Deterioro del resultado fiscal del Gobierno Central se profundiza y se transmite a sus órganos desconcentrados.

El panorama fiscal del Sector Público, caracterizado hasta el 2019 por el desequilibrio en las operaciones del Gobierno Central, y relativo equilibrio en el resto de instituciones y órganos, se deteriora en el primer semestre de 2020, dado que el déficit financiero se profundiza en el Gobierno Central y se transmite a sus Órganos Desconcentrados.

Contracción generalizada de Ingresos Corrientes.

La generalidad de ingresos, con la salvedad de algunos movimientos de capital por recuperación de inversiones, y en el Gobierno Central por una transferencia del INS, es de menores magnitudes, en particular los ingresos corrientes que configuran la financiación regular del aparato institucional. Los ingresos por transferencias han disminuido en todos los grupos del sector descentralizado, en especial para los Órganos Desconcentrados, cuyas entradas decrecen un 18%. Las Contribuciones Sociales, que son un ingreso importante de tales Órganos y de las instituciones descentralizadas, no manifiestan una rebaja sustancial, dado que en el primer trimestre aumentaron, pero en el caso de las instituciones descentralizadas las contribuciones se vieron afectadas por la crisis y medidas de alivio por medio de moratorias a partir de abril.

En las empresas públicas, han bajado los ingresos por venta de lotería y de combustibles fósiles, no así los del resto de servicios públicos, lo que ha permitido a estas entidades un mayor superávit financiero y presupuestario. De igual forma disminuyen los ingresos por intereses de las instituciones financieras, pero aumenta su superávit financiero por un mayor ahorro en gastos por ese concepto.

Deuda del Gobierno Central alcanza el 64,6% del PIB al mes de junio.

En cuanto a los gastos, se contraen pero no en forma generalizada, dado que las instituciones descentralizadas presentan incrementos.

El rubro de intereses es de los más dinámicos para el Gobierno Central (pasa de ¢706 mil millones en el primer semestre 2019 a ¢811 mil millones en el mismo período de 2020), debido al crecimiento de la deuda, pero inversamente se reduce en las instituciones financieras (¢367 mil millones en 2020 frente a ¢412 mil millones en 2019), que se benefician de menores tasas y aumento de los pasivos de mayor liquidez. En el Gobierno la contención del gasto primario se concentra en transferencias de capital, que se reducen en ¢101 mil millones en comparación con el primer semestre 2019, dado que también la atención a la emergencia sanitaria ha demandado nuevos gastos.

La deuda del Gobierno Central aumentó de 58,5% en diciembre 2019 a 64,6% a junio, en parte por la disminución del PIB de un 5% en 2020. Es de prever para diciembre un valor cercano al 70% del PIB, que seguirá en aumento, mientras se restablecen condiciones para la operación de la regla fiscal aprobada en ley N° 9635 y se realizan adicionales reformas hacia la sostenibilidad fiscal.