Sierra de las Quijadas

En el noroeste de la Provincia de San Luis, a 120 Km. de la ciudad capital, abarca parte de los departamentos Belgrano y Ayacucho. El acceso principal se realiza a través de la localidad de Hualtarán, ubicada sobre la Ruta Nacional Nº147, que bordea los faldeos orientales y septentrionales de la Sierra de las Quijadas.

Esta ruta pavimentada comunica a la ciudad de San Luis con la de San Juan. Desde Hualtarán, donde está ubicada la casa del guardaparque, se transita 6 Km. de camino de tierra en muy buen estado de conservación hasta el Potrero de la Aguada, permitiendo el acceso de automóviles y colectivos. Otro acceso es a través de la Ruta Nacional Nº 20 y a la altura de la localidad de la Chañarienta, se empalma hacia el sur por la Ruta Nacional Nº 147.

Este Parque Nacional abarca unas 150.000 has de las cuales 84.000 has corresponden a la Reserva Nacional Sierra de las Quijadas. La sierra de las quijadas se extiende por 15 Km. de norte a sur y de 10 Km. de este a oeste.

Origen del Nombre: el origen del nombre "Sierra de las Quijadas" aún continúa siendo una incógnita. Varias versiones circulan al respecto, la clásica dice que desde el aire la sierra presenta la forma de una quijada (maxila) de un animal, esto en parte es cierto, pero de ninguna manera puede relacionarse con el verdadero origen del nombre, ya que el nombre es muy anterior a aparición de las imágenes aéreas. También se ha dicho que los cráneos de pterosaurios o reptiles voladores prehistóricos encontrados en la zona fueron los que incidieron en la propuesta del nombre, nada mas errado ya que los primeros cráneos de pterosaurios fueron recuperados recién en 1969 por el Paleontólogo José Bonaparte y sus colaboradores y la sierra ya se llamaba así desde un centenar de años. Según el baquiano Pilar Rodriguez, la zona fue refugio de bandidos que asaltaban la carreta que cubría el tramo Buenos. Aires. - San Juan durante el siglo XIX y principios del XX. La antigua ruta de tierra coincide con la actual ruta nacional 147. Los bandidos asaltaban la carreta y luego partían a refugiarse en la zona del Potrero de la Aguada, donde la geografía de intrincados laberintos rocosos les permitía eludir a los agentes de la ley. Esos gauchos bandoleros, una suerte de piratas del asfalto de la actualidad, tenían (según Pilar) la costumbre de faenar vacunos para sus asados y por algún motivo que aún desconocemos lo primero en asar y comerse era la quijada de los vacunos; de allí que en la cartelera oficial de la época eran buscados y se ofrecía importante recompensa por la captura de los "Gauchos de las Quijadas". Estos gauchos pasaron a la historia, por ahora la folclórica, sin imaginarse que su costumbre daría origen al nombre de Sierra de las Quijadas.

