Mi granito de arena
Name: Karla Martínez
Date Posted: Jun 4, 04 - 4:04 PM
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Chicas aquí aporto mi granito de arena para esta super celebración, esta carta la escribí para la guerra florida, pero creo que también se puede postear para celebrar a nuestro amado príncipe, espero que les guste y esta dedicada para todas ustedes,
Besos
Karla
Declaración de una Albertfan
Por Karla Martínez
Cómo fue que empezó este amor, no lo sé, pero este sentimiento lo tengo desde que te vi, y te fui queriendo mas cada día que pasaba y no lograba entender lo que sentía en realidad, tal vez porque te veía con los ojos de una niña pero conforme fui creciendo esa pequeña niña quedó atrás para darle paso a una mujer que siente y ama con toda el alma y desde lo mas profundo de su corazón, tal vez nunca me llegues a comprender porque sinceramente ni yo misma entiendo lo que esta pasando, solo sé que cuando escucho tu nombre mi corazón se acelera tanto que pienso que va a estallar, tu rostro lo veo en todas partes y tu bellos ojos azules no los puedo olvidar, por las noches cuando no puedo dormir me sorprendo pensando en ti , a través de mi ventana observo el cielo lleno de hermosas estrellas que me recuerdan a ti, te veo en cada una de ellas, ya que así como ellas iluminan el espacio infinito, así iluminas tu mi vida entera, como no enamorarse de alguien tan tierno y leal, no se si realmente exististe o solo fuiste un hermoso sueño de alguien mas que compartió con nosotras tu hermosa amistad, pero para mi eres muy real y siempre estaré pensando en ti, no importa los años que pasen, el amor que siento por ti es eterno e infinito, porque tu siempre serás mi príncipe de la colina, Albert, ese nombre me hace sentir que no existe tiempo ni espacios entre nosotros, se que no soy la única que siente este gran amor por ti y se que este amor lo comparto con muchas chicas mas, pero esta es mi manera de demostrarte lo que tanto me importa defender tu nombre y amor ante las demás, esta carta se la dedico al gran amor de mi vida, Tú Albert, con cariño y un gran amor, tuya por siempre y para siempre,
Una Albertfan enamorada
Siguiendo el ejemplo de Fran!!!
Name: Karla
Date Posted: Jun 12, 04 - 4:55 PM
Message:
Pues yo sigo el ejemplo de Fran y también les dejo la historia que a mi cabezita loca se le ocurrio, espero que les guste, por cierto Aly, tu historia también esta muy padre al igual que la de Fran, deberías postearla aquí para disfrutarla nuevamente, bueno ahí les va la mía,pero como no cabe tendré que postearla en dos partes.
Besos,
Karla
UN DIA MUY ESPECIAL
Faltaba un día para el cumpleaños de Albert, y todas las Albertfans pensábamos celebrarlo en grande, pero queríamos que fuera una sorpresa, así que decidimos realizar la celebración en una cabaña que se encontraba en el bosque a las afueras de la ciudad, ese es el sitio favorito de Albert cuando quiere escapar de todo el bullicio de la ciudad, todas queríamos participar, así que sorteamos para ver quien sería la que distrajera a Albert y después con el pretexto de celebrarlo con una cena para dos lo llevaría hasta la cabaña, para mi sorpresa fui yo quien gano y llena de emoción me dirigí hasta mi casa a hacer los planes de que haría mientras las chicas organizaban todo en la cabaña, para empezar le marque a Albert a su celular y le pregunte que tenía planeado para ese lunes 28, me dijo que aún estaba esperando que las chicas le llamaran para festejar, pero para su sorpresa nadie se había comunicado con el, imaginaba que como su cumpleaños caía en lunes pues todas estarían agobiadas en sus trabajos y pues no las culpaba, entonces aproveche para llevar a cabo el plan y le invite a salir y celebrar su cumpleaños, nos pusimos de acuerdo y quedo en pasar por mi a las cuatro de la tarde. Al día siguiente llego como siempre muy puntual, las chicas me habían dicho que llegara con el cerca de las ocho de la noche y calculando que hacíamos tres horas de camino y que conociendo a Albert se detendría a admirar el paisaje, lo cite a esa hora, ya había preparado unos sándwich y algo de fruta en una canasta, para no levantar sospechas, al verlo sentí como mi sangre se iba hasta los pies se veía muy apuesto iba en ropa deportiva y su playera era azul lo que hacía que sus ojos se vieran mas profundos, tan apuesto como siempre, yo traía un conjunto deportivo, conociéndolo me haría caminar por el bosque.
