Resultado fiscal del Presupuesto de la República al primer semestre de 2021


#MonitoreoCGR-EFP2021 N.° 14

26 de agosto de 2021

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La reactivación económica debe acompañar los esfuerzos de ajuste fiscal, como también la mejor distribución de los recursos del sector público hacia prioridades sociales, ambientales y económicas

El resultado financiero del Gobierno de la República pasa de -3,9% de PIB en 2020 a -2,0% del PIB al primer semestre de 2021.

El de los diferentes grupos institucionales se presenta en el cuadro 1. Como aspecto a resaltar, el cambio experimentado en el Gobierno de la República en comparación con el año 2020. Sobre este punto, los aspectos de fondo tanto metodológicos como de la realidad financiera son importantes.

Cuadro N.° 1

Sector Público: Déficit o superávit financiero, 2020-2021

-Miles de millones de colones-

Sector Público: Déficit o superávit financiero, 2020-2021

Fuente: Elaboración CGR con datos del SIPP y SIGAF.

Las consecuencias inmediatas de la emergencia sanitaria hace un año estaban en su apogeo, con impacto directo en los ingresos fiscales, en menor medida en los gastos, pero igualmente en la economía nacional. Desde entonces, se ha ido retornando a una gradual apertura de actividades, y algunos efectos en sentido metodológico afectan el resultado observado.

Así, en 2021 los órganos desconcentrados del Poder Ejecutivo se incorporan al Presupuesto Nacional, lo cual ha elevado las magnitudes de ingreso y gasto, y en alguna medida ha afectado el déficit primario y financiero. Para comparación, en 2020 se incluye un consolidado en cada cuadro.

Adicionalmente, ciertos ingresos en 2021 experimentaron un comportamiento atípico, no repetitivo.

La ley N.° 9925 de 23 de noviembre de 2020, dispuso la aportación de un total de ¢99 mil millones por parte de distintas instituciones y órganos desconcentrados al Presupuesto Nacional, algunos de los cuales no configuran un movimiento de efectivo ni inciden en la deuda bonificada en forma directa.

Por otra parte, los efectos de la ley N.° 9830 de 19 de marzo del 2020, junto con el transitorio I del decreto N.° 41818 de 17 de junio del 2019 que suponen una concentración de recaudación en el primer semestre del 2021, podrían implicar que en forma subyacente el Gobierno de la República esté aún en zona de superávit primario negativo, a pesar del resultado mostrado a junio que es consecuente con el seguimiento acordado con el FMI de cerrarlo a mediados del 2022.

También debe hacerse consideración de que el monto de la deuda está muy expuesto a las fluctuaciones cambiarias, de tal modo que entre diciembre 2020 y junio del 2021, el saldo pasó de ¢24.419,5 miles de millones, a ¢26.226,7 miles de millones, incrementándose en ¢1.807,2 miles de millones. Si bien el saldo en efectivo también aumentó en ¢838,0 mil millones (desde ¢35,5 mil millones a ¢873,5 mil millones), aún puede verse un alza neta cercana al billón de colones, magnitud semestral de orden similar al de los últimos años, si se excluye el segundo semestre del 2020 cuando el incremento superó los ¢ 2 billones[1].

Cuadro N.° 2

Sector Público: Ingresos, 2020-2021

-Miles de millones de colones-

* Ingresos corrientes y de capital excepto transferencias.

Fuente: Elaboración CGR con datos del SIPP y SIGAF.

La razón deuda/PIB aumentó 1,2 puntos hasta 68,7% en el primer semestre, y seguiría en crecimiento si no se consolidan medidas estructurales de ajuste fiscal.

Por otro lado, en el resto del Sector Público No Financiero el superávit financiero disminuye notablemente en las instituciones descentralizadas no empresariales atribuible a menores ingresos en la recuperación de inversiones, como factor específico. Lo inverso sucede en las empresas públicas no financieras, cuyas inversiones a más de un año, por el lado del gasto, explican el cambio en el resultado. En las financieras, estas inversiones compensan menores gastos de intereses.

En cuanto al gasto, también podría considerarse un carácter extraordinario en la evolución del bienio para el Gobierno de la República.

El gasto primario disminuye, y se mantiene estable el gasto sin amortización. En alguna medida, la comparación es algo atípica con el primer semestre del 2020, cuando hubo erogaciones atribuibles a la emergencia, mientras el mayor control del 2021 se observa en transferencias y gasto de capital. Sin embargo, una comparación con años previos a la pandemia señalan, por varios períodos, una considerable estabilidad del gasto primario[2].

Cuadro N.° 3

Sector Público: Gastos, 2020-2021

-Miles de millones de colones-

Sector Público: Gastos, 2020-2021

Fuente: Elaboración CGR con datos del SIPP y SIGAF.

Esto no obstante, mientras persista una brecha de déficit primario, o incluso si se mantiene cercana a cero, la deuda/PIB estaría aumentando dado que el costo de la deuda supera el crecimiento de la economía. Para 2021, el Ministerio de Hacienda ha calculado una tasa neta promedio ponderada que supera el 8%, con inclusión de variaciones cambiarias, mientras la economía experimenta crecimientos nominales moderados, entre el 5% y el 6%.

Por consiguiente, la reactivación económica debe acompañar los esfuerzos de ajuste fiscal, como también la adecuada asignación de los recursos del sector público hacia prioridades sociales, ambientales y económicas.

Notas al pie:
[1] El saldo de la deuda neto del efectivo (fondo general), ha aumentado algo más del billón de colones desde 2016 en forma semestral, con mayores incrementos en 2020.[2] Cálculos propios indican un nivel de gasto primario para 2018 y 2019, de ¢2.927,9 millones y ¢3.106,4 millones, respectivamente, al considerar el Gobierno Central y los Órganos Desconcentrados en forma consolidada.