Antiguos habitantes: Como testimonio de un antiguo poblamiento, existen en el área, pozos excavados en la tierra, utilizados posiblemente como fogones. Los investigadores aún no han determinado a que cultura pertenecen estos "hornillos". En cambio, gracias a que el estado y ubicación de los elementos arqueológicos se encontraron sin alteración, se sabe que este territorio fue dominio de los indios Huarpes. Al costado del camino de acceso a Quijadas por Hualtarán y antes de realizar la curva que penetra en las quebradas que cortan el cordón serrano, se hallan vestigios que probablemente correspondan a esta población. Los restos presentes constituyen un sitio arqueológico (lugar de emplazamiento) de alto valor cultural para Quijadas, ya que son la única evidencia "in situ" que ha sido estudiada metodológicamente. Se trata de numerosos "hornillos", también conocidos bajo el nombre de "tinajas", que cumplían la función de hornos de tierra construidos para cocinar alimentos. Las paredes de los hornillos muestran un alto estado de calcinación debido a las altas temperaturas que supuestamente alcanzaban en su interior. Varios investigadores han visitado el sitio arqueológico y emitido su opinión respecto a su antigua utilidad. Según los datos obtenidos en excavaciones recientes efectuadas por arqueólogos de la APN parecen haberse obtenido restos fragmentarios de cerámica, lo que confirmaría la hipótesis de que su uso era para el cocimiento de cerámica, otros estudiosos afirman que eran utilizados para cocinar alimentos. Si bien los estudios arqueológicos en la zona de Quijadas y en todo el territorio Provincial no han merecido la suficiente atención como para develar las incógnitas que plantean, éstos y otros restos encontrados en Quijadas no pueden ser sacados del contexto del área. Algunos estudios han señalado que en las Lagunas de Guanacache (al oeste de Quijadas) hay vestigios más que elocuentes sobre asentamientos de aborígenes que utilizaban los recursos que ofrecía la zona, tales como la pesca, la caza y la recolección. La agricultura no producía excedentes y se practicaba aprovechando el desbordamiento de los ríos y las lagunas en épocas de crecida, cultivando maíz, calabazas y zapallos. Utilizaban las materias primas ofrecidas por el medio, para la construcción de sus chozas, tejidos, etc.

Reseña histórica de la creación del parque

La primera idea conservacionista de la zona es atribuida a Don Román Guiñazú (naturalista puntano), quien en la década del 30 del siglo pasado investigó los recursos naturales de la zona y presentó un escrito que tituló "Proyecto de la creación de un monumental parque en la región de la Sierra de las Quijadas en el Noroeste de la Provincia de San Luis. Sus fundamentos".

Román Guiñazú falleció en Marzo de 1990 sin ver cristalizada su idea. Durante 1979, una comisión de trabajo de la APN realizó un viaje de trabajo a la Provincia de San Luis con el fin de hacer un relevamiento de la zona de Comechingones, lugar que por entonces constituía el principal punto de interés para la creación de un Parque Nacional en San Luis. Durante este viaje visitaron Sierra de las Quijadas y a su regreso confeccionaron un informe al que titularon "Proyecto de Parque Nacional de Sierra de las Quijadas", que se transformaría en el primer antecedente técnico sobre el tema. La conservación de la diversidad ambiental de la zona, su utilización como refugio de especies amenazadas, su representatividad como unidad biogeográfica, la protección de yacimientos paleontológicos y arqueológicos y la posibilidad de desarrollo de híbridos naturales, fueron los temas más relevantes desde el punto de vista técnico que justificaban la concreción de este proyecto. El proyecto fue enviado al Gobierno de la Provincia de San Luis en 1980. En 1989 se reanudan las gestiones entre la APN y el Gobierno Provincial a cargo del Dr. Adolfo Rodríguez Saa. Se llega así a la firma de un convenio mediante el cual la Provincia se comprometía a ceder el dominio y jurisdicción de 150.000 hectáreas de tierra a la Nación, quien tendría a cargo el pago de las expropiaciones de los campos y tomaría posesión y manejo de la zona. Este Convenio fue ratificado en septiembre de 1989 por la Legislatura de San Luis por Ley 4844/89 y luego por decreto 2986/89. Al año siguiente los Senadores Nacionales por San Luis, Alberto Rodríguez Saa y Oraldo Britos presentan un proyecto de ley ratificándolo y proponiendo ante el Senado de la Nación la creación del Parque Nacional, esta propuesta fue aprobada por unanimidad. Varios puntos quedaban por resolver, entre ellos avanzar en el estudio de las propiedades catastrales de los terrenos para luego pasar a la fase de expropiación. Tanto la toma en posesión de la zona como las expropiaciones se postergaron hasta 1996. En 1996 llega el primer Guardaparque y se aloja en la sede policial (hoy oficina de la APN) en la zona de Hualtarán. Le toca a Raúl Angerami, la tarea de comenzar a organizar el área. Se realizan las primeras obras de mantenimiento, servicios, señalización, control y registro de visitantes, etc. Un año después cambió la autoridad del Parque y el manejo de Quijadas quedó bajo la dirección del Guardaparque Hugo Rossi quien se mantiene en la actualidad, conjuntamente con el Guardaparque Gustavo Soria.

