Triunfo (Danza)

Esta danza, cuyo ritmo y tonalidades son similares a las del malambo, se difundió en el siglo XIX en gran parte del territorio argentino, principalmente en Tucumán, Cuyo, el centro del país y en la región pampeana.

Surgió poco tiempo después que naciera la patria como homenaje al triunfo de nuestras armas y puso de manifiesto el sentimiento de libertad que animaba a los criollos.

Según algunos investigadores el Triunfo ha sido nuestra primera danza nacional, antes que el Pericón. Este pasó a representar a los argentinos años más tarde, cuando a las numerosas figuras de su coreografía se les agregó la que forma con los pañuelos celestes y blancos el pabellón nacional.

En La actualidad el Triunfo sigue vigente en Cuyo y en las provincias del centro del país, manteniendo las características de antaño.

Pertenece al folklore histórico, es decir que ya no se baila. Ha dejado de tener vigencia como especie coreográfica, pero no como lírica, ya que aún se registra el canto de sus coplas. El acompañamiento musical más común es el de guitarra, especialmente en el ámbito rural, registrándose arpa y violín en el noroeste y piano en los salones.