- ¿Nos vamos?
- Ah, perdón, si vamonos –conteste algo avergonzada-
- Vaya veo que traes todo listo hasta un cambio de ropa.
- Por supuesto, que ¿acaso pensabas que en estas fachas te iba a festejar?, lo que pasa es que ya te conozco y eres capaz de detenerte a medio camino y hacerme caminar y con sandalia alta no podría hacerlo, solo espero que tú también traigas uno.
- ¿Y porqué lo dices con nerviosismo?
- Yo, no por nada, no pensaras que yo si me voy a cambiar y tu no -solo atine en decirle eso antes de que me descubriera que algo le ocultaba-
- Jajajajaja, me conoces muy bien, pues si tenía pensado llevarte a un lugar muy especial, y sí, si traigo un cambio de ropa, señorita perfecta.
Proseguimos el camino y cuando llevábamos aproximadamente una hora y media de camino, se desvió y comenzó a adentrarse en el bosque, transcurrió aproximadamente media hora mas cuando de pronto un ruido extraño atrajo nuestra atención, detuvo el auto y cuando abrió el cofre comenzó a salir humo, sinceramente me asuste tanto que salí corriendo del auto.
- Tendré que esperar a que se enfríe un poco para revisarlo, solo espero que no sea nada serio ya que estamos aún retirados de la cabaña y la carretera también esta lejos como para ir a pedir ayuda.
- ¿Cómo dices?, ¿estamos en medio de la nada?, ¿por Dios y ahora que voy a hacer?
- Calma pequeña, no pasa nada, ya veras que cuando el auto se enfríe podemos retomar nuestro camino, mientras vamos a donde te quería llevar esta cerca de aquí.
- Esta bien, vamos a ese lugar –le dije un poco resignada, solo esperaba que no tuviera nada serio el auto, o si no ¿cómo llegaríamos a tiempo a la fiesta?, las chicas me asesinarían si no llegaba a tiempo con él-
Comenzamos a caminar un poco y llegamos a un paraje hermoso, eran unas pequeñas cascadas que desembocaban en un arroyo de aguas cristalinas y habían hermosas flores en todo derredor, se antojaba el bañarse en esas aguas y nos sentamos a conversar de todo y de nada, el sonido del arroyo era tranquilizante, de pronto recordé a las chicas, tenía que hablar con ellas y decirles lo que había pasado para ver que podíamos hacer, entonces le propuse a Albert el volver al auto para sacar la canasta y regresar al arroyo y comer algo sentados en el césped contemplando ese paraíso, el estuvo de acuerdo.
- ¿Crees que el auto ya este frío?
- No lo sé, voy a revisarlo
- Esta bien, mientras yo sacaré las cosas –saque la canasta y una manta y eche el celular adentro de la canasta para que Albert no lo viera- Albert, voy a llevar las cosas al lado del arroyo.
- Si esta bien, ten cuidado.
Cuando llegue al arroyo deje las cosas en el césped y le marque a Fran.
- ¿Fran?, Fran me escuchas hay mucha interferencia, oye tengo algo importante que decirte.
- ¿Karla? No te escucho bien, que pasa, STEAR NO ESO NO VA AHÍ, permíteme Karla tengo que ir con Stear ese invento nos tiene locas.
