Monitoreo más reciente | DFOE-FIP-MTR-00013-2025 - Evolución del gasto devengado en remuneraciones del Sector Público
25 de marzo de 2021
5 minutos de lecturaLo anterior resulta en que los egresos devengados por el Gobierno Central al cierre del ejercicio económico 2020 asciendan a ¢9.415.498 millones. Esta cifra corresponde a un 26,2% del PIB y representa una ejecución del 89,8% del presupuesto de ese año. Dicho porcentaje de ejecución presenta una caída de 3,0 puntos porcentuales (p.p.) en comparación con la ejecución promedio registrada en el período 2007-2019, que fue de 92,8%.
En cuanto a composición, las partidas de Transferencias corrientes, Remuneraciones, Amortización e Intereses y comisiones representan para 2020 el 92,9% del total del gasto devengado por el Gobierno Central[3], manteniéndose la concentración histórica de más del 87% del gasto en únicamente estas 4 partidas. De acuerdo con el gráfico 1, para 2020 se observa principalmente, un decrecimiento en la participación absoluta de la partida de transferencias de capital, por ¢287.764 millones, seguido por la partida de amortización que se reduce en ¢421.527 millones. Adicionalmente, el monto ejecutado en transferencias corrientes disminuyó ¢70.210 millones respecto a 2019, siendo esta la única variación negativa registrada desde 2008.
Gráfico N.° 1
Gobierno Central: Composición absoluta de los egresos ejecutados, según partida, 2010-2020
-billones de colones-
Por su parte, las partidas de transferencias corrientes, remuneraciones e intereses y comisiones aumentaron su participación relativa en 2020 respecto al presupuesto ejecutado en el año anterior, rompiendo con la tendencia decreciente que mostraron desde 2017. Con una perspectiva histórica, la partida de intereses y comisiones representa el rubro con mayor cambio en su participación en comparación con una década atrás, dado que en 2010 representaba un 8,6% del total devengado, mientras que para 2020 alcanza un 17,9%, reflejo de las crecientes obligaciones financieras asociadas con el financiamiento del Gobierno Central por la vía del endeudamiento.
Así las cosas, el ejercicio económico 2020 representó un cambio en la tendencia de crecimiento del gasto del Gobierno Central de la última década, dado que para este año se presentó por primera vez un decrecimiento con respecto al gasto devengado en el año anterior. No obstante, por partida, los egresos devengados disminuyeron en casos como transferencias corrientes y de capital, y amortización; mientras que el mayor aumento se evidencia en la partida de intereses y comisiones. A continuación se presenta con mayor detalle este comportamiento.
En relación con el gasto en amortización, este se reduce en ¢421.527 millones, si se analiza la variación respecto a 2019, este es el mayor decrecimiento nominal del presupuesto devengado a nivel de partida presupuestaria en 2020. Esta disminución en el gasto por amortización se presenta a pesar de que durante el 2020 se realiza la cancelación del eurobono CR20[4] por un monto de $250 millones y de que se realizan redenciones anticipadas de deuda para acreditar los recursos a Caja Único producto de la aplicación del decreto 42267-H[5]. Por lo que la caída en esta partida responde en buena medida a que durante el año 2020 el Gobierno debía atender menores vencimientos de deuda en comparación con el año 2019[6].
Adicionalmente la ejecución en el 2020 (82,9%)[7], es menor al promedio en los años 2007-2019[8]. Según el Ministerio de Hacienda (MH), la baja ejecución de la partida se relaciona con la gestión de deuda durante el segundo semestre de 2019, que incluyó canjes de deuda de instrumentos que vencían en el 2020[9] y menores colocaciones de corto plazo a las programadas, debido a la disponibilidad de los recursos de la colocación de eurobonos y del crédito de apoyo a la sostenibilidad fiscal suscrito con el BID (Ley N° 9754).
Cabe señalar que durante 2020, para el pago de amortización, se incorporaron recursos de 4 créditos externos para apoyo presupuestario (3 de los cuales se incorporan por primera vez al presupuesto y fueron ejecutados en un 100,0%)[10], además del superávit específico de la colocación de eurobonos en 2019.
Cuadro N° 1
Gobierno Central: Egresos ejecutados según partida, 2018-2020
-millones de colones y porcentajes-
Por su parte, el presupuesto devengado en 2020 relacionado con transferencias (corrientes y de capital), cae un 10,1% (¢357.974 millones). Esto es contrario a la tendencia que había presentado esta erogación en el período 2008-2019, cuyo crecimiento promedio fue de 14,1%[11]. El comportamiento de 2020 se explica, en su mayoría, por la reducción de ¢287.764 millones en las transferencias de capital, rubro que alcanza un total de ¢370.201 millones, con un porcentaje de ejecución de 90,1%[12]. El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y las Municipalidades en su conjunto, son los destinatarios cuya asignación en este rubro presenta una mayor reducción[13].
El gasto en transferencias corrientes devengado en 2020 por ¢2.833.225 millones corresponde a una ejecución del 90,0% (menor al 96,2% de 2019). Un aspecto a considerar es que en el período 2008-2019, no se había registrado un decrecimiento del gasto devengado en este rubro, sino que fue hasta 2020 que se experimenta una disminución de 2,4%. Esto se explica en parte por la reducción en los montos trasladados a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), las Juntas de Educación y Administrativas y al Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf).
