Al sur de la Provincia, comienza en El Morro y se extiende por el sureste hasta los límites de Córdoba y La Pampa. Ocupa enteramente los Departamentos Pedernera y Dupuy. La inmensa llanura que se extiende al sur del río V está salpicada por gran número de lagunas, grandes y chicas, algunas de aguas saladas por contaminación de los suelos ricos en cloruros; estas lagunas deben su formación a las corrientes hídricas subterráneas. Esta importante zona puntana se caracteriza también por los bosques de caldén y "las isletas" de chañares. El primero de los árboles de fuerte contextura y de buen aspecto se utiliza para fabricar pisos de parquet, así como otras muchas aplicaciones en la carpintería, moblaje y artesanías afines. Estas pampas con buenos pastos naturales y agua a poca profundidad, han permitido la instalación de importantes estancias que se dedican muy especialmente a la cría de ganado vacuno y lanar en gran escala, dándole preferencia a la hacienda de raza, que por cierto se reproduce muy bien y en magníficas condiciones de sanidad. Los establecimientos más grandes de la provincia se hallan en esta zona, pues en ella se cuentan extensiones de campos superiores a las 50.000 hectáreas, que no son latifundios improductivos, ya que se encuentran en explotación y rinden beneficios no sólo a sus dueños sino también al país en general. Así como en el Norte puntano la mayoría de los pueblos son de raíz histórica y sus habitantes pertenecen a antiguos linajes criollos, en el sur en cambio son poblaciones nuevas y de reciente creación, la mayoría de ellas edificadas a la vera de los carriles del tren, con apreciable influencia de sangre nueva, llegada al país con la avalancha inmigratoria que se inició en 1880. Esta llanura es un importante atractivo turístico debido a la conjunción de agua, médanos y pastizales que invitan al turismo alternativo, la práctica de caza menor, safaris y aventura, a la vez que una oportunidad para el descanso y la contemplación.