Esposa del Sargento Dionisio Hernández, con el que se casó a los 20 años de edad, La Pancha, que así era conocida, se incorporó al Ejército de los Andes en 1820 y marchó junto a su marido a Chile, y algunos meses más tarde en la expedición Libertadora al Perú. Batiéndose al lado de su marido en la Campaña del Perú y Puertos Intermedios. Pertenecía a una Compañía del Escuadrón de Granaderos a Caballo con que el Comandante Juan Lavalle operó en la Campaña del Ecuador en 1822. En la Batalla de Pichincha salvó la vida de su marido, dando muerte a su atacante. Lavalle le otorgó el grado de Sargento de esa Compañía, donde pasaba revista y recibía su sueldo. Luego, siempre junto a su marido el Sgto. Hernández, participó en las batallas de Torata y Moquegua en 1823 y se batió como un hombre más.
El General Espejo, refiriéndose al Escuadrón Sagrado, que formaron los Jefes y Oficiales argentinos para proteger a los dispersos en Moquegua, le rindió su homenaje. de admiración con estas palabras: De ella puede decirse que fue el más bello ejemplo de la esposa fiel y heroica, y continúa rindiendo su homenaje. Fue una de las cuatro mujeres a quien San Martín concedió licencia para que acompañara a su marido en la Campaña. Después de la Batalla de Junín y de Ayacucho, regresaron a la Patria y pasó a la historia sin saber en qué momento falleciera.