Resultado Presupuestario de los Gobiernos Locales en 2020
#MonitoreoCGR-MA2020 N.° 09
09 de abril de 2021
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Disminución de recursos en el 2020 limitó el financiamiento de obras, proyectos y servicios en beneficio de la comunidad
Los ingresos municipales cayeron un 6,0% en 2020, principalmente a causa de la disminución en la recaudación de bienes inmuebles, licencias comerciales (patentes) y servicios de saneamiento ambiental.
Para 2020, los ingresos totales de las municipalidades ascendieron a ¢698.011 millones[1], los cuales se componen en un 59,7% por ingresos corrientes (¢417.009 millones), 27,3% por financiamiento (¢190.693 millones) y 12,9% de ingresos de capital (¢90.308 millones); es decir, ¢44.186 millones menos en relación con el período 2019 (¢742.197 millones).
Al respecto, los ingresos corrientes principalmente los bienes inmuebles, licencias comerciales (patentes) y servicios de saneamiento ambiental[2], experimentaron una caída de 5,1% (¢22.507 millones) en relación con 2019, comportamiento que mantiene la misma tendencia decreciente mostrada en el primer semestre 2020.
Este resultado se contrapone con el comportamiento que venían experimentando las corporaciones municipales en los últimos 4 años, cuyos ingresos mostraron un comportamiento al alza, con tasas de crecimiento que promediaron para esos tres períodos un 9,3%.
Gráfico N° 1
Sector Municipal: Comportamiento ingresos, 2016-2020
-millones de colones y porcentajes-
Por su parte, los ingresos de capital presentan una disminución de 19,3% (¢21.530 millones) en 2020 con respecto al cierre 2019. Esta situación se explica porque los gobiernos locales recibieron menos recursos por concepto de las transferencias de capital otorgadas por el Gobierno Central[3] para proyectos de infraestructura vial, provenientes del impuesto único a los combustibles, el cual se vio afectado por el deterioro en las condiciones económicas y fiscales del país.
Las 10 municipalidades que presentaron mayor afectación en la recaudación de sus ingresos fueron: Guatuso, Naranjo, Corredores, Jiménez, Zarcero, Flores, Turrubares, Bagaces, Quepos y León Cortés[4]. Dichas municipalidades argumentan en sus informes de evaluación anual 2020 que este comportamiento obedece en gran medida a la situación actual causada por la pandemia del Covid-19, que generó incertidumbre en la recaudación de ingresos y afectó la ejecución de los gastos, esto por el cierre de negocios y por la disminución de actividades y jornadas de trabajo de las personas, aspecto que incidió en el cumplimiento de los objetivos y metas propuestos para el 2020.
No se puede perder de vista que los gobiernos locales tienen como propósito fundamental de creación, velar por los intereses y servicios de su municipio, por lo que las autoridades municipales y los responsables de sus finanzas, afrontan el desafío de planificar y utilizar los recursos disponibles de manera eficiente y eficaz para la ejecución oportuna de los proyectos definidos en función de las diferentes necesidades locales.
El monto ejecutado en las partidas de gasto disminuye un 7,6% en 2020, ensanchando la brecha entre la cantidad de gastos presupuestados y los ejecutados por los gobiernos locales.
El gasto ejecutado por las municipalidades en el ejercicio económico 2020 ascendió a ¢515.939 millones, que equivale a una ejecución de 70,1% del total de recursos presupuestados en ese período.
La situación de emergencia sanitaria nacional por el COVID-19, pudo incidir en que la ejecución cayera un 7,6% respecto al año anterior. No obstante, las deficiencias en la capacidad de ejecución de los gastos, no son ajenas a los resultados obtenidos en períodos anteriores; en el caso del período que va de 2016 a 2019, la tasa promedio de ejecución es del 73,2%, por lo que sigue existiendo una brecha importante entre la cantidad de gastos presupuestados y los ejecutados por parte de las corporaciones municipales.
Cuadro N° 1
Sector Municipal: Egresos ejecutados según partida, 2016-2020
-millones de colones y porcentajes-
El análisis del comportamiento por objeto del gasto, muestra que las partidas que concentran la mayor cantidad de gastos ejecutados, corresponden a Remuneraciones, con una participación del 40,3% (¢207.701 millones), Bienes duraderos con un 21,1% (¢109.106 millones) y Servicios con un 18,6% (¢95.947 millones), que en su conjunto consumieron el 80,0% del total de recursos disponibles para los gobiernos locales en el 2020.
Los gastos destinados al pago de Remuneraciones, tanto del personal administrativo como del correspondiente a los servicios y obras comunales sigue siendo la principal erogación en los presupuestos del Sector municipal, concentrándose el mayor peso en los sueldos para cargos fijos e incentivos salariales, y dentro de estos últimos, principalmente el pago de anualidades, dedicación exclusiva-prohibición y aguinaldos.