En concreto, las transferencias corrientes destinadas a la CCSS alcanzan un total de ¢448.533 millones, con una ejecución de 68,8%[14], menor en ¢92.895 millones (17,2%) al presupuesto devengado en 2019. La mayor reducción se evidencia en los montos asignados al pago de la cuota estatal del seguro de pensiones de los trabajadores del sector privado por un total de ¢45.825 millones (34,7%) y a la cuota complementaria del seguro de salud para trabajadores independientes por ¢37.781 millones (55,6%). Esta reducción en el gasto devengado se explica en su mayoría, por las facturas no registradas por la suma de ¢144.764 millones, correspondientes a las cuotas estatales[15] que debía transferir el Ministerio de Salud y el Régimen Especial de Pensiones a la CCSS por ¢61.789 millones y ¢82.976 millones, respectivamente. A nivel de título presupuestario, este movimiento se traduce en una ejecución en el Ministerio de Salud (MINSA) menor al 80%; específicamente de 68,4% debido principalmente por el disponible presupuestario en la partida de transferencias corrientes de ¢110.118 millones.
En el caso de Fodesaf, la ejecución de las transferencias corrientes se reduce en ¢70.839 millones lo que se explica en parte debido a que por primera vez en 2020 se asignó como de capital una parte de las transferencias a favor de este Fondo (¢41.510 millones). Asimismo, para 2020 se debió cumplir con una serie de disposiciones[16] que limitaban los montos transferidos por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) a aquellos que las instituciones requerían para atender el pago de salarios, servicios, materiales, y que no podían atenderse con las disponibles en Caja Única[17].
No obstante, partidas como intereses y comisiones, servicios, bienes duraderos y remuneraciones presentan crecimientos[18] en su gasto devengado de 2020 respecto a 2019. Particularmente, la partida de Intereses y comisiones presenta el mayor crecimiento nominal por un total de ¢167.173 millones, equivalente a 11,0%. Respecto a este comportamiento en el gasto por intereses, durante el 2020 la disponibilidad de recursos externos de apoyo presupuestario incidió hacia un menor costo de financiamiento y mayor holgura al negociar con inversionistas (lo cual puede explicar, en parte, el menor dinamismo en el crecimiento de esta partida, que en el período 2017-2019 fue de un 20,2% en promedio); sin embargo, este efecto es contrarrestado por el hecho de que un 60,3% del endeudamiento interno bonificado está compuesto por títulos previamente colocados a tasa fija y que en promedio pagan un interés mayor a los colocados en el 2020, aparte de que, según indica la DCP, los inversionistas para instrumentos de mediano y largo plazo están demandando tasas de interés mayores a las demandadas durante el 2019[19].
Como se desprende de lo anterior, el menor gasto en amortización y transferencias financia en parte el crecimiento que se presenta en remuneraciones e intereses, experimentando estos un menor dinamismo en comparación con periodos anteriores.
Como se mencionó anteriormente, algunas de las transferencias programadas para 2020, se vieron limitadas. No obstante, en el caso del MTSS se registró un aumento 46,9% en su presupuesto devengado de 2020 comparado con el de 2019, explicado por los beneficios económicos transferidos a personas -entre ellos el Bono Proteger-, como parte de las medidas tomadas por el Gobierno Central para aliviar los efectos de la emergencia sanitaria.
Esta situación se refleja en el gasto devengado en el rubro de protección social, que presenta un aumento de ¢100.382 millones[20] (6,5%) respecto a 2019 (principalmente por el efecto de los subsidios temporales otorgados). Esto implicó que, dada la situación de las finanzas públicas de 2020, fuera necesario priorizar las asignaciones y aprovechar los espacios fiscales disponibles en el presupuesto, con un efecto de decrecimiento relativo en las asignaciones destinadas a educación, salud y servicios recreativos, deportivos, de cultura y religión[21]. Finalmente esto resultó en un gasto devengado en 2020[22] por concepto de funciones de servicios sociales[23] del Gobierno Central menor en 1,2%[24] (¢54.838 millones) al registrado en 2019.
Dado lo anterior, el presupuesto devengado en protección social en 2020 alcanza 37,7% del total de gasto social, porcentaje mayor en 4,2 p.p. al promedio del período 2007-2019, siendo este el único rubro que presenta un crecimiento de su importancia relativa en comparación con el promedio histórico. Por otro lado, el gasto en educación pasa de representar el 57,0% del gasto social ejecutado en 2019 al 55,3% en 2020.
Gráfico N° 2
Gobierno Central: Composición relativa de los egresos ejecutados, según clasificación funcional de servicios sociales, 2010-2020
-porcentajes-
En conclusión, el gasto devengado en 2020 evidencia un cambio en su tendencia de crecimiento registrada en el período 2008-2020; provocado por la desaceleración económica y mayores necesidades de gasto en algunos rubros, que se financiaron con fuentes de endeudamiento externo. Si bien la atención de la pandemia exigió mayores recursos, los efectos de una menor ejecución de la partida de amortización y transferencias, así como los ejercicios de priorización del gasto, controlaron su crecimiento.