Origen Geológico

Hace 120 millones de años atrás en el mismo lugar donde hoy se emplaza Sierra de las Quijadas existía una cuenca sedimentaria. Una cuenca sedimentaria es simplemente un relieve deprimido que está limitado por montañas de cualquier envergadura. Dicha cuenca, estaba limitada por dos montañas, una de ellas corresponde a la propia Sierra de San Luis y la otra era la Sierra del Desaguadero que tuvo una expresión topográfica importante durante el Cretácico, si bien ahora no aflora en superficie. Una vez formada la cuenca de Quijadas se comienza a rellenar por los sedimentos generados a partir de la destrucción de los frentes montañosos. Los sedimentos se depositaban en el fondo de lagunas, en el lecho de los ríos o en cuerpos de médanos, quedando el transporte de los materiales, exclusivamente a cargo del agua y el viento. Asimismo, entre los sedimentos se sepultaban los restos de vida que poblaban y morían en la zona. Sobre la base de los datos aportados por los fósiles, se estima que el relleno de esta cuenca pudo durar unos 20 millones de años aproximadamente. También se sabe que hace unos 100 millones de años atrás, la cuenca se llenó de sedimentos. A partir de ese momento no se conoce bien que sucedió hasta hace unos 25 millones de años atrás, ya que no se encuentran rocas en superficie de entre 100 y 25 millones de años que aporten información. Se puede asumir, dentro de este simple modelo, que una vez que la cuenca estuvo llena de sedimentos comenzó un período de calma, durante el cual las montañas habían perdido gran parte de su relieve y la cuenca, como se señalara anteriormente, se encontraba llena de sedimentos y por lo tanto no permitía la acumulación de más material

.

Etapa del Plegamiento

Durante el período Terciario acontecieron una serie de eventos en el ámbito global que repercutieron de manera importante en Quijadas. Hace 25 millones de años atrás la corteza terrestre sudamericana comenzó a sufrir un esfuerzo de compresión en todo su borde occidental, debido a la migración de la placa sudamericana en ese sentido y a la colisión con otra placa de la corteza terrestre (placa de nazca). Este proceso natural que ha sufrido y sufre la corteza terrestre desde aquella época trajo aparejado el levantamiento de capas geológicas que anteriormente estaban a grandes profundidades. Un claro ejemplo de esto es la presencia de antiguos fondos marinos que hoy conforman una parte importante del relieve de la Cordillera de los Andes. Es bien sabido que el levantamiento de la Cordillera se remonta al menos a 25 millones de años atrás y también que la cordillera continua en franco ascenso en la actualidad, debido al mismo fenómeno de colisión de placas. A esta misma causa se relaciona el levantamiento de la Sierra de las Quijadas. Dicho en otros términos, las capas geológicas que habían llenado la cuenca entre los 120 y 100 millones de años atrás, comenzaron a elevarse hace unos 25 millones de años y actualmente se siguen elevando. Este fenómeno es obviamente imperceptible a la escala de tiempo humano. De esta información se desprende: 1) Hay un conjunto de formaciones geológicas en superficie que tienen una antigüedad de 120 a 100 millones de años; 2) El conjunto de capas se elevó a partir de un plegamiento ocurrido hace 25 millones de años atrás y 3) La sierra se sigue elevando en el presente.

Etapa final “erosión de la sierra”

Una vez que las capas de Quijadas conformaron una montaña, ésta comenzó a ser erosionada por la acción del agua y el viento. El proceso de erosión generó quebradas y valles que permiten actualmente observar en superficie cortes de los sedimentos que llenaron la cuenca entre los 120 y 100 millones de años atrás.Asociado a esta etapa se formó el valle del Potrero de la Aguada, que no es otra cosa que una ventana abierta por procesos naturales al pasado remoto de San Luis.