En cuanto a la partida de Bienes duraderos, la mayor cantidad de recursos se orientan a los procesos de construcciones, adiciones y mejoras de obras públicas, específicamente a vías de comunicación terrestre, siendo los gastos más relevantes los destinados a la Red Vial Cantonal. Esta partida muestra una disminución en la ejecución de 13,2% respecto de 2019, comportamiento que se repite pues en el 2019 también tuvo una caída de un 6,0% respecto del monto ejecutado en 2018; situación atípica a la de los dos años anteriores donde el resultado fue un crecimiento de 32,6% en 2017 y 26,9% en 2018.
Por su parte, los gastos en Servicios también presentan una disminución en la ejecución de 8,5%, con respecto de 2019, contrario al crecimiento desacelerado mostrado en años previos (19,4% en 2017, 8,3% en 2018 y 6,8% en 2019), acción que refleja una contracción en los pagos efectuados por la contratación de diversos servicios de carácter profesional y técnico, alquileres, servicios públicos y rubros de mantenimiento y reparación, entre otros.
La tendencia a la baja en la ejecución de gastos asociados a las partidas anteriores también se vio reflejada en la ejecución de proyectos en servicios esenciales como Recolección de basura, Parques y obras de ornato y Acueductos, entre otros servicios, que registran disminuciones del 5,6%, 3,5% y 1,4%, respectivamente, con relación al período 2019.
La oportunidad de cerrar la brecha entre la recaudación de ingresos y mejorar el nivel de ejecución de los gastos sigue siendo un reto y tema prioritario de las autoridades municipales, por cuanto esto incide directamente en el cumplimiento de los objetivos y metas planteados y su efecto en la prestación de los bienes y servicios a la comunidad.
La flexibilización en la ejecución presupuestaria otorgada por la Ley N.° 9848[5] permitió que 13 municipalidades aumentaran su gasto corriente en 2020.
En términos generales los gobiernos locales[6] disminuyeron la ejecución del gasto corriente en 3,9% respecto al 2019. Sin embargo, 13 municipalidades[7] mostraron un incremento en la ejecución del gasto corriente de 13,4% en promedio, en relación con el año previo, porcentaje que supera la tasa de crecimiento del 4,67% de gasto corriente que aplica al resto del sector público, autorizada por el Ministerio de Hacienda en apego a lo establecido en la Ley de Fortalecimiento de las finanzas públicas, N.º 9635.
Sin embargo, tal situación se explica en gran medida dada la flexibilización otorgada a las municipalidades mediante la Ley N.º 9848 la cual permite entre otras cosas destinar hasta un 40% a gastos administrativos del monto del impuesto sobre bienes inmuebles, un 50% de sus ingresos ordinarios municipales a atender los gastos generales de administración. Así como utilizar los recursos de superávit libre y específico, producto del ejercicio presupuestario de los años 2019 y 2020.
En consecuencia, la utilización de un mayor porcentaje en gastos administrativos le permitió a las municipalidades disponer de menos recursos para desarrollar proyectos de inversión y programas de interés social, orientados preferentemente a la construcción, el mejoramiento y el mantenimiento de la infraestructura pública, comunal y regional.
En opinión de la Contraloría General, la emergencia sanitaria del 2020 constituye una oportunidad para que las autoridades municipales revisen la cantidad y distribución de los recursos que se originan de las actividades sustantivas, así como los asignados por el Gobierno Central, para utilizarlos de manera eficiente en la prestación de servicios públicos y en la construcción de infraestructura en beneficio del cantón.
[1] Corresponde a los datos disponibles en el SIPP con corte al 15/02/2021. No incluye datos de la liquidación presupuestaria 2020 de las Municipalidades de El Guarco, Liberia, Parrita y Alajuelita, por cuanto las tres primeras no enviaron la liquidación presupuestaria 2020 y la última tuvo que digitar nuevamente la liquidación debido a que presentaba inconsistencias.[2] Partidas de ingresos que presentaron una disminución del 0,6% (¢117.253 millones), 4,7% (¢107.301 millones) y 6,4% (¢80.767), respectivamente, en relación con el monto percibido durante el año anterior.[3] Ley N.° 9879, Segundo Presupuesto Extraordinario de la República para el ejercicio económico del 2020 y Segunda Modificación legislativa de la Ley n.° 9791, Ley de Presupuesto Ordinario y Extraordinario de la República para el ejercicio económico 2020 y sus reformas.[4] Con variaciones de -34,6%, -25,6%, -24,0%, -23,9%, -22,7%, -21,6%, -20,7%, -19,3%, -19,2% y -19,2%, respectivamente, en comparación a 2019.[5] Ley para apoyar al contribuyente local, y reforzar la gestión financiera de las municipalidades, ante la emergencia nacional por la pandemia del COVID-19.[6] Se excluye a la Municipalidad de Nicoya quien al 25/03/2021 presentó la liquidación presupuestaria y la Municipalidad de Río Cuarto, ya que no cuenta con datos de clasificación económica en 2019.[7] Municipalidad de Guácimo (39,3%), San Mateo (26,3%), Matina (19,6%), Grecia (15,6%), Santa Bárbara de Heredia (12,5%), La Unión (10,1%), Atenas (8,9%), Escazú (8,4%), Paraíso (7,3%), Golfito (7,1%), Jiménez (6,6%), Sarapiquí (6,0%), Tarrazú (5,9%).