- Fran, no me cuelgues, Fran
- ¿Sí? ¿Que pasó?
- ¿Loly?
- Si, Fran me dio el celular, que paso, Noooooo, por Dios ¿que están haciendo?
- No, no de nuevo, por favor no me cuelguen, ¡¡¡escúchenme!!!
- ¿Bueno?
- Haaa, ¿Alicia?, ¿eres tú?
- ¡Karla!, ¿no me digas que ya vienes con Albert?, no amiga estamos en un caos, aún no lo traigas, además aún falta mucho para las ocho.
- Aly, por favor escúchame, lo que pasa es que el auto se averió y...
- No te oigo bien, hay mucha interferencia y mucho ruido aquí, espérame tantito, Carla ve con Rocío creo que necesita ayuda con el letrero, no Carlita, Amaly esta preparando la comida junto con Martha, espérame tantito Karla; ¡Max! Necesito que me ayudes con estos arreglos, ya son las seis y media y necesitamos tener todo listo.
- ¡¡¡Aly!!!, no, tu no me dejes pendiente necesito su ayuda.
- ¿Por qué gritas tanto?
- ¿Diana? ¿Que haces tu ahí?, que yo sepa no eres Albertfan.
- No, pero aquí anda Anthony ayudando a las chicas y con tal de estar cerca de él, vengo a ayudarlas, ¿pero que te pasa?
- El auto se averió y no se si se pueda arreglar, necesito que me ayuden, estamos lejos de la cabaña y no se diga de la carretera.
- Chica, tu no te preocupes ya encontrarás la manera de llegar, mientras tanto disfruta de Albert que lo tienes para ti solita, aaaay no me grites, yo les aviso, pero hazme caso aprovecha la situación, al menos yo no dejaría pasar esa oportunidad con Anthony.
-¿Diana?, ¿hola?, se cortó la llamada y ahora ¿que hago?, Diana tiene razón no debo preocuparme ya encontraremos la manera de llegar, mientras tanto disfrutare de la compañía de Albert.
Regresé al auto y la escena que vi me causo mucha gracia, Albert estaba con medio cuerpo dentro de el cofre del auto y cuando escucho que llegue se enderezó y volteó a verme, tenía grasa en la nariz, y me ataque de la risa.
- ¿Qué te causa tanta gracia?, -me dijo al momento que se limpiaba el sudor de la frente, llenándosela también de grasa-
- Jajajajajaja hay Albert, tienes grasa en la nariz y ahora también en la frente–le contesté muy divertida, pero deje de reír al ver en su rostro un gesto de travesura- ¿Albert? ¿qué estas pensando hacer?, ¿Albert? Noooooooooo –grité al momento que comencé a correr.
Mi esfuerzo fue en vano, ya que inmediatamente me alcanzó y caímos los dos en el césped llenándome la cara de grasa. Comenzamos a reír los dos, permanecimos así por un rato, entonces le sugerí que fuera a lavarse para poder comer, se puso de pié y como todo un caballero que es, me ayudó a incorporarme, nos dirigimos hasta el arroyo para que se aseara un poco y también yo lavarme la cara.
- El agua esta deliciosa, hasta se me antoja darme un baño –me dijo al momento que se lavaba su rostro-
- ¿Así?, pues entonces no lo pienses más y toma un baño –le conteste al momento que lo empujaba, cayendo él al agua-
- Karlita, eres una traviesa, pero esto lo vas a pagar –me dijo al momento que se ponía de pie dentro del agua-
- Yo solo me vengue de tu travesura, y ya estamos a mano –conteste con una gran sonrisa en mis labios-
- Ahh no, esto no se queda así –me decía mientras se dirigía hacia donde yo estaba parada-
- ¡Albert! No te atreverías o ¿si? –y comencé a retroceder un poco asustada al ver en su mirada algo que me decía que si lo haría- Albert, te advierto que no lo hagas o...
- O ¿qué?, esta vez no tendré compasión contigo pequeña traviesa.
