionales muestran un resultado de cuenta corriente superavitario, estos tienden a ser menores que los resultantes a la misma fecha en 2019, por lo que se vuelve imprescindible una revisión continua de la ejecución de sus ingresos y gastos, junto con otras variables que permita la toma de decisiones oportuna en razón de la continuidad de los servicios públicos.
A modo de conclusión, se evidencia una reducción del gasto corriente en la mayoría de sectores institucionales, que se relaciona con la necesidad de recortar el gasto público. Lo anterior podría incidir de manera directa en el accionar de las instituciones y la continuidad de los servicios que prestan.
[1] Entiéndase por sector a la agrupación de instituciones según el clasificador funcional. Un total de 34 instituciones -principalmente colegios profesionales- se ubican en el grupo “No clasificadas”. Las municipalidades son agrupadas como un solo conjunto, sin considerar sus diferentes funciones.[2] Sistema Nacional de Áreas de Conservación (2020). Informe de Evaluación I Semestre 2020. Disponible en: https://cgrweb.cgr.go.cr/apex/sip_own.sip_prc_download_file?p_file=4E2F8D0C7A52BB8397272F1D200213F8B51B9CAB702E98A72D9A577E3063F0F9A865D7FDCD57F5BD7AF7F08D39E1887E[3] Según el clasificador funcional del Ministerio de Hacienda en las funciones de servicios económicos, se agrupa lo concerniente con la administración, gestión y apoyo de las funciones relacionadas directamente con la capacidad productiva del país. Incluye las funciones relacionadas con los asuntos económicos y comerciales en general, asuntos financieros bancarios y no bancarios, las funciones monetarias y de supervisión, los asuntos laborales en general, así como los relativos a las actividades de producción, comercialización, la agricultura, la minería, el turismo, los transportes y la comunicación, los combustibles y energía y la conservación de recursos naturales entre otros asuntos de interés económico. Entre las instituciones más representativas se encuentran: el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Refinadora Costarricense de Petróleo S.A. (RECOPE S.A), Instituto Nacional de Seguros (INS), el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), el Banco de Costa Rica (BCR), entre otros.[4] Al comparar el presupuesto inicial con el presupuesto aprobado al 30 de octubre el sector de Servicios recreativos, deportivos, de cultura y religión presenta un decrecimiento de 15,9%, el sector municipal un 15,5% y educación 14,8%.[5] CGR, 2020. Continuidad de los servicios públicos: Gestión para la continuidad de los Servicios Públicos Críticos ante la emergencia sanitaria. Disponible en: https://sites.google.com/cgr.go.cr/covid-19/Continuidad-servicios-publicos?authuser=0[6] Incluye la totalidad del presupuesto de la Caja Costarricense del Seguro Social.[7] CGR, 2020. #ReflexiónCGR N.° 33: Gestión del riesgo ante la emergencia sanitaria: clave para la continuidad de los servicios públicos y la sostenibilidad institucional. Disponible en: https://sites.google.com/cgr.go.cr/covid-19/reflexionescgr/riesgos-institucionales?authuser=0