Formaciones Geológicas

El relleno de materiales sedimentarios en la cuenca de Quijadas pudo haber durado aproximadamente unos 20 millones y sobre la base de la información que se dispone en la actualidad, podemos estimar que su relleno tuvo lugar aproximadamente entre los 120 y 100 millones de años atrás, es decir durante el período Cretácico de la era Mesozoica. Durante ese tiempo en la cuenca de Quijadas se acumularon más de 1500 metros de sedimentos, apilados verticalmente, algunos de ellos con un importante contenido en restos fósiles. Las características de cada capa, por ejemplo su composición (gravas, arenas, fangos), su color, etc., permitieron realizar una división y su posterior caracterización individual, y a su vez facilitó la representación espacial de las mismas mediante mapas. Cabe destacar que varias unidades geológicas se formaron en un mismo lapso de tiempo y los fenómenos posteriores de plegamiento y erosión las dejaron al descubierto. Cada formación a su vez ha recibido un nombre: Los Riscos, El Jume, El Toscal, La Cruz, El Lagarcito

Formación Los Riscos

Es la formación geológica más antigua y está genéticamente emparentada con la Formación El Jume (próxima), es decir que los materiales que componen ambas unidades se depositaron al mismo tiempo. La edad aproximada sería de entre unos 120 a 110 millones de años. Se compone exclusivamente de rocas sedimentarias compuestas de grandes bloques o cantos rodados y tienen abundante arena y fango como material ligante. Las rocas de esta unidad se habrían depositado a partir de la caída repentina de miles de bloques provenientes de un frente montañoso muy próximo al área, los bloques en su conjunto se acomodaron dando una típica forma de abanico (abanico aluvial).

El frente montañoso que aportaba dichos bloques conformaba en ese momento una montaña de envergadura considerable y hoy en día se encuentra sumergida unos 1000 metros por debajo del Río Desaguadero. Su nombre se debe al imponente paisaje de riscos o acantilados que forman sus afloramientos. Para observarla se debe llegar hasta el arroyo de la Aguada, después de una larga caminata de 8 horas de duración y siempre con la compañía de un guía o baquiano. En esta formación no se han encontrado fósiles y es muy probable que no los contenga, ya que los gruesos materiales que la componen, no deberían haber permitido la conservación de tal material.

Formación El Jume

Tiene la misma edad que la formación anterior. Se compone de más de 300 metros de arenas y fangos consolidados y dispuestos en capas muy marcadas. Esta formación se observa en toda la extensión del Potrero de la Aguada. Conforma los prominentes acantilados que confieren la belleza escénica al lugar y es de un color rojo muy intenso debido a la fuerte oxidación que sufrieron los materiales. Sus rocas conforman los pintorescos acantilados rojizos, principal atracción de la zona. Por debajo de esta capa aún no se sabe con certeza si existe otra formación geológica, ya que la erosión aún no termina de gastar su base. En los niveles de arenas petrificadas (dunas) se han encontrado una interesante asociación de huellas de dinosaurios, que fueron clasificadas en al menos tres grandes familias de dinosaurios: Saurópodos, Ornitópodos y Terópodos.

Saurópodos: Dinosaurios herbívoros y cuadrúpedos. Fueron los de mayor tamaño.

Ornitópodos: Dinosaurios pico de pato, herbívoros, bípedos o cuadrúpedos.

Terópodos: Dinosaurios carnívoros, bípedos, que utilizaban sus extremidades anteriores como garras.

Formación El Toscal

Esta formación geológica se apoya sobre la Formación El Jume. Está compuesta por sólo 15 metros de gravas y arenas consolidadas que se depositaron esencialmente a partir de la acción del agua de los ríos, o sea que su origen es principalmente fluvial. Su edad se estima en unos 110 a 100 millones de años, si bien no se han encontrado fósiles, es muy probable que se encuentren durante expediciones futuras ya que los materiales arenosos son propicios para contener tales restos. Se destaca por su marcada coloración rojiza anaranjada y en parte blanquecina. El color blanco se debe a la abundancia de carbonato de calcio y su nombre deriva originariamente de esta característica. Es muy fácil de reconocerla ya que conforma parte de los paredones que limitan la quebrada de acceso al Potrero de la Aguada. El lugar ideal para observarla es en la actual zona de acampe.