-Albert, suéltame, no, no te atrevas, Nooooooooo
Albert, me había tomado en sus brazos y comenzó a balancearme hasta aventarme al agua, rápidamente me incorporé y comencé a arrojarle agua en la cara, a lo que él respondió haciendo lo mismo.
- Creo que deberíamos comer algo.
- Tienes razón, pero antes deberíamos cambiarnos de ropa, no quiero que te vayas a resfriar y me sentiría culpable de que te enfermes.
- Pues si me enfermo, sí sería tu culpa, tu me arrojaste al agua –le dije fingiendo estar molesta con él-
- Pero eso fue después de que tu me arrojaste a mi.
- Si pero antes tú me llenaste de grasa.
- Jajajajajajaja, parecemos niños pequeños peleando para ver quien gana la batalla, bueno vayamos al auto a cambiarnos.
Después de habernos cambiado, extendimos la manta sobre el césped y nos sentamos a conversar y disfrutar de los sándwich y la fruta, el se había puesto un pantalón de vestir color beige claro con una camisa celeste y con su cabello aún húmedo se veía irresistible, yo por mi parte traía un vestido color crema a la rodilla y de manga corta con escote en V en la espalda, y de pronto me di cuenta que ya era tarde, casi eran las ocho y aún no sabía como llegaríamos a la cabaña.
- Karla, he disfrutado mucho este día, y sobre todo te he llegado a conocer mas, te quiero dar las gracias por pasar conmigo esta fecha tan especial para mi –se fue acercando hasta quedar a mi lado y comenzó a acariciar mi cabello y lentamente nuestros rostros se fueron acercando hasta que nuestros labios se unieron en un tierno beso-
- Albert, yo... también he disfrutado este día, pero... –mis ojos se llenaron de lágrimas, no quería que terminara ese momento, quería que durara para siempre, pero sabía que no podía defraudar a mis amigas-
- ¿Hay un pero?, ¿qué es lo que te sucede?
- Albert, eres maravilloso, y no quisiera que este momento terminara nunca, pero hay algo que no se si decirte o no, se supone que es una sorpresa, pero dadas las circunstancias- en ese momento mis ojos cedieron a las lágrimas, no sabía que hacer, estaba en un verdadero dilema, por un lado quería seguir al lado de Albert, tenerlo solo para mi, además ¡¡me había besado!!, total podría decirle a las chicas que no fue mi culpa el que el auto se averiara y por otro lado no quería defraudar a todas mis amigas ¿qué hubieran hecho ustedes en mi lugar?-
- Pequeña no tienes porque preocuparte de nada, lo se todo o al menos me lo imagino. –me dijo al momento que con sus manos secaba mis lágrimas y yo lo veía con cara de sorpresa-
- ¿Cómo? ¿qué es lo que sabes?
- Que las chicas me tienen una fiesta sorpresa y que se supone que tu debes llevarme, ¿no es así?
- ¿Pero como te enteraste de eso?, no lo entiendo, se supone que es sorpresa y ...
- Yo conozco a las chicas y sabía que ellas nunca se olvidarían de mi cumpleaños y como cada año me preparan algo especial, imagine que tenían algo en mente para este año, no te preocupes llegaremos hasta la cabaña, ven vamos al auto.
Nos levantamos y recogimos las cosas, yo aún estaba muy sorprendida por lo que me había dicho Albert, llegamos hasta el auto y ahí estaba George, había llevado una grúa y nos estaba esperando al lado del auto, mis ojos casi se salen de su lugar al verlo y estaba mas confundida que al principio, pero ¿qué hacía George ahí?, parecía que Albert sabía lo que pensaba, ya que respondió a mi pregunta.
- Buenas tardes Srta. Karla, Albert
- Buenas tardes George –contestamos al unísono los dos-
- Le hablé a Geroge para que trajera una grúa y otro vehículo para llegar hasta la cabaña, no eres la única que tiene celular y puede pedir ayuda. –me dijo en manera pícara.
