Fue edificada varias veces sobre el mismo lugar. Cuando llegaron los primeros Jesuitas en 1732, ya que existía una Capilla. En los primeros años de la década del 50 en un informe de los Jesuitas, se manifestaba la necesidad de volver a construir una nueva capilla. Se formó una comisión Pro Templo de Carolina. En el año 1957, en carta del R.P. Juan M. Moglia enviada al obispo, se informaba que la iglesia de La Carolina ya estaba techada; que pronto colocarían las campanas y apisonarían el contrapiso. Esta iglesia ha sido remodelada en los últimos años con el esfuerzo y colaboración de los fieles.