Formación La Cruz

Corresponde a la formación más extensamente distribuida en superficie, sus rocas conforman el cordón montañoso de Quijadas. Su nombre deriva de un paraje ubicado en el sudeste de San Juan, lugar donde fue descripta por primera vez. Su edad es similar a la Formación El Toscal, 110 a 100 millones de años. Sus rocas son de color rojo grisáceo y de ellas se ha recuperado material muy fragmentado de un pterosaurio denominado Puntanipterus globosus. Las rocas de esta unidad se habrían depositado a partir de una red muy densa de ríos que tenían su origen a partir de la antigua Sierra del Desaguadero. Estos ríos tenían una alta capacidad de transporte y eran accionados a partir de lluvias torrenciales. Sus afloramientos se observan en los escarpados paredones que conducen al Potrero de la Aguada.

Formación Lagarcito

Corresponde a la formación geológica de menor antigüedad dentro del conjunto de unidades del Cretácico que afloran en Sierra de las Quijadas. Su nombre deriva de un paraje del sur de San Juan, lugar donde esta capa hace su aparición. Su edad se estima en aproximadamente 100 millones de años. Los estratos presentan una coloración muy variada, rojizos, amarillentos, verdes y violetas. Estos estratos han aportado una importante cantidad de restos fósiles, entre los que se destaca una singular especie de pterosaurio o reptil alado de características únicas en el planeta: el Pterosaurio Guiñazù. Se trata de un reptil volador, edad aproximada 120 millones de años, de una envergadura alar de 3 metros; que posee la particularidad de una dentadura muy sofisticada constituida por varios centenares de dientes finos y delgados, utilizados para filtrar alimentos de la laguna, restos de crustáceos o bien algún tipo de plancton presente en la superficie de la laguna. La presencia de este singular fósil llevó al yacimiento a ser considerado unos de los más destacados a nivel Internacional.

Reptil Volador Pterosaurio Guinazu

También se han recuperado abundantes restos de peces y plantas. Sus rocas se observan en una quebrada muy pintoresca ubicada a unos 3700 metros de Hualtarán sobre el camino de acceso al Potrero de la Aguada. El ingreso a la misma no está permitido al público, pero si es posible observarla desde arriba de un playón próximo a la misma. Estos estratos lacustres constituyen un reservorio de fósiles cuya potencialidad es incalculable.

Mapa Parque Nacional Sierra Las Quijadas

Pertenece a la provincia fitogeográfica del chaco semiárido, ecotono del monte de quebracho blanco y algarrobo. La Precipitación media anual: 250, 300 mm. Temperatura media enero: 27º C, temperatura media julio: 9º C. el clima esta clasificado como templado seco de sierras y bolsones.

Flora: quebracho blanco, fuera del fisco está asociado con algarrobos, especies afilas de distintos géneros y familias, albaricoque o albarcoque, algarrobo negro, brea, chañar, espinillo, jarillas, lata o garabato, molle negro, piquillín, retama, tintitaco , palque o duraznillo, poleo, zampa y gramíneas y herbáceas de valor forrajero.

Fauna: águila mora, aguilucho, caranchos, cardenales, jotes, martinetas (copetonas), pájaros carpintero, picahuesos. Serpientes de cascabel, yarará coral y falsa coral. Conejo del palo, jabalíes, liebre de castilla, maras, pecaríes, pumas, zorros, matacos (armadillo), mulitas, quirquinchos, pichi ciego.

La extracción de quebrachos hace más de 20 años ha sido extrema en esta zona. La tala del monte seco suministró madera para distintos usos: para la leña, para la confección de postes y la fabricación del carbón.