- ¿Qué, pero como supiste que hable por celular con las chicas, y a que horas hablaste con Geroge?, es cierto se me olvidaba que tienes muy buen oído, no pensé en eso, ¿pero entonces porque no me dijiste nada y me hiciste sufrir?
- Pues si escuche que hablabas con ellas o mejor dicho gritabas “No me cuelguen” jajajajajajaja, en ese momento que estabas distraída y vi que no podía reparar el auto le hable a George y no te dije nada para hacer tiempo de que George llegara y además porque quería disfrutar de tu compañía, y sabes una cosa, me agradó mucho el pasar todo este tiempo contigo, pero ahora debemos irnos para que las chicas no se vayan a preocupar.
- Y ¿cómo nos iremos, si faltan quince minutos para las ocho y aún estamos muy lejos?
- En esto –me dijo al momento de que bajaban de la grúa una moto todo terreno-
- ¿Qué, estas loco? Yo no me subiré en esa cosa, les tengo un terror a esas cosas, ¿no nos puede llevar George?
- No porque tardaríamos mas en llegar y en la moto podemos acortar distancias, así que nos iremos en ella, no te preocupes pequeña que yo te cuidaré, vamos sube.
- Esta bien –le dije con voz temblorosa y me aferraba a su cintura por temor a caer y nos despedimos de Geroge-
Pronto ya íbamos camino a la cabaña en donde aguardaban todas las Albertfans ansiosamente, iba acortando camino por atajos y saltando pequeños riachuelos, yo por mi parte iba con mi rostro escondido tras su espalda y rezando porque llegáramos pronto para poder bajarme de esa cosa. En veinte minutos llegamos a la cabaña y todo estaba en silencio y oscuro, Albert me tomo la mano y deposito un beso en ella y en susurro me dijo que no me preocupara que él no diría nada y que haría cara de sorprendido, yo solo le sonreí, abrimos la puerta y dejé que el entrara primero para que encendiera la luz y en ese instante todas gritaron:
- ¡¡¡SORPRESAAAAAAAAAAA!!!
Albert, puso cara de sorprendido y todas se abalanzaron sobre él para felicitarlo y darle los obsequios, claro algunas aprovecharon para darle algo mas que los obsequios, yo por mi parte solo observaba desde la puerta, en mi rostro había un dejo de tristeza ya que mi hermoso sueño por fin había terminado y ahora Albert era para todas y no solo para mí, entre y cerré la puerta y fui a sentarme en un sillón observando a todas las chicas, en eso Diana se me acercó.
Albert, puso cara de sorprendido y todas se abalanzaron sobre él para felicitarlo y darle los obsequios, claro algunas aprovecharon para darle algo mas que los obsequios, yo por mi parte solo observaba desde la puerta, en mi rostro había un dejo de tristeza ya que mi hermoso sueño por fin había terminado y ahora Albert era para todas y no solo para mí, entre y cerré la puerta y fui a sentarme en un sillón observando a todas las chicas, en eso Diana se me acercó.
- Y ¿bien?
- Hummm, bien que Di.
- Tomaste ventaja de las circunstancias o te la pasaste preocupada en como llegar hasta aquí.
- Bueno, no se que decirte Di, pero espero no arrepentirme nunca de la decisión que tome.
- Eso espero amiga, bueno voy por un refresco ¿te traigo uno?
- No gracias estoy bien.
En el momento en que Diana se alejaba, Albert se acercó y se sentó a mi lado y me dijo al oído, algo que siempre recordaré.
- Esta es una grata sorpresa y es la mejor fiesta de cumpleaños que me han hecho las chicas, pero la mejor parte del día fue la que compartí contigo y me hubiera encantado que nuestro día terminara en una hermosa velada lo cual no pudo ser posible, pero te prometo que este próximo fin de semana será una fiesta solo para dos, tú y yo.
FIN